*Cuando un cuerpo ejerce una fuerza sobre otro, este ejerce sobre el primero una fuerza igual y en sentido opuesto.
Este principio afecta al esquí desde la base, cuando desde la cuña buscamos hacer fuerza sobre el esquí derecho para desplazarnos hacia la izquierda.
En los últimos años se focalizado la atención en las propiedades auto-direccionales de los esquís parabólicos “carving”, que facilitan la realización de las curvas cortadas, pero ,no hemos de olvidarnos de que hay muchas formas diferentes de hacer curvas y diferentes formas de cambiar de dirección.
Al hacer curvas estamos aumentando la fricción, lo que es una forma de disipar la energía que llevamos, cuando esquiamos con velocidad.
Para poder gestionar las fuerzas, de acuerdo con los límites que nos impone nuestra biomecánica, la condición física/técnica, el material y las características de la nieve, hacemos curvas, pero desde un punto de vista hipotético, si fuésemos capaces desplazarnos el línea recta, la distancia recorrida seria menor, con lo que podríamos esquiar mas rápido, en del esquí alpino de competición.
La posibilidad de que podamos esquiar en línea recta, sin hacer curva para cambiar de dirección, es poco probable, pero la tendencia es, aumentar la trayectoria rectilínea y reducir el radio y arco de curva, para esquiar mas rápido.
De esta forma utilizaremos los esquís como una ballesta o un arco, que recibe y lanza nuestra masa de un lado al otro de la pista ,disipando y proyectaddo la energia del esquiador.
La siguiente ilustración se puede asociar con las fases de la curva:
1.MONTAR la FLECHA = ENTRADA en CURVA
2.TENSAR el ARCO = ARCO de CURVA
3.SOLTAR la FLECHA = SALIDA de CURVA
Nuestra técnica, condición física , tipo de nieve y material, condicionaran la velocidad y precisión con la que podremos realizar esta acción.
Una de las paradojas del esquí de competición, es que nos pasamos la vida haciendo curvas para trata de ir lo mas recto posible.
Nes
Love&Respect
www.skines.es
