Die Abenturen des Megabyte in Ischgl

Hola de nuevo, aquístamos pa finiquitar estas crósnicas de Ischgl, que sha va siendo hora no? Disculpad por estos dias de tardansa, pero é que la mega ha tenío, de nuevo, una semana argo complicá, pero pa qué sus voy a contá mi vida má de lo nesesario, que cá uno tenemo lo nuettro.

Er caso é que er vienne nos levantamo la Carol y sho con la tristesa resflejá en nuettra legañas. Era nuettro úrtimo dia desta semana tan maravishosa, en la que nos hemos reido y divertido tanto y hemos conosío o nos hemos reencontráo con gente tan ettupenda. Despué de los shoros y lamentasione y de pasá por er diario rituá de convertirse de beshos durmiente a robocós estriatrises, tuvimo nuettro habituá desashuno con cashondeito sobre los boshos y los leuros, que no había menguao er tema, y despué de shená nuettros arcoholisados estósmagos con contenido sólidos, salimo a la cashe pa disfrutá nuettro úrtimo dia en Ischgl. La despedida iba a sé en la estasión prinsipá, en la mimma Ischgl, asín que salimo pitando par guevo Fimba. Dedde este guevo se pasa por ensima de las pittas que shevan ar pueblo, y en mitá dun vashe hay un puente que da un acosjone de la muette na má que de mirarlo. Otros día anteriore no estuve ráspida pa eshá la foto, pero etta vé lo pishé.



Si a mí me disen que tengo que crusá ese puente me entra la risarconejo en plan pordióquenopuedodepará. Qué vértigo na má que de verlo.

Er planing der dia era cojé la famosa pitta dutifrí, ques una roja múlarga que sheva por un vashesito presioso hatta Suisa, ar pueblo de Samnaun, ques un pueblo donde según parese pueden vendé sinimpuesttos. Y asi sha complestábamo toas las sonas por vé de lastasión.

Desidimo pasá por lasona de las pittas cuarenta, que nos habían guttao der otro dia, así que enganshamo las sishas setré, edó y ecuastro. Por aquesha sona nos jisimos argunas fotishos. En etta prismera queda evidensiáo que no dosmino para ná las tésnicas fostográfica ni er contralú ni la temperatura der coló ni esas cosa. Etto é sacá la cásmara, apretá er botón y salí jushendo. Así salen luego lasafoto, qué desastre.





Una vés desfogáos por esas pistas estupendas, nos subimo a la sisha secuatro, y shegamos a la frontera con Suisa. Ashí comiensa la famosa dutifrí-run, la pitta 80 y 81. Como os desía, la pitta é una delisia, con argunas palas empinás, y luego un paseito mú agradable por er vashe.





La conquitta de las suisas fue una empresa compartía entre los esquiatrises de los dos hotele. Aquí vemo ar Manolo sheno de contento y ar Julián tó derrotao detrá.



Rafa aparesió ese día disfrasao de corshonero montañés.



Finasmente shegamo ar pueblesito de Samnaum, y ar fondo sha se divisan los baretos y los dutifrís, que básicamente eran tó una mimmacosa. Daví se vorvió a reencontrá denuevo con su niño, ar que dio un paseito por Suisa y luego lo vorvió a abandoná. Como er perro y er gato ettán ettos dos.



Er interió der bareto era mú curioso, con cabra de pega incluida.



Nos paramo a toma unos cafeses y unos shocolates, y a los sinco segundos quedó demanifietto questábamo en Suisa. Julián pidió un shocolate caliente, y er camarero, con una malafoshá que má que suiso paresía granaino, contestó que claro, que er shocolate era siempre caliente. Pero no hasiendo una grasia, sino con cara de queré tocá los guevo, se ve quettaba aburrío er hombre. Pero no le jisimo ni caso queslomejón en etto casos.

Er siguiente detashe pa detestá questabamo en Suisa fue que, ar ponennos de nuevo los esquises pa tomá er casminito catraviesa er pueblo hatta er guevo que te sube de nuevo pa la montaña, pos resurta que no había gravedás. O sea, un camino de lahostia de largo, y má plano quelensefalograma delasteban. A joerse y a remá.

La tersera indicasión, por si argún despistao no sabía dao cuenta entoavía dequestámo en Suisa, era que ar shegá ar finá der caminito... ¿qué sus pensái cabía? ¿Assensó o guevo? Pos las dos cosas, una detrá dotra. Primero un assensó pa subí ar guevo, y luego er guevo. Pero no un guevo cuasquiera, no, un supermegaguevo de dó planta, como er de LesArcs, pa podé resmeté ar mársimo número de cabesas de ganao ar mimmo tiempo y empaquetarlos parriba.



Como era desperá, nos subimo ar guevo, empesó a entrá gente, y má gente, y má gente, y cuando sha no teníamo casi ni sitio pa mové er diasfragma y respirá una poquita, se serraon las puerta y aqueshoempesó a subí. Y vorvieron a ettas narises sensible esos aroma tradisionale de suisa, a sebosha posha sobacal, a sudó consentrao y a jalitósis desbocá. Dió de mi vida qué recuerdos mas horrososo que vinieron a mi cabesa, aquesho era un remake de Sermatt, pero qué orsesión que tienen ettos suisos de meté a gente a presión en los sitio y rosarse y ashusharse. Vale que serán persona tísmidas pero hay otros modo dentabla relasión que no implisquen tené que compartí olore corporale ni tené que notá burtos estraños por tótucuerpo mientras tashushan sientosiencuenta estraños.

Despué dunasubida mú larga, shegamo a la sona de Alp Trida una poquita desfashesías entre er ashusamiento y la arfíssia, pero recuperamo la consiensia a tiempo pa eshá argunas fotishos der bisho que nos había traío. Que tó sea disho, é incósmodo pero mú impresionante.

Aquí la caidita con los cables que marcan er recorrío. Samnaum ettá detrá der picasho der medio donde desaparesen los cables.



Er bisho, regresando a su hogá.



Sha en la sona de AlpTrida, nos tiramo un buen rato pajareando pol la sona de las sishas ene y eme



Dedde lo arto de la enedó había vittas como etta.



Y ette picasho nos resibía cuando subíamo pol la emedó.



En esta sona descubrimo ar fin er detashe que convertía a a Ischgl en una estasión desquí normá y jumana y como tienen que sé lasestasiones desquí. Encontramo pol fin la marmotte, quenestecaso no era una pitta, pero mira, ar meno había un bar con ese nombre, sino é que no le pueden dá la lisensia dapertura, unastasión desquí quesepresie tiene que tené una marmote en argún sitio, sino ni é estasión desquí ni es ná. E que debería sé una ersigensia de los esquiadore, si no hay marmotte nos vamos.



Por etta sona ettuvimo un grupo redusido de forero jasiendo varias bajadita, y otro grupo se quedó en una casfestería tomando una servesita. Cuando empesó a jasé jambre en er ambiente, nos reunimos tós a jasé la úrtima comida en pittas.



Depués de compartí esta úrtima comida empesamo er regreso pa Austria. Na má crusá de nuesvo la frontera, arriba de la sisha eneuno, un tipo sevino panosotro señalando las moshilas y emitiendo sonido guturales en una frecuensia deonda estraña que paresía ustriaco. Er turbina shastaba a punto de meterle de bastonasos pa que nos dejara en pás cuado la Carol nos avisó a vós en grito, “no le peguéis ques un agente daduanas”. Er turbina se puso a jasé de mayorette con er palo pa disimulá ante la carademalaosia der menda, y tós los que shevaban moshilas tuvieron quenseñarlas. Pos fasha mierda, te ponen las dutifri en Suisa pa que piques y luego er pavo ette te requisa si tas pasao comprando. Meno má que la mega no dio rienda suerta a sus instintos compursivos y no se trajo media tienda, que sino le hubiéramo alegrao er dia ar simpástico señó ette. Que también vasha trasbajo, ashin abriendo toas las moshilas con la de cosa que puede shevá la gente a esas hora despué de comé, entre restos deccompuestos der bocata que no tasacabao o er forropolá jediondo quetasquitao polquestabas tó sudao. Pero gueno, cada uno se gana la vida como puede, qué le vamo a jasé. Shó lo que peó shevaría sería tené questá tor dia ashí en la nieve, pero sin podé esquiá. Vamo, si sho trabajara dagente daduana en un sitio destos, mi puetto iba a sé un colaero internasioná de divisa, arcohó, tabaco y arma nucleare, polque no iba a etta nunca en mi puetto.
Y no sus perdái er mar gutto gutto que tienen pa los uniforme, no me diga tú la shaquetita de cuadro que sheva er mushasho, que paresen las rebequitas de lana que me hasía mi aguela, si eso en vé de imponé autoridá, jase que te de la risa floja. Cosas daustriacos.

En la foto, er turbina a punto de meterle un dereshaso ar pobre jombre.



Y sha en la sona der Idalp, ashín que nos quedamo un grupo dirredustibles, mientras otros cuantos, la Carol incluidos, sefueron pabajo pa empesá a jasé las maleta, que sha sabe que argunas persona, no é por criticá, nesesitan musho tiempo pa jasé las maleta, sha ves tú, si jaserla pa la ida vale quesdifísir, pero pa la vuerta sha vé qué dificurtá tiene, se arrecoje tó, sea tusho o no, se mete en la maleta, se sube uno ensima y se sierra. Dó minuto. Pero cá uno tié sus manías.

En una de las úrtimas bajadita nos subimo a la sisha betré, y bajamo la pitta dose. En etta foto, la mega comprobó sus resientemente asquiridas dotes de ventrílocua, proyestando su vó pa que sonara en argún lugá indeterminao a laisquierda der grupo desquiadore. Cuando la mega gritó “foto fotooooo”, etta fue la reassión.



Y partí daquí, empesó er dessenso hasia er pueblo, y como era er úrtimo día y la mega se sentía plestórica pol habé sobrevivío a los essesos arcohólico y a los arsidentes en las pittas, satrevió de nuevo a bajá con tol grupo la pitta uno, inclushendo la negra da la muette.

La bajadita ettaba como siempre, pelona y shena de gente, pero con la confiansa daberla bajao otro dia ante, la mega sha iba sin miedo, o con solo un poquito. La pala negra seguía congelá comosusmuelto, pero asplicando los conosimiento resién asquirío sobre posisionamiento de las rodishas, pantorrishas, brasos y demá partes mósvile, la mega consiguió bajá la pala má difísir de toa la esttasión no solo sin caerse, sino además con una espressión corporá no demasiao ridíscula, con lo que shegó abajo mú contenta y orgushosa de sí mimma.

Con etto, terminamos er úrtimo día desquí. Qué pena me da hatta ahora quelostoy escribiendo. La verdá é que, en resumen, er sitio merese la pena. Los reselos inisiale eran infundaos, é un sitio mú recomendable, con mú guenas pittas y remontes, y con sonas mú bonitas. Y dedde luego er ambiente der pueblo, los baretos, las borrasheras, las “mujeres malas”, etc, es argo nuncavitto. Ha sio la semana desquí má desenfrená que me tirao en mi vida, y eso que la mega se recogía temprano, habrá otros que todavía, quinse dia despué, sestén rescuperando. Mira que normalmente despué desquiá hay su rato de relás, su sietta, su sueñesito, su ratito de leé un libro tranquilito... qué coño, ashí la vida era mú complicá y mú atareá, la agenda dastividade no te daba un respiro y en toa la semana me leí cuatropágina der libro que me shevé, y mushas fueron. Si hubieran terminao de shevá la pitta der pueblo a dondestá er guevo en vé descupirte en mitá duna calle, sha hubiera sio perfesto. Pero argo tenían que dejá malamente puetto polque sino me iban a arruiná er réspor, si no hubiera tenío ná que cristicá.

Pero ahi no terminó tó. Quedaban má sorpresa. Resurta que en er jacuzzi, cada vé que se metía la tarjeta de la habitasión pa vasiarlo y shenarlo, te shupaban diesisiete euro. Vamo, con diesisiete euro me saco sho er abono anuá de la pissina de mi pueblo, pero qué dipparate. Meno má que lamega, como no había tenío tiempo en toa la semana de í a la sauna ni ar jarcuzzi, no se shevó sorpresa ar pagá la cuenta.

Esa talde, ante de que oscuresiera, me dí una vuerta por er pueblo pa podé sacá argunas fotos de dia, que como nosmalmente a esas jora ettabamos en argún hute, no tenía casi ninguna.





Etta é la sona de los hoteles supermegapijos y supermegacaros.



La pitta de bajada que shega ar pueblo. A la isquierda en la curva é donde nos salíamo pa nuettro hoté.



Er hoté Trofana



Y ese bareto der oso é er Trofana, pero er de verdá, no er otro der mimmo nombre quera un geríatrico eslavo donde nos metimo er otro dia.



Má hoteles



Otra foto der hoté Trofana



Vitta dedde la plasa de telesférico. Nuetro hoté é ese que está ensima der muro dormigón horroroso.



La iglesia dedde la plasa



Un bareto mú shulo



Impresionante er sementerio dentro der resinto dela iglesia.





Y la sena de deppedida fue iguá que toas las noshes, comunaboda, con sus siete plato y postre. Pero como era la despedía, la Blanca le pidió ar casmarero, que era er niño de la afoto de presentasión der hoté, que se jisiera una foto con esha, y aquístá.



Bueno, reasmente les grabé un video, y luego quise jaserles la foto, pero como er mushasho era ustriaco y tenía ese sentido der estrés que no puede perdé má segundos de los nesesario, sha sestaba shendo cuando le eshé la foto. Pero gueno, sale grasioso.

Cuando sha nos meamo de la risa fue cuando se lesvantó er Juan Carlos y se fue pa la Estrepsils, y le pidió que quería jaserse una foto con é. La pobre mujé lo miraba como si lestuviera prosponiendo mantené relasione sersuale ashí mimmo, con losojos mú abierto y er labio dabajo temblando no se sabe si de miedo o de sospresa. Er caso é que salió escopetá, y er pobre Juan Carlo se quedó ashí en una sisha tó mustio, esperando que vorviera pa la foto, pero no vorvió. A partí dese momento vino otra shica a servinno, no sabemo si la Estrepsils sabía tirao por er barranco de delante der hoté y sabía suisidao, pero sha no la vimo má.

Aquesha noshe argunos salieron a deppedirse de las mujeres malas y de las baisbier de medio litro, pero la Carol, er Josele, la Blanca, er Jose Anger y la Mega desidimo pasá un ratisho en er salón der hoté, que no habíamo vuerto a pisá dedde er cóstel de bienvenida y oshe, sha que labíamos pagao, había camortisarlo. Y nos eshamo unas partidisha ar pósker, donde despeshejamo ar Jose Anger polque er mushasho sempeñaba en enseñalno las cartas y ademá le pishabamo tós los farole. Que sepa, Jose Anger, que los treinta grano de café que le pediste prestaos a la banca no se orvidan, y que má tarde o má temprano tencontraremo y te pediremo cuentas, que a la banda de la mega no se le levanta er café asín como asín.

A la mañana siguiente habíamo quedao en que er autobú nos recogía a las siete y cuarto en er mimmo sitio que nos había dejao, pa shegá con tiempo ar eropuerto de Munshen si había atasco. La Carol consiguió que nos pusieran desashuno a las siete meno cuarto, asín que ni sos cuento er espestásculo dantesco a esas horas, con las maletas tirás por la resersión, los ríos de legaña bajando pol las escalera, la Blanca mojando er jamon yos en er café, y los úrtimos shistes sobre los boshos y er euro pero sin grasia ninguna porque nosentendía ná de lo que desíamo der sueño carrastrábamo.

Nos tiramo a la cashe en plena oscuridá tirando de las maleta, moshilas esquises y botas, pa bajá hatta la plasa der telesférico polque er tio der utobú, como no quiso de subí ar hoté, pos pensamo que nos recogería ashín, asín que pashá que nos fuimo.

En un momento de lusidé entre ensoñasión y ensoñasión, aserté a sacá la cásmara pa castá ette momento de espera mañanera a dié bajo sero.



Er Kutstal, enfrente nuetro, dormitaba. Qué raro verlo sin bisharracos enormes y borrashos dando gritos.



Cuando sha habían pasao quinse minuto de la hora acordá, empesamo a ponnerno nerviosos. Pa etta gente, quinse minuto de retraso se condena con la pesna de muette, asín que si er autobú nostaba shá ashín, e que argo grave pasaba.

La Caro se puso a shamá ar shófer que nos trajo er primé dia, y er tio ettaba en su cama tan ríscamente, en argún lugá dalemania. A tós se nos empesó a jasé un poquito de nudo en er estósmago. Cuando la Carol corgó nos dijo que no, que había venío er jefe a por nosotro, y que sha debía destá ar shegá. Totá, quesparamo un poco má, y ar rato shegó un tio como despistao preguntando argo, y resurta que era er shófer, que había metio er autobú hatta la puerta der hoté, y que no nos encontraba. Con lo cabíamo sufrio pa acarreá los burtos, nos dio la risa tonta ashí mimmo, y er tío como que insinuaba que ea, que er autobú ettá ashí arriba, que subiéramo otra vé con tós los shismes. La Carol lesplicó con toa claridad que yastás subiendo a por er autobú eshando leshes pero sha y sin reshistá. Y eso hiso er mushasho.

Por fin, con síntoma de congelasión, subimo ar autobú tós tiritando y cuando er mushasho consiguió recolocá los burtos, salimo a rescogé a los der otro hoté, que también ettaban esperando. Cuando llegamo, er tio paró en una calle estresha cuetta arriba y un peaso barranco que te caga a la derecha, que tós mirábamo de reojisho. Subieron tós y cuando terminó de cargá los esquipaje, er tio en vé de seguí parriba pol la cashe, cabía una rostonda pa dá la vuerta, sempeñó en meté er culo der autobó marsha atrá en un cashejón mú empinao asia arriba, pa dá la vuerta ashí mimmo. Los momentos de pásnico que se vivieron fueron aposteósico, con gritos, shoros, gente resando, se me jiso escusha hatta un almuecín shamando a la orasión dentro der utobú. Er casharro que sabía encasquishao y como er cashejón era mú cuettaarriba, ar tio cada vé que intentaba dar má marsha atrá, er utobú no podía y se iba un poco palante. Intentaba de nuevo, y se iba palante y er tío metia un frenaso, así hatta que er autobú se quedó complestamente atravesao en la cashe, con er culo levantao polquestaba metío en er cashejón empinao, y er morro pegando con la vasha, quera lo úsnico que nos separaba der presipisio. Abajo había un riashuelo helao ashí a lo lejo, y sho ya nos veía en los notisias, un autobú despañole despeñao y los que no murieron de los gorpes murieron congelao en er rio. Cómo sería er momento dangustioso que shevaba la cásmada de video ashí ar lao y ni la saqué. A cada mosvimiento der bisho los gritos se hasían má ensordesedore y er pavó se hiso er dueño de la situasión. Sescushaban vose de “abre la puertaaaa que me tiroooooo” pero er tio ettaba consentrao y venga palante, venga patrá, rosando er quitamiedo, ar finá consiguió maniobrá y sacá er autobú dashí. Nos quedamos tós tan relajáo despué de la tensión acumulá que argunos gases encontraron fásir salida y la deppedida de Ischgl ettuvo mu perfusmada.

Por er camino de vuerta, los paisaje eran mú bonitos. A la ida no pudimos disfrutarlos polque era de noshe, pero ahora si.



Y er atascaso en sentio contrario hasia las estasiones desquí, impresionante.



Sha en er aeopuesto, intentamo ponerle presio y vendé ar Daví, pero noencontramo compradó, y eso que é buen partido y tiene estudio y tó pero la trata de blanco no se shevaba musho en Munshen.



Y nos hisimos varias fotos de gruspo. Etta no é de las más completas, pero é la única que encontré en mi cásmara, se ve que las demá que jise no salieron, pero gueno, sha pediré que me envíe Rafa la que hiso ér questábamos tós, y montamo un suplesmento der report.

Pos hatta aquí hemo shegao en etta crósnica dette viaje stupendo y maravishoso. Se me han quedao montones danesdotas por contá polque ha sio una semana mú densa, pero bueno, mejón asín que battante ladrishaco shevo sha. Un beso mú grande pa tós y tóas los compañeros en etta semana que pa la mega hasio mú espesial y sa sentío mú a gutto y se lo ha pasao mu bien.

Un besotennnnnnnn!!!!!!