Reportajes Viajes y aventuras en la nieve de nuestros visitantes
Última actualización: 06/05/2024 a las 20:23:00 (CET)

Die Abenturen des Megabyte in Ischgl

Die Abenturen des Megabyte in Ischgl

Hola a tós y tóas de nuevo. La mega vuerve por ettos lares pa escribí otra crósnica u relastro de las vivensias acaesías este mimmo mé de enero, en un viaje mú presioso y mú potito que, como sha viene siendo habituá, ha organisáo la carolain de los montes arpinos.
Guenas noshes de nuevo, volvemos a la carga, y sha no me hago má propósito de terminá pronto, porque tós los años empieso que si venga que tengo que abreviá que noacabonunca, pero étto debe sé la edá y er arséime galopante que me jase desí tontería polque así a lo tonto shevo 41 página de word (y en er word las afotos no ocupan espasio) y etto no tiene pinta de terminá nunca. Los que todavía me sufrí en silensio como a las hemorroide, való tenéi dedde luego.

Ashé me quedé en la tarde der marte, cuando vorvimo der Kappl y der See, polque sha tenía lo muñone en calneviva de tanto picoteá er teclao, que mubiera a mi guttao acabá er dia pero tuve que pará. Asín que sus cuento cómo terminó aquesho, que fue pa vel.lo y catal.lo (uy que catalán ma quedao lo der puntito, pero é que si lo pongo tó junto suena a gashego y no pega con er ettilo der resto der testo. Perfessionitta quesuna).

Esa noshe en la sena no hubo má insidente má que la enemistá manifietta de la Bego y la Estrepsils, que sha era una cottante a la que nadie hasíamo musho caso na má que papartanno cuando las dó sejuntaban má de la cuenta por si nos sarpicaba la sangre, pero sha no nos hasía ni grasia ni ná, ettabamo inmunisáo.



Lo má dettacao de la sena fue que la Belén de pronto se fijó en los motivo decorativo der salón donde senábamo y desashunábamo. Y é que, aparte der rinconsito capishita, er retto der salón ettaba decorao con cornamenta de bishos uno má grande, otros má pequeños, questaban ahí dedderprimé día, pero no sabemo qué se le pasó a la Belén por la cabesa que depronto selevantó y empesó a mirá los cartele y los fórsile con musho interé, vigilá atentamente por su marío, que tampoco sabemo lo que se le pasaba por la cabesa.

Y de pronto sin vení a qué y sin presvio aviso, la Belén sortó la que iba a sé una de las frase estresha de la semana: “Pos a mi etto de los cuenno me da musho yuyu”, y se quedó tan frecca.

En la afotisho se puede vé ar pobre Uzo mostrá su sorpresa pol la situasión, y a Belén escudriñando la cornamenta con cariño. Cosas de casaos, eshos sabrán.



Despué de la sena-maratón, nos fuimos tós menos la Carol questaba fastidiá con la galganta, a la sona de los puses der otro hoté, dondabíamo quedao con er retto de la gente. Nos encontramo con Anger, Manolo, Rafa y demá panda, y nos recomendaron conosé er Rikis, que según parese era musho má cafre que los de nuettra sona. En efesto, la primera essena que presensiamo fue la de una panda borrasho cogiendo a otro de la panda y hasiéndole andá bocabajo por er tesho. Vitto er espestáculo dantecco, desidimo inno a otra sona der locá, sha que aquesho era mú grande, y ashí ettuvimo jincándono nuestras baisbier, bailoteando un rato y viendo nevá désbirmente pol las ventana.

Aquí BB (la Blanca y la Bego) sharlando de cosa de muhere.



La sona olímspica de levantamiento de codo en barra fija ettaba petá, como podéi vé, con er Anger, la Marta, er Mordi, erRafa, er Manolo, er Luí y er Jorge. No me preguntéi los nicks, battante que jise er esfuerso pa recordá los nombre, si tengo que ademá mesclá por medio los nics entonse er shosho de reportaje sería musho má caóstico todavía. Conformaro con lo cai que las cabesas sha nostán pa musha alegrías



Er locá era battante erstrambótico como tó lo dallí, pero en ese apartao en la parte darriba paresía questábamo a sarvo de los ataques de las hordas bárbara que pululaban pol la parte dabajo y cushos serebro no eran capases de prosesá la tridimensionalidá der lugá y pol tanto isnoraban lascalera. Grasia a eso pudimo sobreviví.



Un destashe decorativo der lugá. No sabemo que pecao cometió er posbre mono, pero ahí ettaba jincao der tesho, obligao dia trá dia a soportá borrashera inhumana. No puedo imaginá martirio má crué. Aunque a é, la verdá, se le ve felí. Que mala son las drogas.



Etta foto la verdá é que mestao pensando si ponel.la o no, porsque claro, despué dabé escusháo con ettas piennas er comenstario sobre los cuenno, luego te vé tú etto, y a ná que sea malpensá, pero a ná, y mira que la mega de mardá no tiene ni un ápise, pos sha suma tú dó má dó y bueno, pos te sale un cuatro. Pos eso, que cada uno que haga su comentario de tessto, que sho no quiero marmeté ni ná. Pero sus habéi fijao en ese cogimiento de mano, en esa mirada lángida a esos peshos turgente, esa carisha dembobao... uy perdonasme que sho como dije ante no quiero marmeté ni ná, que la Felisiana y shón nos hisimo mú amiga aunque lamuhijadesumadre mecambiara er nombre pero noimporta, la mega no é reocorosa en arsoluto. Un beso guapa.



¿Y de qué se rien tós tanto? No se, debía shevá sho puetto un burka o argo mientras jasía la afoto porque sino no melosplico.

Aquí er Daví y la mega dándolo todo, despué duno de nuestras coreografía improvisada siguiendo los pasos der Daví. Te digo sho que ashín pasaba argo en er ambiente, nos normá que sargamos tós con esa cara dagiliposháo en las afotos. Madre mia qué patacas de gasho y qué papada, sho no puedo vé ettas cosa que me deprimo y luego me lo quiero gastá tó en bótox. y así no ahorro pa viajá a la nieve.



En un momento desterminao empesamo a escushá unos crujíos terroísficos en las madera y por un momento de pasnico creímos morí tós aplastaos, pero ashín ettaba SuperCastorsete pa sarvannos.



La Felisiana, uy, la Belén, que tontaaaa, jasiéndonos a tós temé por suintegridá física jasiendo corgá las pienna como monshito desder piso darriba. Shá ve tú qué formma má tonta de perdé la vida si selocurre subí a arguno desos bigardos de dó metro sin coordinasión corporá, desos que te meten un empujón sin queré y te mandan dó edifisio má pashá, y le mete a etta un codaso a traisión en los hosmósplatos. Capá de mandarla de boca a la cabina der pinshadicco, y eso verá tú luego pa que te lo cubra er seguro dintermundiá, er shosho que tiene que montá, sobre tó comolestropés ar diyei la colessión de diccos de pashanga austriaca que eso é irremplasable, eso no sencuentra ni en intenné. Vamo, que los der seguro te recomponen ante los siete guesos que tas roto ante que pagá un originá der VivaColonia.



Ar rato destá ashín, unos cuantos dijeron de cambiá de sitio y er grupo se separó. Ar salí jisimo argunas afotishos de los garitos por fuera, quettaban mú potitos iluminaos de noshe.







En er grupo había unos cuanto con gana de í a sitio de mujeres malas. No sabía shó mu bien como interpretá aqueshaspresión aunque me podía jasé una idea má o meno. Sobre tó er turbina ettaba revolusionao, como correpponde a su nicks, y no se quien ni cosmo ni polqué, arguien prospuso í ar Trofana, que labían disho quettaba mu bien y que la mujere mala eran mú malísima. Asín que pashá nos fuimo. Y sin saberlo, ettabamo a punto de caé en la trampa má crué de ese pueblo tan surrealitta y que no dejaba de solprenderno. Polque en ese momento no lo sabíamo, lo aprenderíamo a sangre y fuego, pero enresurta que hay dó Trofana, y ette, como shá habréis asdivinao, no era er gueno. Er caso é que tiramo pa la sona de nuettro hoté, polque no sabían mu bien por donde caia er garito en cuettión. Y loncontramo ráspido, na má salí der túner. La primera sospresa era que te soplaban sinco leuros por entrá, y gueno, pos tó sea por conosé a las mujere mala, qué le vamo a hasé. Nos rascamos tós los borsishos, pagamo y nos dieron un cashopapé que novalía paná polque no te daban ni un vaso dagua, y padentro que nosmetimos.

Tengo que jasé un efuerso descristivo ersersioná etta noshe polque las caras que se nos quedaron son mú difísir desplicá. No sé mu bien qué referente ponero, pero jasero una idea de marco shegando a la enésima siudá y su pugnetera madre que tampocostaba ashín, o Masinger seta que no le funsiona er fuego de pesho, o rajoy que le ponen un mitin y le joden la cabalgá semanar con su novio, o labelenesteban que se recupera dunalobotomìa y no puede desí tacos... pos argo asín eran nuettras cara ar ve dónde nos habíamos metio.

Y si describí las caras é complicao, pa describí er sitio sha me tienen que dá er nósber, er púlishe y er servante. Madre mia qué cosa má rara. Era como er hogá derpensionnitta de mi pueblo, pero versión tirolesa. Con maderitas. Una pitta de baile vasía en er medio, y arrededó unas mesas cuadrás con mantele, como en reservaos, y mu poca gente. Pero gente mu mashó, de hesho cuando shegamo nosotro la mediadedá bajó a oshenta año, que tenían un elesedé ashín marcando er dato. Unas rusas mú viejas pero vestías y maquishás como adolessente, sin movelse musho pa que no se les sarten los puntos de las miles de sirugías queatraviesan sus cuerpos, mirando con lusjuria a la canne frecca que había entrao en er locá y que nos rebullíamo acosjonao en er arquito de lantrada sin sabé donde metenno. Er turbina ettaba como shiquito de la carsada, dando sartos con un pie y grititos de terró, aconsejándono a tos los demá que por favó que nos fuéramo dashí, que ér tenía otro consesto de eso de las mujere mala. Atacaito ettaba er pobre, pero er retto der grupo, una vé superao er choks inisiá, desidimo quedanno un rato por ashín polque mujere mala no se, pero cashondeo sí que podíamo pasá un rato. Como ar tursbina la lísbido sha se labía encogío viendo er percá, no se quejó má y se quedó cabisbajo y tritte.

Totá, que la trupe nos acomodamo en uno de las mesas libres, ar fondo pa quitannos der radio dassión der escáner de los aligators cabía en las mesas ar lao de la pitta, que comoettaban un poco retiesas no podían girá musho la cabesa y tenían orientá su atensión hasia la pitta pa cuando bailara arguien.



Ráspidamente empesamo a animanno en cuando shegó er casmarero y empesamo a pedí servesas, si e que somo fásile de contentá. Er casmarero nos ofresió una tabla de servesas, que no sabíamo lo que era pero venían mushas asín que le dijimo que sí y ar rato nos trajo un palo con dose servesas pinshas, que ráspidamente encontraro mano amigas que las cuidaran. Er Josele por un momento se dejo shevá por er ambiente capishita de la siudá y la mesa se convirtió en una úrtima sena en la que en vé de compartí visno, compartimo birra. Lo casoma pordetrá de la cabesa der Josele é un senisero jasiendo las veses de coronita santa par jesucritto de la mesa, pero etta ve la Blanca nostuvo fina con er atresso. Parese una pandereta. Pero gueno, par caso, viene bien, é navideño. Y er júda ettá claro quien é, físjate que no habíamo ni acabo de comé y shásestaba guardando las monedas manshas de sangre. Si é que lo que tira la pela.



Y pa contrastá la imagen angelicá anterió, también teníamo en la mesa una parte desmoníaca que se materialisó deforma mú pavorosa. Mirá mirá.



Físjate tu lo que son las cosas, mira dónde ettaban finasmente los cuenno, como pa que te fíe:



No me digái que no saldría un merchandaisin mú apañao. Son como las orejas der Miki pero un posco má téstricas.

Con er cashondeito que teníamo montao en la mesa, er casmarero no quería ni aparesé por ashín. Cada vé que pasaba serca arguno desto gamberro lo shamaba y le pedían cosas en españó a vós en grito y er pobre mushasho ponía cara de no dá crésdito. Seguro que no sabía vitto nunca en otra paresía. Una de las veses que lo shamaron le dijeron “oshe shavá tráeno una tapita o argo pa picá, questá musoso etto”, y er turbina, jasiendo uso de su don de lengua, tradusjo ráspidamente pa ashudá ar mushasho a entendé la situasión: “si hombre, unos peanús”. Las lagrimita de puro deccojonamiento nos caían a tós pol los ojo y aquesho empesó a animarse na má que der puro cashondeo.

Ar rato la Bego, la Blanca, la Felisa, digoooo, la Belén y sho nos fuimo a baila pa animá er cotarro, que shastaba sheno de peonsas gigante. Qué gente má rara por favó maripuri, que daba iguá lo que le pusiera, que eshos bailaban agarrao tó, hatta la macarena y er zríler si jasia farta. Y no é que bailaran normá, no, eran apisonadora dansarina, eran bolas de derribo giratorias. Ashí en medio la pitta cuarquié persona de tamaño normá ettaba en peligro demuette persmanente. Pa imitá las costumbre locale, la mega se puso a bailá agarrao un rato con cá una de las shicas, y paresíamo bola de pinbal resbotando contra las demá pareja, que como no nos veían nos pegaban cá culaso y cá poshaso y cá tetaso que éramo incapase de termina ni una guerta. Ahora sé lo que sienten los bolos ashín ar finá der pasisho deslisante cuando ven vení la pelota gorda esa a toa hostia. Qué jartón de shocamientos y de codasos y de tó. Finasmente abandonamo la pitta por nuettra prospia supervivensia, y nos fuimo acalorao de nuevo a la mesa, donde er cashondeo seguía a costa de no se qué trupe de gitano rumano, que luego menteré queramo nosotro mimmo, y a cotta también dun carvo cabía por ashín que no dejaba momia sin shupá, iba de fló en fló a vé que pishaba, le daba iguá que la fló shaestuviera má tiesa querprepusio der benedisto diesiséi.

Estuvimo un rato má descojonándono de tó un poco, y sha cuando fuimo incapase de jasé má esfuersos por asimila la costumbres locale, desidimo inno a dormí.

Eso si, ante de salí der locá, unos mushashos estranjero nos preguntaron por señas cómo ettaba la cosa. Se ve que también buccaban mujere mala. Y entre tós, por señas, le digimo que había dentro unas peaso de tías que no vea, jasiendo er sígno internasioná de la mujé tetona, tú sabe, con las mano en er pesho con postura de agarrá dó sandiacas y cara de visioso. Padentro que sefueron las pobre criatura to ilusionaos y nosotros eshamo a corré no fuera que nos pisharan y nos despeshejaran ashi mimmo.

Argunos der gruspo siguieron la marsha battante má rato, pero la mega quería sé persona jumana a la mañana siguiente y sabía dondestaba su lísmite de ressistensia, así que tiró par hoté con parte der grupo y se metio en la pitra soñando con la nieve der dia siguiente.

Anda, si tengo que empesá a contá er dia siguiente, qué bien, voy a adelantá argo er relato. Bueno pos qué desiro, que er miércole se lesvantó un poco shungo, pero las ganas seguían intastas. Había ettao nevando un poco toa la noshe, y ettabamos con la espestasión de lo que nos encontraríamo en las arturas.

Nuettras botas nosesperaban calentita en er eskiraum, listas pa salí pistando.



Ar shegá ar Idalp, la cosa no se veía ná mal. Ettaba abriendo una poquita, y había otra capa de porvisho, que luego descubriríamo en en argunas sona era una guena capa, musho má de lo que paresía en un prinsipio. Como veréi, la Blanca no había desashunao bien y pol no pagá er euro no sabía traido ni bocata, y empesó er dia fagositando los cuennos de la Carol.



Empesamo la mañana con una bajadita de reconosimiento, cogiendo la sisha bedós y bajando la pitta 10. En etta bajadita sha pudimo catá una capa battante curiosa de nieve resién caida sobre la capita dura apisoná pol las másquinas. Toa una delisia pa los sentidos esquiatrises.



Cuando nos juntamo con er grupo der otro hoté, nos fuimo pa la parte de la sisha calefastada sésinco. Pol un momento pensé que querían vorvé a bajá la negra der setentaporsiento dinclinasión, que sha la habíamo sufrio la Caro y shó er primé dia, pero no, dijeron de tirá la pa parte suisa, lo cuá fue dagradesé polque sho no la conosía todavía.



En esta sona paresía habé nevao má todavía, y las pittas tenían una pinta fastuosa. Bajamo pa la sona de Alp Trida Eck y ettuvimo un rato subiendo y bajando por ashín.



Luego fuimo pa Alp Trida (que é otra sona aunque se parese er nombre), y etta foto é bajando la pitta 76. Poca gente, solesito a rato, buena nieve, ufff qué mañana!!



En esta sona empesó la parte tesmástica der dia. Los fuera pitta. Aquí tenéis ar Daví internao en los lugare donde le gutta a ér meterse, desos que te queda parao y sha ni patrá nipalante, pero si ér disfruta, pos oshe...



En etta mi prismera inclursión en nieve virsgen der dia, la verdá é que macojoné una poquita porque a mi se me jiso vé ar mimmo yeti ashí un poco má ashá. Er caso é cabia una sombra mitteriosa en la nieve que no se movía ni na, pero vamo, seguro que era arguien que labía shegao un correo y ettaba con er ifone, pero un poco de yuyu sí que daba.



Pos de la incursión en sí y de la hottia relasioná no tengo doscumento grásfico. Pa foto ettaba shó. Pero le he tomao prestás a la Blanca las dos foto que vienen pa que veáis comostaba esa nieve despestaculá

Aquí la Caro y er Angel


Y en etta, er Daví y er Julián


La nieve ettaba tan bien, que sanimaba una, sho veía que tol mundo se metía, pos ea, que sho también quiero. Y en una destas que se mete tol mundo padentro, y sho que no lo veo clasro porque no hay visibilidá, y va la Blanca a esplorá. Er caso é que se me jase oí que la cosa etta bien, que vashamo. Y cuando avanso veinte metro resurta que lo quehay é un tesrraplén criminá counainclinasión indescristible der mimmo pavó que provocaba, y shón ashín en medio, que shaquestaba metio no había ná que jasé, había que tirarse e intentá sobreviví polque no habíascapatoria pa la pitta. Y con los nelvio, en vé de tirá pol la sona meno empiná, me lansé pal presipisio mú consiensiao, intentando jasé un giro lo má limpio posible y aguantá er tipo. Er tipo no me duró ni medio segundo, tanto mestaba eshando hasia atrá paque no semundieran las puntas que semespatarró la pienna derecha y me ostié a oshenta grado dinclinasión, que é unasperiensia nueva polque cuando cae la nieve no te resibe iguá por toás parte, sino un oshentaporsiento má por la partedarriba. Loques la física de las montaña, lo caprende una.

Cuando la mega dejó de rodá y se pudo jasé una idea de la situasión, éta no era mú guena. Había como medio metro de nieve virgen, y los esquises habían desaparesío veinte metro má arriba. Una gota de sudó frío le cashó lentamente por er único troso de cara questaba a la vitta. Meno má que la Blanca sabía percatao de la posisión arriesgá de la mega y mú hásbismente, labía seguío porque no se fiaba ni un pelo. Como venía detrá, me pudo rescatá los esquises, que si shó hubiera tenío que subí a por eshos con esainclinasión y tanta nieve suerta no hubiera podío. Me los bajó con musho cuidao, y empesó la segunda parte der drama. Intenta tú ponerte unos esquises jundiéndote medio metro y en una pendiente inhumana. Que crú, me sentí iguá de inútir que cuando me caía en una pitta verde cuando ettaba aprendiendo a jasé la cuña en isola. Quien coño mabría mandao metemme en semejante fregao con lo bien questaban las pittas. En cuanto shegara ar hoté pensaba conestarme ar intenné y reservá sita con er neurosirujano paque mestirpara dunaputavé la sona der serebro der der afán de superasión, que no me daba má que disgustos. A vé, hija mia, me desía sho, ¿no tiene bastante con seguí a ettos mushasho a una dittansia rasonable sin quete tengan quesperá musho? ¿No tiene bastante con no haberte roto má que un deo en tós ettos años de patosidades acumulás? ¿Qué coño jase tu aquí? Sha sabei que la mega é de morá débis, y ensima de lo jundía morasmente questaba, también estaba jundía físicamente en la nieve, con lo que la sensasion de jundimiento der ambiente no se daba dedde er titanis. La Blanca tuvo que tirá de pasiensia y guenas palabras y de un par de hostias pa tranquilisá y motivá a la mega y que hisiera argo sha pa salí dashí. La tástica de la Blanca consistía en que pa salí der hoyo, me subiera ensima de las puntas de sus esquises, y desdashí, jasiendo un esquilibrio imposible, intentá ponnelme los mios. Cuando me lo contó mentró la risalconejo pero pa no jaserle er feo sha quemestaba ashudando, lo intenté, y oshe, mano de santo. Er esquí de esha sundió un poco ar pisarlo, pero no musho, y me sirvio de base pa pegá un sapataso y engansharme un esquí de los mios. Con uno sha puetto, er otro sha era pan comio. Y con er ánimo un poco má elevao, seguí jasiendo unas poca de curva pol las sonas menos pendiente hatta que pude encontrá una diagoná que me shevara denuevo a la pitta.

Joé lo cabía caido, cuanta nieve. Y que miedo pasé. Mushas grasia a mi rescatadora. La pobre no paró de ejersé de sanbernando de las nieves en ese dia, polque jutto despué de mi, en otro fuera pitta más adelante, sehostió Marisa, y lo mimmo, también se quedó embarrancá en las prosfundidade como shó un rato ante, y también le costó un parto salí.
Y a la siguiente subida de la sisha, se fueron a un laterá de la pitta la Blanca y er Julián, y sho pensé, ette mushasho esquia mu bien, ette no se hostia. Pos oshe, aquí cae tó quisqui, porque no solo se hostió, sino que también presisó der rescate de Blanca, que después desto sha se declaró insumisa y que cada uno se rescatara a sí mimmo como pudiera.

Etta foto der mommento angustioso der Julián también ha sido sedida por la Blanca.



Aquí una vitta desde las sishas de la sona pol la que estuvimo tonteando pol los fuera pittas. Si no recuerdo má etta é la emedó.



Y etta debe sé la enedó, y la pitta sesentisiete pol debajo.



Despué de trishá un buen rato esa sona de la parte suisa de lastasión, que nos guttó musho, desidimo crusá la frontera pa comé en Idalp con Marta, que sabía subío en er guevo pa comé con su marío, y sha de paso con tós nosotros.



Despué de comé nos quedamo por las pittas sercanas ar Idalp. Argunos se fueron pabajo en er guevo, y la panda redusida de sierrapittas nos quedamos a aproveshá er retto der dia. En etta foto, subiendo en la beuno.



Desde arriba de la beuno.



Y a partí deste punto, empesó una nueva hittoria de superasión de la mega. Resurta que Rafa mabía convensío pa bajá con er grupo der otro hoté por la pitta 7, que según parese era mú bonita y sho no la conosía. Era otra pitta de las que bajaban ar pueblo, pero que no pasaba por la negra de la muette der primé dia, la que me bajé escurriéndome media montaña. Er caso é que me guttó la idea y me quedé con esho, pero cuando shegamo abajo pa cojé de nuevo la sisha beuno, la acababan de serrá, no habíamo medío bien er tiempo. Asín que sha solo quedaban dó orsione, o me bajaba de nuevo en er guevo, con lo cua mi orgusho herío seguirá con er sunsun y er joejoe, o bien me bajaba de nuevo la negra de la muette, pa conseguí bajarla comunapersonajumana y no comunacroquesta. Totá, que como er dia no habia ido már der tó, y sarvo er rebosamiento en er fuerapitta tó lo demá había sio positivo, pos me envalentoné y tiré pabajo con er grupo.

La pitta de bajá ar pueblo seguía ettando retiesa, pero ar meno no había tanta gente como er domingo, y se podía bajá con má tranquilidá. Las primera palas fuerte ettaban pa bailá la conga, pero ar meno había sitio donde podé pararte un poco y jasé er siguiente giro. Los acosjonamiento shegaron cuando arcansamo er punto sin retonno, donde er resto der grupo, que eran tós del otro hoté, tenían que seguí otro camino y sho tenía que seguí solo. Ante de irme, er Angel, que también esquia mú bien, mestuvo dando consejo sobre cómo colocá er peso der cuerpo pa compensá lainclinasión y jasé má fuersa sobre er esquí de fuera y frená má sobre la niesve dura y er jielo. Interiorisé los consejo, aunque no sabía sho si tenía margen pa prasticá una cosa nueva ante de morí un poco ma abajo.

Ar ve que tenía que seguí solo, me acojoné una poquita, y er Daví, que é mu buen mushasho, se ve que se dio cuenta de mi cara de pavó, o quisá se diera cuenta de siertos olore de descomposisión arsdominá, er caso é que se quedó pa bajá conmigo y que no muriera shó solo en las montaña austriacas tan lejo de casa sin nadie conosío que recogiera er cadáve, ques mu triste questés tú ashí muerto y te pasen tresiento esquiadore eshándote nieve en la cara y ni se paren a mirarte. Asín que le di las grasias ar Daví, y seguimo bajando los dó hatta que finasmente, despué de vario patinasos menore, shegamo a las fauses de la negra de la muette. En ese presiso momento, er Daví me miró con una cara de de cashondeo y me preguntó, ¿qué quiere, la fásir o la difísir? Y me dí cuenta en ese mimmo momento que la negra de la muette tenía un camino artersnativo, que podía habé cogío er primer día pa noscoñarme, y que paresía consistí en un pasishito largo y estresho con poca pendiente, que segusramente sencontraba abajo con la mimma pitta. Qué jiliposha que soy, qué peaso de atontao, montá la que monté pudiéndome habé bajao comuncagón por er caminito fasilito. Pos no, oshe, ni hablá, sha cabía shegao hatta ashín, mi orgusho herío no me iba a permití que cogiera er camino fásir y saliera vivo dashí comunanena acojoná (que era ersástamente lo que sho era en ese momento). Asín que miré ar Daví con desisión, y le dije, ea, topabajo, y me lansé. Pero etta ve, con la sabiduría que da lasperiensia y tó lo queshevaba aprendío en la semana, la mega comensó la bajada pol lapitta de patinaje con má prudensia y mejó posisión corporá. En er primé giro, intentó torsé las rodishas comol JoséAnger, poné los brasos como labía disho la Blanca, compensá er peso der cuerpo sobre er esquí defuera como labía disho er Anger, y resá a tós los santos ateos der sielo, tó ar mimmo tiempo. La posturar debía sé una mescla de doña rogelia bajándose er refajo y rafaela carrá bailando er mesplota esplota mespló, o sea, mu poco estéstica, pero oshe, mú efestiva. La mega consiguió deslisarse sobre er hielo con suavidá, sin violensia ni estridensia, con contró, colocando er peso aquí, er peso ashá, er braso a la vitta, la oreja tiesa y la seja torsía treinta grado según er ángulo de giro. Era comunadansa rísmica, y la mega sescurría por el jielo sin temó ni descontró ni mushos resbalone, tan bien iba que hatta sanimó y pegó un dóble ársel con tirabusón y resersión en cuclisha que prosvocó ovasione desder guevo que pasaba arriba. Con las patas temblando como er de abajo der tó de un castellé, la mega se paró ar finar de la negra de la muette pa esperá ar Daví, que venía en plan cosheescoba pa recogé los posibles rettos, pero tó fue bien y er reto ettaba superado. Er orgusho herío de la mega se dio por satisfesho y se fue de juerga a las shatis, y los dó esquiadore siguieron bajando por er bonito camino hasia er pueblo.

Se despidieron tré veses en tré bifurcasione que ar finá se terminaban juntando, y sha en la siguiente bifurcasión sha ni se despidieron ni ná, y esa era la guena, asín que finasmente la mega shegó esquiando ar hotel prospiamente disho, con la morá mú arta y los pelos tiesos por la tensión acumulá.

Mañana seguiré, que hay cosas mú divertías sobre esa mimma noshe, y sobre tó de la escursión der dia siguiente a Galtur, la estasión mardita donde los grupos de personas son desorientados por una fuersa cósmica consentrada que hase que tol mundo se pierda y no sencuentre en tol dia en una estasión con siete pittas. Increible, pero sierto.

Guenas noshesssss!!!!
Siguiente página del reportaje:
Página 7: Parte 7

Página anterior:
Página 5: Parte 5

3 Comentarios Escribe tu comentario

  • #1
    Fecha comentario:
    17/02/2011 17:39
    #1
    Vaya ganado...qué bien os lo pasáis.

    Gracias Juan por tus estupendos reportajes, la verdad es que te echábamos en falta.

    karma del mensaje: 0 - Votos positivos: 0 - Votos negativos: 0

    • Gracias!
  • #2
    Fecha comentario:
    01/03/2011 16:20
    #2
    uff, güena hortjafriá, aphena je tenió quesharrle imahinaxion!

    karma del mensaje: 0 - Votos positivos: 0 - Votos negativos: 0

    • Gracias!
  • #3
    Fecha comentario:
    02/09/2011 21:55
    #3
    No he podido resistir y me los he leído todos otra vez. Ere lo mejón de lo mejón. :lol2:

    karma del mensaje: 0 - Votos positivos: 0 - Votos negativos: 0

    • Gracias!

Escribe tu comentario





 

Si este mensaje tiene un solo insulto, no te molestes en enviarlo, porque será eliminado.
AVISO: La IP de los usuarios queda registrada

Los comentarios aquí publicados no reflejan de ningún modo la opinión de nevasport.com. Esta web se reserva el derecho a eliminar los mensajes que no considere apropiados para este contenido. AVISO: La IP de los usuarios queda registrada, cualquier comentario ofensivo será eliminado sin previo aviso.



Lo más leído: