Un 1 de enero de 2014 se inauguró en Corea del Norte Masikryong, la primera estación de esquí de aquel pais abierta al público. Y lo hizo no sin una fuerte polémica, ya que la ONU sabía de sus intenciones y trató de impedir que pudieran comprar las instalaciones. Pero no solo lograron sus remontes, sino que además se estrenaron con un completo sistema de nieve artificial de Technoalpin, y hasta con máquinas pisapistas o motos de nieve.
Antes de Masikryong ya existía una pequeña estación de esquí en Corea del Norte. Tan inaccesible, que se sabía de ella por rumores. Aquella pista servía, y debe seguir usándose, para el entrenamiento del ejército de Corea del Norte. Pero Kim Jog Un decidió hace unos años, impulsar la economía con el turismo.
En sus planes estaba construir parques acuáticos, resorts de playa y hasta acabar el icónico Hotel Ryugyong, una mole de cemento inacabada durante décadas, que finalmente se pudo inaugurar en 2011. Y como complemento a todo aquello, también se pensó en la construcción de toda una estación de esquí.
Para este proyecto se pensó en el norte del país, donde están las montañas más altas. La mitad de Corea del Norte suele recibir nevadas regulares, y la zona donde se ubica la estación de esquí puede tener una larga temporada de cuatro meses.
Se estima que Masikryong costó unos 35 millones de euros (algunas cifras elevan la factura por encima de los 100), y se construyó desde cero en menos de un año. Cuando se inauguró contaba ya con el gran hotel, material para alquiler, escuela de esquí y todo tipo de instalaciones. El telecabina llegó desde la estación austriaca de Ischgl, quién se lo vendió a una empresa china, y ésta a Corea del Norte.
Kimi Jong Un se vino tan arriba, que incluso propuso a Corea del Sur ser sede olímpica de alguna de las pruebas de los Juegos de Invierno PyeongChang 2018, que evidentemente no obtuvieron respuesta positiva.
La construcción de la estación de esquí de Masikryong no estuvo exenta de polémica. La ONU tiene aplicado un embargo comercial a Corea del Norte que le impide en teoría, poder obtener mercancías que no sean alimentos o medicinas. Pero la realidad es que al país siguen llegando productos de todo tipo.
Pese a que los planes de Masikryong era poder abrir el país al turismo, la realidad es que Corea del Norte sigue siendo muy hermética y todo aquel extranjero que ingrese en sus fronteras lo hace bajo una estricta vigilancia. La estación de esquí no escapa a esta situación, así que no recibe muchos esquiadores extranjeros (aunque algunos llegan).
Además, todo lo que ocurre en Masikryong sigue con tanto hermetismo que todo lo que pasa se averigua gracias a imágenes por satélite o rumores. Por ejemplo, hace cuatro años ampliaron sus alojamientos con la construcción de un segundo hotel. También se han visto otros edificios, al parecer para albergar turistas nacionales pero a precios más económicos.
Al mismo tiempo, se ordenó contruir otras tres estaciones de esquí, de menor tamaño, y en esta ocasión con un perfil de esquiador nacional. Actualmente Corea del Norte cuenta con los complejos invernales de Masikryong Resort, Samjiyon y Kanggye Ski Resort. además de la inaccesible para entrenamientos militares.
Los planes de ampliación de estas estaciones de esquí, así como la construcción de otras más, se paralizaron con la llegada del COVID.
En todo caso, todo el desarrollo de la estación de esquí palidece ante el desarrollo de Wonsan, un enorme complejo turístico en la playa, con más de 150 edificios, capaz de albergar a decenas de miles de turistas.