Ya sabeis que Marie curie, fué una francesa de finales del siglo XIX que obtuvo el premio Nóbel por descubrir los efectos de la radiactividad.
Y esto viene a cuento por lo siguiente:
A Bad Gastein y a Bad Hofgastein no sólo le unen 85 kilómetros de excelentes pistas y no se cuantos remontes modernísimos, sino 9 manantiales de aguas termales que han servido desde tiempo pretéritos para curar la salud de los afectados por enfermedades nerviosas, parálisis y reumatismo, a pesar de que esas aguas son inoloras, incoloras e insípidas.
La razón de tamaña proeza no e la explicaba ni el mismísimo Paralceso, un químico de la zona que intentaba obtener oro de la llamada "piedra filosofal" y que está enterrado en la Iglesia de San Sebastián de Salzburgo.
Y la razón de esos efectos curativos está, cosa que se descubrió por la nóbel francesa, no en concreto en lo que se refiere al agua de esos manatiales, sino al descubrimientos de los efectos, no siempre catastróficos, de la radioactividad.
Son aguas fuertemente radiactivas, que es lo que la da su valor curativo.
La verdad es que toda la ciudad de Bad gastein está llena de chorritos de vapor y canalillos de agua caliente que surgen entre la nieve a temperaturas de bastantes grados bajo cero.
Pero también es cierto que los naturales de la zona aprovechan para poner unas feas tuberías para llevarse ese agua a sus casas o a sus negocios de baños.
Hay bastantes negocios de hidroterapia, pero el principal y más moderno estaba al lado de mi hotel y del principal remonte de Badgastein.
Os estoy hablando de las Felsentherme unas instalaciones amplias, modernas, limpias, acristaladas y climatizadas para disfrutar de las aguas curativas, y de las maravillosas vistas, no sólo hacia el exterior, sino también hacia el interior
De paso respondo a los que preguntan si llevaba prismáticos.No hacía falta. Sólo era necesario mirar a la hamaca del al lado, eso si, con mucha discreción
En la entrada de las termas, a cambio de tus pantalones y de 17 euros te dan un reloj, que va a ser en ocasiones tu único acompañante durante las tres horas que dura la sexsión (no hay errata) de termalismo/voyeurismo.
Y así, desnudo y ligero de equipaje como decía el gran Machado que van los hijos de la mar, te adentras en un laberinto no de pasiones, sino de placeres, que a continuación os describo.
Primero hay una gran piscina con chorros adosados a sus paredes y también en el suelo, con el agua a 32º. Allí todo son cartelitos, advertencias y achtung,achtung..., pero en cada momento te ponen la temperatura del agua.
De esa piscina cubierta vas por unos pasadizos al aire libre, con una temperatura media por la tarde del orden de -7º introducido en agua a 34º centigrados.Te paseas por esos canales con el agua hasta la barbilla contemplando el maravilloso paisaje y entre montañas de nieve.
Para los intrépidos hay dos piscinas al aire libre, con agua no tan caliente.
Pasado ese laberinto a 34º entras en otra sala donde hay una piscina con unos bancos de obra sumergidos en los que te tumbas y agua a 32º te da masaje por todo el cuerpo.
De ahí, y en plan jefe indio te vas a una especie de gruta, a la gran cascada, donde un chorro de agua a la misma temperatura te cae desde al menos 2 metros de altura sobra la cabeza, hombros y espalda. Llega a hacer daño, pero recomiendo a las chicas que pongan sus glúteos a disposición de la benefactora agua a presión a fin de endurecerlos.
A los chicos, lo demás se les endurece sólo.
Terminado tu paseo por ese laberinto de placer acuático, reposas unos 10 minutos en tu hamaca, viendo pasar a las bellezas en bikini y te diriges a la zona de saunas, en la que debe entrar mediante el reloj que te han proporcionado.
Alli siguen los ¡achtung,achtung! (aviso) en alemán. Yo le pregunté a mi mujer, que algo va sabiendo del tema, y me respondió: ahí dice que te pongas en pelota, tonto.
Hay una puerta con damen y otra con herren.Yo supongo que unos y otr@s vamos a andar por separado, pero traspasadas las puertas, veo que se trata de una gran sala comunal donde tod@s nos desnudamos ceremoniosa y parsimoniosamente de todo lo que que no sea nuestro relol.
La sauna seca está a 50º,y no se debe tomar más de 20 minutos.Una mierda de sauna para alguien que como yo, he visto en el Caballo de Sevilla los 52º, y vestido. Por eso me dedicaba a mirar de reojo y a imaginarme que era Max Von Sidow en la película de Irmang Berman el Manatial de la Doncella y deseaba encontrar un cuchillo carnicero para matar a los pastores violadores de pastorcicas.
La sauna seca, segun los achtung no debe tomarse más de 20 minutos, pero yo con 10 estaba harto, y además ya les había hecho el estudio antropomórfico a tod@s mis acompañantes de la instalación, así que me salí a tomarme algo frequito.
Y hablando de antropometría, y a pesar que tuve el imperdonable error de dejarme las gafas dentro del albornoz en la zona textil, pude comprobar que las chicas, y tambien las menos chicas, estaban todas dotadas de espléndidos comedores infantiles y que tenían las mochilas bien llenitas y perfectamente colocadas
En cuanto a los antropos, es decir hombre sensu stricto, mi mujer, que tampoco llevaba sus gafas, pero que ve mejor que yo, me dijo que no estaban mal.Incluso como anticipo de su regalo para mi sesenta aniversario, me dijo caritativamente "que yo no desentonaba".
Nada de extrañar, habida cuenta de que no había clientes ni de la raza africana ni de la raza asiática, que son los referentes máximo y mínimo respectivamente de las dimensiones peneanas.
En fin un "aurea mediocritas" en la que yo me encontraba francamente a mi gusto.
Luego pasamos a la sauna húmeda.Ésta a 80º inundada con un vapor que olía a eucalipto. Allí, se debe estar no más de 15 minutos, segun los achtung, pero yo en 10 liquidé porque había una niebla casi londinense y no era cosa de andar tanteando entre cuerpos desnudos para encontrar la salida, a punto de recibir una hostia.
Luego viene lo mejor de la tarde: te tumbas en completo estado de placidez/flacidez (táchese lo que no proceda) y te pones a contemplar cómo la sombra va subiendo del valle hacia la montaña y se va introduciendo entre los resquicios de la arboleda, dejando las cumbres para recibir el último sol de la tarde.
Recordaba las puertas de sol, que he visto en las cumbres alpinas, memorables algunas en Morzine-Avoriat con un calvados en la mano, y me sentía feliz de poder disfrutar de esos momentos, que por circunstancias de mi edad, que no de mis deseos, deberán acabarse algún día.
Mientras tanto, veo desde mi hamaca cómo se afanan en la pista de enfrente los "agoniosos de la nieve" que como adictos a la nicotina dan las últimas caladas al cigarrillo que se acaba....
Saludos
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