Lo má curioso a resartá fué que en la sena nos tocó fondú, que consittió, como é habituás, en un plato con varios cashos de canne cruda, y unas oshas con aseite o argo jirviendo, donde tós metíamos nuettras cannes pa que se fueran frishendo. Er caso é que los españole nostamo acottumbrao a esas seremonias fransesas der tipo “ahí lo sheva y cosínatelo tummimmo”, polque los nivele dagilidá con los pinshos no eran mú avansao y la tésnica densartamiento de canne dejaba musho que deseá. Ettos jincamiento con tan poca firmesa ocasionaban a menudo querpitraco decanne sescurriera der pinsho y se pusiera a jasé una coreosgrafía denatasión sincronisada en er aseite junto con los otros trosos huérsfano de serdo, posho, vaca, cuslebra y rata montañesa. Er índise de pitracos perdíos en er proseloso aseite era tan elevao questábamo pasando tós un jambre que no era normá. La coordinasión a la hora de colocá los pinshos en er sopolte tampoco era guena, polque los poníamo unos ensima dotro y cuando arguien intentaba sacá su pinsho resmovía tós los demá y ar tirá seccapaban vario pitracos que salían jushendo en bucca de libertá. Er caso é que cuando los trosos de canne de losplato sacabaron empesó la parte má dantecca der evento, que consistía en remové er aseite pa jasé salí los casdávere a la superfisie y enganshá er prismero que pishara y shevárstelo a la boca, daba iguá que fuera vaca o posho o shurruscao der fondo, daba iguá questuviera resquemao o casi crudo, er caso era comé argo por dió. Cuando los caladeros de pistracos empesaron a dá señale de nesesitá una parada bioslógica, arguno comensale empesaron a beberse er mimmoaseite, que sha era comunasopa guarrindonga pero con fundasmento, de la cantidá de canne, muerta y viva, quesabía remojao ashín a lo largo de la noshe.
Meno má querpostre nos dió argo denergía pa podé pasá la noshe sin sufrí una bajada dasúcar pol desnutrisión. Qué cosa más robaisha de fondú, y no se podía ni repetí rata ni ná.
Después de la sena, nos subimo a la habitasión, y la Caro había resibío un correo de su madre (hola Doris!) en er que lesplicaba los susesos der dia. La Carol me lonseñó porque Dori é alemana y aunque hablaspañó perfestamente, con lascritura tiene arguna dificurtade tangensiale. Er correo ettaba tó en mashúscula, era un puro gristo y daba una anguttia verlo que sin leé ná daba laimpresión deque sabía muetto arguien o que pasaba argo mú gordo. Pero aquesho no era lo má grasioso. Lo más grasioso é que la mamá de Caro le desía en la carta que ar escribí, cuando quería poné una pregunta, siempre se leorvidaba “el signo de interrogatorio” derprinsipio. La Caro y la mega se revorscaban en la cama shorando a lágrima viva de la mimma risa, y la mega en ese momento supo que Dori iba a protagonisá ette cameo en las hittoria de Ischgl por er guen rato que nos hiso de pasá aquesha noshe.
A la mañana siguiente er martirio comensaría de nuevo pa la mega. Vuerta a la hittorieta der autobú, etta vé pa visitá Galtur. En etta ocasión er pueblesito ettaba má serca que los otros dó, y la idea inisiá era esquiá ashí medio día namá y luego vorvé a Ischgl pa seguí despué de comé, pero la mardisión de Galtur nos atrasparía na má shegá.
Ar shegá cogimo direstamente la sisha de laisquierda, má conosida como Birkhahnbahn y subimo a la parte media de lastasión. Dedde ahí cogimo la sisha má arta, la famosa Ballunspitzbahn. Si una cosa me guttaba detta estasión é lo familare que mesonaban los nombre, vamo, como las cashes de mi pueblo. Ar poco rasto sha nos sabíamo de memoria los nombre de los sei remonte sin orvidanno de prounisiá ni aspirá ninguna consonante.
Por sierto, macabo de dá cuenta que en er réspor dashé, las dó úrtima foto no corresponde a Ischgl, sino a la sisha Birkhahnbahn de Galtur, que mabía liao porquer peñasco datrá era mú paresío, ustedes perdonen. Sus las vuervo a repetí:
Si é que va sha la cosa pa quinse día dedde que vorvimo, si é que nostan las cabesas sha paettos trote, y tó blanco y tó sheno piedra, si é que é to iguá, en fíns... que utteden discurpen er disloscamiento fotil.
Etta es una vitta der pueblo de Galtur dedde arriba de la primera sisha. Aunque a sabé, iguá mañana deccubro que é una foto der viaje a siudá reá que jise hase un pá de mese, pero ustede son buena persona y sabrán discurpá la mala cabesa y er deppiste crósnico de la mega.
Dedde tó lo arto nos hisimo una bajasdita mú grasiosa y mú amena hatta abajo de tó de lastasión, una pitta bastante larga, la diesiséi, y con mu guena nieve. Cuando shegamo abajo, pa cambiá, desidimo subí er en guevo, er famoso Alpkogelbahn. No me podía creé que despué de tanto años soñando con subimme en er Alpkogelbahn, pol fin ettaba ashí, era comunsueño hesho realidá.
Cuando íbamo en er guevo, de pronto la Blanca selevanta comunaposesa y se saca argo der borsisho. Yastá, pensó la mega, etta loca é una terrorista darcaeda o argo similá y ahora va asacá unos esplosivo y nos va a meté un pepinaso querguevo va a dá siete guertas de campana esparsiendo rettos mortale comunbotafumeiro. Y sho con er papé der seguro en er hoté.
Pero no oshe, resurta que a la mushasha le gutta í sortando pegatina pol los sitio pol los que va pasando, y quiso dejá una en tan besho lugá.
Y ahí se quedó de rescuerdo. Nadie dijo ná, oshe, cá uno con sus raresa jase lo que quiere y cá uno sha tiene battante con lo que tiene como pa í cristicando las manía de los demá, tu sabe.
La pitta 6, negra esha, tiene etta pinta dedde la shegada der guevo. En la afoto no se nota porquesplana la joía, pero ashín en persona daba un poco de reppeto porque ar verla desfrente paresía mú empiná. Así que no quesdaba má remedio que í en pelsona a comprobá si rearmente era difísir o no, polque tenía una pinta mú guena, ademá de pavorosa. Así que pishamo la mundiarmente conosía Ballunspitzbahn y parriba.
Si no recuerdo má, er grupo ettaba formado por toa la trupe der hoté Pelusa meno Begoña, Pablo y Juan Migué. E desí, la Caro, er Jose Ange, er Luí, er Josele, la Blanca, la Marisa, er Juan Carlo, er Jorge y la Robuttiana, digooo, la Belén, y la mega. Si me se orvida arguien me vasha persdonando sha pol adelantao, é que joé, íbamo tan ráspido que no había tiempo de sacá foto grupale y luego no hay dió quescriba una crósnica.
Despué de bajá y subí la negra 6 varia vese, questaba battante orgásmisca, cuando sha consideramo cabíamo mojao de plase los carsone desbidamente, arguien prospuso tirá pa la otra sona de lastasión, que tenía una sisha y varias pittas cacababan en un lago. Mirando er plano, vimo que había que bajá por una roja, y desviarse a laisquierda por una pitta estresha. La Caro nos preguntó que si nos habíamo enterao der camino pa no lianno, y tós dijimo que si. Aquí sus dejo la foto de la úrtima vé que vimo a la Caro en toa la mañana.
La mardisión de Galtur empesó a jasé efesto en ese mimmo momento. Etto é como cuando nos perdimo en Rastadt, que é cómo si me dise que tas perdío en vardesquí, pos iguá. Tiene que verlo pa creerlo. Pos los jeshos fueron que er primero der grupo en lansarse, como casi siempre, fue er Jose Anger, que sha sus he comentao quesquía mu bien, pero tiene un problesma. Quesquia tan bien que habiendo blanco, ér tira palante, le da iguá er estado der sitio, hasha pitta, barranco, nevero, osha, deffiladero o camponabo. Mientra tenga un milísmetro de nieve por ensima, é te lo esquia. Y mú ráspido, y con musho balanseamiento de pantorrisha. Y claro, er Luí se fué detrá, y ese balanseamiento de pantorrisha asquiere una frescuensia hisnotisadora que te saca de tí mimmo y sha no tiene voluntá ni rasosinio. Er Luí se lansó también comolaslocas, y ashí que fuimos tós los demás, arrastráo por er ímpetu der Jose Ange, y nos bajamo la roja comunoscampeone a toa hostia y con un estilo y un buen hasé que tuvimo hatta que saludá a la gente de la casfetería que nos jasía laola. Cuando shegamos tós abajo nos abrasmo y felisitamo por la hasaña desa bajadita tan ersitosa, cuando de pronto despertamo der letargo, porque las pantorrishas der Jose Anger habían bajao la frecuensia dorsilasión (las seguía moviendo er tio, parao y tó) y er efesto hisnóstico sabía pasao. Y nos miramos tós con cara de pavó y nos dijimo, ottia, ¿hos hemos pasao er desvío? Miramo parriba y bueno, casi ná, dó kilósmetro má parriba, ashí se veía er desvio. Y la Caro que se ve que era inmune ar pantorrisheo der Jose Anger, y como ademá é alemana y esha sigue siempre las instrussione, pos sabía metío en er desvio y había desaparesío de la vitta por su pitta diesisiete. La shamamo usgentemente pol los guarkis, pero se ve que sha sabía metío en er otro vashe y no había coberstura en las ondas. Los demá nos miramo y dijimo, pos qué bien, ea, pos vamo a seguí bajando polque sha donde ettamo no podemo jasé ná.
En los laterale de la pitta había argunas piedas mú potitas.
Y seguimo bajando pol una roja presiosa, la 8, que también shegaba ar lago pero por otro lao.
Despué de varia paradita pa asmirá er paisaje y eshá unas cuantos dafotishos, vorvimo a shamá a la Caro pero las ondas seguían bloqueás pol la montaña que teníamo en medio. Asín que seguimo bajando hatta er lago próspiamente disho, y ashí pishamo er remonte, que era una persha doble, la resputada Kopsseelift. Subimo de dó en dó parriba, y cuando shegamo, eshamo en farta a Jorge y Belén, que no venían. Ettuviimo un buen rato esperando pero ná, que no jasían na má que shegá pershas vasías y ná. Los shamamo por er guarki pero no contestaban, y sha empesamo a presguntanno, oshe, ¿sabán caido ar lago? ¿sabán caido de la persha? ¿les habrá dao un aspretón romántico por lo besho der paisaje y estarán usando un billyboy? Er caso é que la mardisión de Galtur seguía jasiendo de las sushas, y tras esperá dié minuto má, desidimo innos porque aquesho no tenía esplicasión, sha apareserán, dijimo. Qué ilusos. Sha no los vimo má hatta la hora de serrá lastasión.
Subimo otra vé corriendo pa intentá shegá ar otro vashe, cogiendo etta vé la desviasión corresta de la pitta diesisiete, y cuando shegamo ar otro vashe empesamo a shamá por er guarki pa localisá a la Carol. Silensio. Dió qué pesadisha de dia. Seguimo bajando otra poquita, y vuerta a shamá, ná, que nadie contetta. ¿Será posible? Lo que nosabíamo los supersviviente der grupo era que en ese mimmo momento la Carol, muertafrio porque en aquesha parte jasía sombra, sabía vuerto ar vashe prinsipá, y vorvíamo a tené una montaña de pormedio y los guarkis no iban.
Pos sha questabamo ashín, bajamo hatta abajo, encontrándono má paisaje maravishosos. Como podéi comprobá las vittas eran pa quitá la respirasión.
¿Y la nieve? Pos ettaba ettupenda, no é por poné los diente largos, pero qué nieve teníamo oiga!
Ettaba to tan bonito que la mega, que normarmente acostumbra a quedá en segundo plasno porque esha é mú discreta, no pudo resistirse a la tentasión dasomarse.
Ar pie de la montaña y a la orisha der lago se veían ettas cosas.
Juan Carlos y Marisa se toman un respiro junto ar mapa de pittas, mientras a laisquierda JoseAnger tiene problema pa mantenerse a floste en la nieve polque no puede pará de mové las piennas.
Y la mega que no puede resittirse a enterrarse comosistuviera en la plasha.
Aquesho se convirstio en unaorgía de cásmaras despendolás dipparando a cuarqué árbo, o cosa que tuviera nieve ensima.
Y despué der desenfresno fotosgráfico, er grupo subió parriba pol la renombrada sisha Breitspitzbahn. Etta sí que sentendía perfestamente lo que significaba er nombre. Era, literasmente, “lasisshamálentaquelamadrequelaparió”. Era una sisha de dó y la mashó parte der recorrido iba pol la sombra y a tan poca velosidá que ademá de quitatte tiempo te quitaba vida. Jutto ante de shegá arriba der tó la sisha subió un poco pa remontá er picasho finá y de pronto er só nos dió en la cara y nos jiso reviví. Los corasones de tor grupo, que sabían puetto en estánbai pa soportá er viaje en la nevera supersónica, vorvieron a rescuperá pursasione jumana y la sangre vorvió a sirculá por aquehos cuerpos en plena ibernasión. Cuando shegamo arriba desidiimo bajá de nuevo, pero etta vé pol la pitta negra dose, que labíamo eshao er ojo dedde la sisha. Bueno, y tanto que labíamo eshao er ojo. A la mega labía dao tiempo a jasé un estudio tospográsfico completo de la pitta en perspectiva cabashera con soporte en diésdrico y había diseñao dó rutas mejorás pa prosponérselas a los responsables delastasión, con animasione en tresdé renderisás con er móvi sonyericson der añolaporca. Na má que de pensá cabía que vorvé denuevo parriba pol lamimma sisha, se nos quitaban las gana de bajá, pero la pitta negra nos shamaba con sus canto de sirena y no podíamo hasé ná pa resistinno. Las pantorrishas der JoseAnger shastaban a dosmí revolusione por minuto sin movelse der sitio y a ná que nos desidimo, se lansó pitta abajo y sha no lo vimo hasta er lago.
Nos tiramo tós a tumbabierta, incluido la Marisa y la mega, que solían sé las más conservadora en lo resferente a arcansá velosidade supersónica. Pero la pitta ettaba tan bien y con tan buena nieve y con paisaje tan bonito cuna cosa sheva a la otra, y otra a la siguiente, y cuando la mega quisodacordá sha iba a dosiento sincuenta por hora y las punta de losesquises ar rojo vivo y eshando shispas decolore. Ante de podé reassioná shegó un cambio de rasante que lo úsnico que se veía detrá era er lago, y la mega voló varios metro con un grito de pavó sostenío en sus gélido labios. La siguiente cuetta era musho más empiná, musho má dura y musho má ráspida de lo esperao, lo que no ashudó en arsoluto a disminuí la velosidá. La mega ettaba jasiendo curva de dosiento kilósmetro de radio y no era capá dacortá er giro. Las piennas le temblaban comolasruedas un trastór, y era consiente de que ar má mísnimo fasho de posisión de la uña der deo meñique der pie, iban a tené que buscá cashos de diente de la mega en er fondo der lago y en la orisha denfrente. Poco a poco, despué de vario giro, concrestamente osho, que los contó, consiguió redusí la velosidá a unos lísmite controlables y jumano, y un poco mas pashá consiguió pararse y respirá y desabrosharse las oreja que de la mimma aselerasión selabían fundío con er pasamontaña y con er cacco.
A los dó milisegundo shegó Marisa con cara de alusiná y disiendo, “joé, que ma costao pararme un guevo”, con lo cuá la mega desdujo que no había sio la única en tené disficurtade, pero se cashó comunasorra pa no mostrá debilidá.
En er sitio donde habíamo conseguío de pará había una vitta der lago mú presiosa también, que sus la pongo aqui.
Vorvimo a subí la sisha de la desolasión y la desesperansa, y vorvimo pal vashe der prinsipio, donde por fin conseguimo contastá con la Caro, questaba en la casfetería esperando, la pobre, tol dia abandoná a su suerte. Paresía que la mardisión de Galtur sabía ido a comé, que era la hora pol otra parte, y nos daba un respito, asín que pusimo rumbo a la casfetería der sentro de lastasión, y comimo con Carol y con Bego y sus dó amigo, y con er resto de esquiadore der alpenrous, que también shevaban ashí tol dia pero pol culpa de la mardisión no habíamo coinsidío.
Nos jincamo unas guenas viandas montañesa ar sol, pensando que er sol iba a jasé argo con la rasca questaba cashendo. Cuando terminamo de comé, bueno, cuando terminamo de comenno lo que no sabía quedao congelao der plano, tuvimo que metenno dentro de la casfetería a tomanno argo calentito porlque sho era incapá de seguí esquiando como se mabían quedao las mano. Er resto se fue a seguí dándole, y la Caro, la Blanca, la Bego y sus dó guardaesparda nos tomamo un casfelito con pasté bien calentitos.
Er sersedisha tim anda por ashí en otra mesa, y er cansansio sha empesaba a jasé mesha en arguno de sus miembros. Ar foro vas.
A partí daquí, empesó la búsqueda der Jorge y de la Belén, que resurta questaban en una casfetería de nombre ersórtico que noncontrábamo por toa lastasión, y resurta questaba abajo der tó ar lao der guevo. Despué de musho jaserse de rogá, er Jorge se subió con nosotros pa jasè las úrtimas bajadita, y la Belén y la Carol se fueron pa Ischgl.
Nos fuimo pa visitá la sona que nos quedaba por vé, de otra persha questaba serca de la prismera, pero pal otro lao de la montaña. No podíamo inno sin sentí en nuettras cannes la sinpar Klein-Zeinislift, no nos lo hubiéramo perdonao nunca.
Er caso é que bajamo la pitta sinco, que va ar lao de la persha, y subimo. Estando arriba, sha dijimo, oshe, que etto de las pershas é un rosho, vámono pa las sishas. Y dedde arriba se veía tol panorama. Una pitta roja resta que bajaba hatta la base de las pershas, y luego dó salidas a la deresha, la primera que shevava a la sisha y la segunda que shevaba ar guevo. Se dieron las instrussione pa í a la sisha, y tól mundo dijo que si, que sabía enterao, y sho que sha me veía er percá, mequedé arriba pa controla la operasión, con er guarki en la mano. En efesto, con la mimma organisasión cuna bandá demosquitos rabiosos, tol mundo salió a toa hostia ocupando toa la pitta como si hubieran gritao fuego. Er grueso der grupo se bajó la pitta a toa hostia sin cogé ninguna desviasión, er Anger se fue pa la sisha, y er Daví y er Julian pal guevo. Stupendo. Pol los guarkis narré la situasión a tós, y le comuniqué ar Anger cabía sio er ganadó de la prueba porque los demás sabían equivocao tós. La mardisión de Galtur había terminao de jasé la digestión y había vuerto a desorientá a los esquiadore incautos.
Y poco má, nos bajamo un par de pittas hasta que nos metieron de palasos pa que nos fuéramos sha dashí, y nos pishamo er autobú de vuerta, que estaba petao, pero adiviná, la mega fue sentá. No me preguntéis cómo lo jise porque ahora mimmo nosoy consiente, pero seguro que má dunpescueso tuve que pisoteá paconseguirlo.
La conclusión der dia, una maravisha destasión, sin gente, con paisaje presiosos y pistas sorprendentes y guena nieve. Mu recomendable, una esperiensia que merese la pena. Físjate, que eso lo diga sho, que soy una dominguera de las montaña, que no me gusta ná quetenga menos kilometros que los tres vashes. Pos pa que vea, tó é probá. Encantaita me vine, hasta se le perdonaba la mardisión.
Esa noshe salimo a dá una vuerta cortita, y probamo un garito nuevo, er Freeride, donde er grupo de bailatrise como siempre nos meneamo un rato, siguiendo las coreografía disparatás der Daví, y descojonándono con lasocurrensias dunos y dotros. Os dejo unas fotishos, y me voy pa la pitra, que se me duermen las pettañas.
Aquí vemo ar guenaso der diyei, que sesforsó en poné musicaspañola pa complasernos, lástima que noentendiera que er torito der fary y quien maneja mi barca no son presisamente piesas pa alegrá una fietta, pero gueno, er hombre le ponía intensión.
Er balé de los sombis sinojos a pleno rendimiento.
Y nos fuimo tempranito.
De camino ar hoté nosencontramo unos esquises destrosáos, que argún energúsmeno debía daberse cargao en mitá duna borrashera.
Y con etto me despido por etta noshe. Mañana o pasao sus cuento las peripesia der úrtimo dia, y la vuerta ar aeropuerto con nuestro particulá shofe suisida.
Guenas noshessss!!
