
En la línea de la máxima pendiente encontraremos la máxima aceleración y si lo que buscamos es esquiar lo más rápido posible, es ahí donde buscaremos el máximo apoyo, que también es la maxima deceleración; de esta forma crearemos una sinergia entre la máxima deceleración que generan nuestras fuerzas internas y necesaria para el desplazamiento lateral, con la máxima aceleración que nos ofrecen las fuerzas externas. Así tendremos una buena gradualidad en los apoyos, un buen timing o tempismo, que estará en función del tipo de superficie sobre la que esquiemos, la velocidad de desplazamiento, el radio de curva y nuestra condición física.
Para encontrar el muro, podríamos imaginarnos que somos una pelota que se lanza contra los muros de un pasillo y va rebotando de un lado a otro con la ayuda de la gravedad y de la elasticidad/reactividad de la pelota.
Una forma de entrenarlo puede ser corriendo en diagonal hacia un muro “la diagonal” e impulsándose contra èl “la curva” buscando la próxima diagonal.
Los mejores esquiadores entran y salen del muro con una gran precisión, aunque en determinadas condiciones encuentran y usan el muro de forrma magistral e innimitabe.
Nes
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