Ya es plena primavera en las estaciones de esquí. Alta primavera le llamarían algunos años atrás, y es que a pesar de encontrarnos a finales del mes de marzo, las temperaturas anormalmente altas de este final de mes nos dan la sensación de que más bien todo el calendario va treinta días avanzado. O sea, que a la práctica parece que nos encontremos ya a finales de abril.
El caso es que con la primavera, ya sea plena, alta o como la queráis llamar, las condiciones de la nieve cambian y en consecuencia hay que adaptar un poco nuestra práctica del esquí.
Esquiamos los incondicionales
Las temperaturas van subiendo, crecen las horas de luz y los rayos de sol son cada vez más perpendiculares sobre las laderas de la montaña y algunos aficionados al esquí dejan de visitar las pistas. Son esquiadores condicionados más por las fechas del calendario que por las posibilidades de seguir disfrutando de la nieve.
Pero lo cierto es que el esquí de primavera, si seguimos algunos consejos y algunas limitaciones según el horario, puede resultar muy divertido. Vale, lo suelto: tan satisfactorio al esquí que practicamos durante el invierno más riguroso. Admito críticas implacables y me comprometo a responderlas y a defender mi posición.
Estos son 5 consejos y 5 buenas razones para seguir disfrutando del esquí en las mejores condiciones posibles en estas fechas.
Los 5 Consejos:
1 • Adaptar el horario según cotas
Lo más recomendable es empezar a esquiar temprano, y si es posible estar entre los primeros en abrir traza. Algunas estaciones incluso aplican un nuevo horario y abren a las 8 de la mañana y cierran antes. Lo normal será empezar por las pistas bajas e ir subiendo a las pistas de cotas altas según vayamos avanzando minutos u horas en el horario matinal.
2 • En busca de la mínima incidencia solar
Posiblemente, habremos disfrutado mucho en las 2 primeras horas del esquí, trasladando nuestras bajadas de cotas bajas a medias, evitando la nieve "mármol" de las cotas altas de primera hora. O sea, nos hemos adaptado progresivamente a la transformación. Por lógica, empezamos con nieve muy dura y acabamos con la nieve "crema".
Sin embargo, a partir de las 12 del mediodía la nieve ya prácticamente se habrá transformado por completo en nieva pastosa, y eso casi por igual en las cotas bajas y medias. Será el momento de buscar las pistas con orientación a poniente y norte, que por avance solar habrán recibido menos incidencia y por ello menos transformación. Si hay bosque, hay que intentar deslizarse por el lateral más próximo a la sombra de los árboles.
Si sois de los que les gusta amortizar el forfait y no deseáis dejar de esquiar hasta las 3 de la tarde, entonces ya solamente nos queda un último recurso: deslizarnos por los laterales de las pistas que casi seguro habrán estado poco frecuentados. Esos laterales conservan una nieve menos castigada gracias al paso menos frecuente de otros esquiadores.
3 • Bronceado montañero, sí, pero con protección.
No hace falta marcar la montura lateral de nuestras gafas de sol entre orejas y ojos, pero el bronceado de montaña puede resultar sano si lo aprovechamos con prudencia. Durante los meses de marzo y abril conviene empezar a protegernos con mucho más cuidado que en diciembre o enero. Imprescindible ponerse crema protectora de alta graduación para el sol. Evitaremos broncearnos hasta ponernos rojos como un tomate.
Ante la duda o para quienes tienen pieles delicadas es necesario consultar con el médico de cabecera o con un farmacéutico de confianza. Y no olvidar que conviene broncearse varias veces al día.
4 • Proteger los ojos del sol de primavera.
El sol en primavera es ahora más peligroso para nuestros ojos. Primero porque su incidencia de rayos UV es ahora más perpendicular que en diciembre o enero, y en segundo lugar porque el día gana horas de sol y nuestros ojos están más expuestos que en el resto de las estaciones del año. En la alta montaña además hay que contar con el reflejo y, por tanto, mientras haya nieve, debemos proteger los ojos con gafas de protección número 3 o 4. Ante la duda, lo mismo que en el punto anterior, consultar con nuestro óptico de confianza.
5 • Aprovechar las Ofertas, packs y eventos.
A final de temporada, algunas estaciones suelen ofrecer precios más bajos en todos los servicios, o pueden incentivarse con forfaits gratuitos para próximas visitas, con el famoso 2x1 o con descuentos que con frecuencia superan el 25% del precio normal de un forfait. No hace tantos años algunas estaciones habían llegado a incluir, en el precio del forfait, el desayuno. Durante el mes de abril muchas estaciones organizan los eventos más atrevidos: bajada en bañador, parrilladas populares a pie de pistas, carreras sociales...
Y las 5 buenas razones:
6 • Baja afluencia de esquiadores
La primavera es un buen momento para hacer lo que no hemos podido practicar muchos días en invierno. Durante esta época del año la densidad de esquiadores en pistas va a la baja. Dispondremos de más espacio para deslizarnos a velocidades más altas o para practicar giros más anchos. Y menos riesgo de colisión con otros esquiadores, será el mejor momento para sacar la videocámara y grabar esas bajadas que durante el invierno no nos atrevimos a tomar.
7 • Ligeros de ropa
Como las temperaturas han subido, esquiamos con menos ropa y esto nos permite un esquí más cómodo, más liberado de peso y movimientos. A los esquiadores júniors, esta posibilidad, la de ir más ligeros de ropa, les gusta especialmente.
8 • Días largos y alegres que invitan a todo.
Esquiar en esta época es hacerlo en condiciones de luminosidad especial que lo hace muy agradable. Todos nos sentimos más alegres y predispuestos, así que quizá sea el momento propicio para aprovechar las ofertas que comentábamos más arriba y empezamos a aprender aquella modalidad que tenemos pendiente. ¿Cuál nunca has probado? ¿Telemark, snowboard, skimo, alpino o fondo?
9 • Contribuimos a mantener unos puestos de trabajo.
Con nuestra presencia en las estaciones de montaña ayudamos a mantener abiertas unas instalaciones que necesitan de unos trabajadores y todo un entorno de establecimientos que viven de la nieve. Tiendas de alquiler y venta, restaurantes, hoteles, empresas de transporte, escuelas de esquí, agencias de viaje, etc.
10 • Placeres gastronómicos a más de 2.000 m.
Y finalmente, porque por mucho que algunos os miren con cara de "bicho raro" cuando les decís que todavía estáis esquiando en plena primavera, lo cierto es que en la playa todavía no se está bien. Y, sinceramente, os resultará mucho más placentero, una buena comida o un aperitivo en una terraza a 2.000 m. que una paella en un paseo marítimo cargado de humedad y aire todavía demasiado fresco. El verano se puede hacer muy largo, ya tendréis tiempo para tomar un baño a partir de finales de mayo.
Además, nosotros lo hemos comprobado, así que nuestro consejo es que mientras quede un solo remonte abierto... ¡Nos vemos en pistas!
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