Desde Madrid, el ritual es idéntico. Con 3 días de vacaciones y un fin de semana, salen 5 días de esquí, vuelo a Munich de las 7 de la tarde y 5 noches en un hotelucho de la zona. El vuelo nos sale por 120 euros y el alojamiento, 20 euros diarios con desayuno. Alquiler de coche, empaquetado de esquís y todo un valle por recorrer optimizando al máximo los euros -que estamos en crisis- y el gasto de días libres en el trabajo, ¡Está estudiado!
Zillertal es de los valles con mejor comunicación de Austria, ya que está muy cerca de Innsbruck y bastante a mano de Munich, siendo casi todo el camino desde el aeropuerto por autopista. Llegamos a Hippach, donde nos espera una amable señora que chapurrea inglés como puede en una casa típica tirolesa. Estamos en una especie de pequeño "barrio" agricultor y ganadero apartado de las poblaciones principales del valle pero a escasos 3 kms del remonte más cercano. Como es de noche y estamos cansados, nos vamos a dormir, que al día siguiente se espera buen tiempo y hay que aprovecharlo para visitar la estación más alta del valle.
Día 1. Hintertux
Buenos días!!!! Suena el despertador, levanto la cabeza, aparto las cortinas, y .....
Estas son las vistas que tenemos desde nuestra ventana. Día soleado, muy buena temperatura (de hecho, demasiado calurosa.... 9 gradetes a 600 metros de altura a las 8 de la mañana) y unas ganas de catar la nieve que no puedo con ellas.
Desayuno potente con nuestra buena amiga Ingrid, la dueña de la casa donde nos alojamos, y al coche, que Hintertux es la estación que cierra el valle y hay unos cuantos kilometros. A nuestra llegada, nos sorprende la gran afluencia en el parking ya desde las 9 de la mañana. Cogemos los trastos y trepamos por el primero de los Gletcherbuses, que nos sube de 1500 a 2100 metros de altura. Decidimos encaramarnos a lo más alto del glaciar, así que cogemos también el II y el III. Impresionante sucesión de remontes que nos planta en la cota máxima de la estación en no más de media hora...
Desde aquí, es hora de recorrer la estación. La zona superior es abierta y típica de glaciar. Enormes autopistas con suaves pendientes, estupenda nieve polvo y unas vistas de quitar el hipo.... como siempre en los glaciares sorprende lo vasto de las extensiones y el horizonte inagotable de cadenas de montañas. Según se desciende de cota, el paisaje cambia y las pendientes se hacen más pronunciadas: al final, toda la extensión superior desemboca en un par de pistas rojas que llegan a la zona principal de servicios serpenteando por el desague del valle.
Esta zona que veis en la imagen es el área superior, donde se realiza el esquí de verano. Sin embargo, lo bueno de Hintertux es que todo no se reduce a estas pocas pistas azulillas y telesquíes dobles sino que hay vida más allá. Se trata de un glaciar con mucho desnivel, ya que es posible bajar de 3200 a 2100 metros utilizando varias alternativas. Esta estación se visita perfectamente en un día de esquí, pero diría que si hay buena nieve incluso se pueden aprovechar un par de jornadas.
Nos vamos recorriendo todo el dominio. Encontramos bastante concurridas las pistas principales. El turismo es totalmente multinacional. Como veremos el resto de días, el Zillertal es un lugar turístico de primer orden, de los más visitados por británicos, holandeses, rusos, etcétera. Aquí en Hintertux el ambiente que se respira, eso sí, es quizás el más "local" de todas las estaciones del valle. A pesar de que la afluencia es máxima, no hay apenas colas en los remontes ni aglomeraciones en las pistas.
El dominio cuenta con un par de itinerarios. Uno de ellos se ve más complicado y baja por debajo del primero de los Gletcherbuses. No lo hicimos porque no tenía nieve. Sin embargo, el segundo, que cuenta con cañones y se trata con máquinas como si de una pista roja se tratara, está totalmente apartado del resto de la estación y serpentea por la ladera sur del valle hasta la base de la estación. Son 900 metros de desnivel de una pista preciosa y solitaria. Totalmente recomendable, no os asustéis porque aparezca como itinerario que es bien fácil y quizás sea la mejor bajada de la estación. La pista "escupe" al esquiador en mitad del parking, detrás de una pequeña guardería y al lado de todos los baretos de apreskí que se animan desde primera hora de la tarde.
Terminamos la jornada en los arrastres de la zona derecha del glaciar, donde las luces del ocaso ya proyectan sombras en toda la cordillera... amplias pistas para carvear a gusto y gozar de unas vistas inigualables. Como siempre, apurando hasta última hora... ¡¡No hemos venido tan lejos para retirarnos antes del "toque de queda"!!, tomo la última instantánea del día hacia el pico que limita el glaciar:
En la base de la estación, ya están todos borrachos. Me uniría al festín, pero hay que pensar en nuestro físico (y en los 30kms de carretera con atasco incluído que tenemos hacia la base del valle). Así que recogemos y a descansar, que el día ha sido largo.