No sé si os habrá pasado alguna vez, pero hay pocas cosas que puedan estropear más una espléndida jornada de esquí, que el hecho de pasar mucho frío.
Y es que realizar deportes al aire libre y en la montaña no siempre es tan ‘bucólico’ como parece: niebla, viento, lluvia, nieve y, sobretodo y más habitualmente, el frío, son elementos que nos podemos encontrar cuando nos vamos a esquiar.
¡Que el frío o el 'mal tiempo' no os quite la sonrisa!
Veamos hoy algunos pequeños consejos para impedir que el frío nos arruine un día de esquí:
- Vigilad mucho con las zonas por las que ‘perdemos’ más calor corporal: manos, pies y cabeza. Usad siempre casco y en caso de que tenga ajustes para cerrar la ventilación, cerradlas. Comprad calcetines específicos de esquí (nada de ‘medias’ de fútbol) y a ser posible de los que están preparados para el frío intenso. Usad buenos guantes o, mejor aún, manoplas, y como más calientes mejor. Por último y para cerrar este apartado, si sufrís de mala circulación, o si soléis tener manos o pies fríos, usad calentadores.
- Usad ropa interior térmica y de calidad, tanto en el tronco como en las piernas (personalmente apuesto siempre por Spyder). En cualquier caso nada de algodón sobretodo, este se empapa con el sudor y nos llevará fácilmente a pasar mucho frío o, en el peor de los casos, a sufrir una hipotermia.
- Buscad ropa de esquí de calidad, que sea transpirable (con membranas tipo Gore Tex por ejemplo) para intentar no sudar y, a ser posible, también cortavientos. Este último elemento es clave para evitar que el viento nos ‘robe’ calor corporal filtrándose a través de la ropa.
- Intentad no esquiar y sobretodo, parar, en zonas muy azotadas por el viento.
- Si podéis, intentad esquiar en pistas resguardas por el bosque. La sensación térmica puede ser mucho más moderada dentro del bosque que en pistas ‘desprotegidas’.
- Si podéis elegir, intentad usar remontes que no sean muy largos, así no pasaréis tanto tiempo parados.
- Vigilad que no aparezcan manchas blancas en la piel que esté descubierta, es un primer signo de congelación, en caso de detectarlo intentad aplicar calor corporal sobre esa zona para hasta que esas manchas desaparezcan.
Obviamente, estos consejos no harán de un día de -20 grados un cálido día de esquí primaveral… pero seguro que ayudan a más de uno a lidiar con las olas de frío polar.
Winter is coming!
Sam Suarez,
Técnico deportivo superior