Desde la mansión Chaplin subimos hasta Gruyères

PARTE 1

Siempre nos ha parecido fascinante realizar viajes en familia que nos ayuden a fusionan el mar con la montaña de un modo original, por tal motivo, llevamos casi veinte años diseñando itinerarios que nos ayuden a descubrir paisajes, cumbres y pueblos de cuento en familia, aprovechando al máximo el tiempo. 

A poder ser, dejamos atrás el coche y la moto y viajamos en tren, disfrutando en esta ocasión dela eficacia, puntualidad y comodidad de la extensa red que los ferrocarriles y autobuses suizos. "Reducir la huella de carbono", esta era una de nuestras máximas cuando empezamos a escribir el “Manual de Montañismo con niños” y “Pirineos con niños”, dos libros muy queridos que nos ayudaron a avanzar por el mundo y sobre todo, a través del fascinante viaje que la paternidad nos regala.

Recuerdo hace un año la publicación de un reportaje en la revista oficial de Atout France donde recomendábamos un itinerario de gran belleza e interés geografíco y cultural, que parte de Sète (a orillas del Mediterráneo), y que tras recorrer buena parte de la Costa Azul, termina en Isola 2000 y el Parque Nacional de Mercantour, en los Alpes Marítimos. En Noruega también recordamos varios trekkings de gran belleza desde Tromso y en las islas Lofoten, y en Islandia (mejor imposible), también disfrutamos de rutas espectaculares, algunas partiendo desde Arnarstapi…una aldea que nos ha marcado para siempre.

Teníamos muchas ganas de regresar a nuestra querida Suiza, un país que tan buenos recuerdos nos trae a nivel personal y profesional. Así pues, inspirados por la fusión de mar y montaña (y esquí), decidimos trasladar la idea a Suiza, partiendo desde la orilla del Lago Leman, para llegar hasta una población (y región) fascinante que no conocíamos: Gruyères.

Estamos hablando de la cuna de uno de los quesos más famosos del mundo, cuya elaboración se realiza a los pies de Le Moleson (2.002m), la primera cumbre de 2000m que encontramos bajando desde el norte de Suiza, (cantón de Fribourg). Un poco más abajo encontramos la cumbre de la Dent de Lys (2.014m) y bajando hacia el lago Lemán, justo por encima de Montreux, encontraríamos la otra gran cumbre de más de 2000 a las puertas de los Alpes, la impresionante Rocher-de-la-Naye (2.042m).
 

Vevey & Corsier-sur-Vevey
 
Aprovechando que todavía hace fresco en la montaña, nos lanzamos a la aventura partiendo desde Vevey, a orillas del lago Lemán. Desde el aeropuerto de Ginebra (la estación está a tres minutos del aeropuerto, sin necesidad de salir al exterior), tomamos un moderno IC (InterCity) de la SBB que nos llevó directamente hasta Lausanne, previa parada en Ginebra centro. De Lausanne en pocos minutos llegamos hasta Vevey a bordo de un regional de la SBB.

Tras dar un buen paseo, tomamos el bus 212 que subes hasta Corsier-sur-Vevey. El bus va dejando atrás el centro de Vevey y tras pasar junto al funicular del Mont-Pelerin, nos deja en la puerta del Chaplin´s World, la impresionante casa-museo de Charles Chaplin y su familia. Chaplin, que por cierto, siempre fue un gran amante del esquí, la montaña y la nieve, vivió en Manoir de Ban desde 1956 (huyendo de la caza de brujas del senador McCarthy) hasta su fallecimiento a los 88 años el día de Navidad de 1977. 

La entrada a Manoir de Ban, la mansión de la familia Chaplin en Corsier-sur-Vevey

Copyright: Víctor Riverola i Morera

Como detalle curioso, ¿sabéis quien está detrás del Chaplin´s World?, pues ni más ni menos que la Compagnie des Alpes, responsable de varios parques muy potentes como son el de Asterix o Futuroscope, y estaciones de esquí tales como La Plagne, Les Arcs, Tignes, Val d’Isère, Méribel, Les Menuires, Serre Chevalier, Grand Massif…

Tal y como podemos observar, la casa-museo (Manoir de Ban) dedicada a la vida y la obra de Charles Chaplin se encuentra situada en Corsier-sur-Vevey, una preciosa población residencial llena de parques, viñedos y mucha paz y tranquilidad. Solo llegar, uno ya se da cuenta del porque Chaplin dicidió comprar una propiedad de tamaña belleza, con un parque precioso y unos jardines magníficos, donde Oona se encargaba de cuidar los rosales, junto a su querido esposo.

La visita a Manoir de Ban se inicia en lo que antaño fue el garaje, donde ahora se encuentra el museo. Una vez se valida la entrada, toca esperar unos minutos y a la hora que nos indica una pantalla, entraremos en un cine precioso donde se proyecta un cortometraje que repasa la vida y la obra de Charles Chaplin.

Sin hacer spoilers, al finalizar el filme descubriremos de un modo muy espectacular como se inicia realmente la visita al museo, paseando por las calles del Londres victoriano donde se criaron el pequeño Charlie y su hermano ,(en el filme de 1992 se puede observar con detalle), y realizaremos un viaje virtual por toda su vida, incluyendo un homenaje a los cómicos que se han inspirado en su figura.

Gran parte del museo se encuentra bajo tierra, pues la idea es sumergirnos en el mundo de Chaplin, recorriendo salas donde se recrea la evolución personal y artística del artista, asistiendo en primera persona al nacimiento de Charlot, el vagabundo. Poco a poco vamos descubriendo escenas, momentos únicos, detalles, decorados...que han marcado un antes y un después en la historia del séptimo arte. 

Un interés especial merecen todos los detalles que podremos descubrir sumergiéndonos en los rodajes de filmes tan impresionantes en la carrera de Charles Chaplin como son "El Chico", "La Quimera del Oro" (cine de montaña), "Tiempos Modernos" o "El Gran Dictador".

El viaje a través del cine (mudo y sonoro) que vamos a realizar, resulta realmente espectacular para quienes nos consideramos amantes, no solo de la obra de Chaplin, sino del cine en general, desde su nacimiento hasta el presente. 

Recreación (arriba y abajo) de la barberia en la obra maestra  "El Gran Dictador"

Copyright de las dos imágenes:  Víctor Riverola i Morera

Una parte del museo está dedicada a la evolución de las películas, a la técnica y a al longitud de los filmes de Chaplin, capaz de convertirse en uno de los productores, actores y directores más prolíficos del Hollywood de comienzos de siglo XX. No podemos ignorar que en 1919, Chaplin fue, junto a Douglas Fairbanks, Mary Pickford y David Wark Griffith, uno de los fundadores de la United Artists.

Tras la visita, subiremos unas escaleras y al salir del museo, podemos cruzar el patio que tenemos delante, dejando el inmenso jardín a mano izquierda, para entrar en Manoir de Ban, la residencia de la familia Chaplin desde 1956.

La visita se estructura a través de los tres pisos de la mansión, recorriendo las estancias y las habitaciones (baños incluidos) donde Chaplin y sus descendientes pasaron una buena parte de sus vidas. 

Lo mejor en este caso es que podemos visitar TODA la casa, disfrutando de una parte de la vida que el artista vivió a las puertas de los Alpes en Suiza. Chaplin no solo ha sido testigo de la historia y la evolución del cine a lo largo de casi todo el siglo XX, sino también de casi toda la historia de dicho siglo en general, viviendo dos guerras mundiales, la guerra de Corea, la guerra fría y Vietnam.

El piano donde Chaplin pasaba horas y horas...

Copyright: Víctor Riverola i Morera

Una vez dejamos atrás la residencia de los Chaplin, bajamos por un itinerario señalizado que conduce al pequeño cementerio de Corsiers-sur-Vevey, donde reposan los restos de Charles Chaplin y su esposa Oona.  

Un día os explicaré lo que le pasó el pobre Chaplin una vez fallecido y enterrado…Por respeto nunca hacemos fotos de tumbas, es cierto que hay gente muy morbosa, pero nosotros no somos así. Al salir del cementerio, subimos hasta el mirador-restaurante del Mont Pellerin, a bordo de un funicular precioso, que ofrece una panorámica espectacular sobre el lago Leman.

Saciada nuestra sed panorámica, paramos a comer y bajamos caminando hasta Vevey, llegando en unos 20 minutos a la estación, donde tomamos el primer tren de la SBB con destino a Montreux. A bordo de un IR (regional) llegamos cómodamente hasta Montreux, punto de partida de excursiones muy interesantes y auténtica puerta de entrada a los Alpes. 

La preciosa ciudad costera, situada a orillas del lago Leman, muy cerca del castillo de Chillon, fue lugar de residencia habitual de Freddie Mercury (estatua) y es el punto de partida del cremallera que sube a Rocher-de-la-Naye (un día publicaré el reportaje que hicimos hace unos años).

La estación de Montreux también es el punto de partida (o llegada) del Golden Pass, una de las líneas panorámicas más espectaculares de Suiza, cuyos vagones son realmente cómodos, ofreciéndonos una panorámica de alta montaña realmente impresionante. Bien se merece una visita, pues el recorrido dura algo más de dos horas, y se puede hacer durante un viaje de varios días por Suiza, conectando Montreux con Interlaken via Gstaad y Zweisimmen.

Una vez dejamos atrás Montreux y sus viñedos, ganaremos altitud y nos adentraremos en un bosque de cuento, para llegar cómodamente a la bucólica población de Montbovon, donde cambiamos a la línea regional que conecta toda la región de Gruyères, llegando hasta la estación de Gruyères. La estación de ferrocarril se encuentra a unos 20 minutos caminando en subida de la población fortificada, que brilla con luz propia por encima del punto donde nos encontramos, bien visible. Cada media hora parte desde delante de la estación de ferrocarril un autobús que sube hasta el pueblo, pero la subida caminando es mil veces mejor, regalándonos una visión panorámica preciosa. 

Gruyères es una población de película, llena de historia, de museos únicos y de restaurantes y hoteles encantadores. Sin lugar a dudas, nos enamoró desde el primer momento en el que llegamos a una de sus puertas de entrada, junto a la estatua de una simpática pastorcilla que criaba cabras.

En breve, la segunda parte. Continuará...