Así que empiezo con la historia.
Desde el 26 de diciembre del año pasado hasta el 2 de este mes (dicho así parece mucho tiempo


Este es el dominio que nos recorreremos en lo que ahora veremos:

Así que bien pronto el día 26 salimos desde Vila-real hacia Barcelona para coger nuestro vuelo. El destino Munich. Después de ciertos problemas con el avión (le fallaba noseque lucecita y salimos con retraso) llegamos a Munich, con una nevadita debil sobre el aeropuerto. Ya estamos cerca de los Alpes

Antes de continuar, comentar que esto podría haberse convertido en un viaje sin fotos. Salimos de casa con 2 camaras digitales y 2 camaras analógicas. Pues muy bien, una camara digital no la llevamos sin cargador, duró 4 fotos. La otra se helaba al sacarla de la mochila. Ya estaba yo pensando: "llegare a casa y no les dare envidia a estos de Nevasport...". De hecho ya tenía pensado el titulo del post: "Como ir a los Alpes y volver sin fotos", pero al final algo haremos. Así que entre moviles y artilugios formaré un reportaje

Tras coger el coche de alquiler (que pensabamos sería un Passat ranchera, pero nos dieron un Hyundai Tucson porque era de la misma gama, con neumaticos de invierno) salimos camino a Munich para comer algo y recorrer la ciudad. Lo primero era comer, y lo hicimos en la cervecería más antigua de Munich, muy grande. Aquí una foto, parece que el vuelo me abrió el estomago:

Muy ricas estas sopas con pelotas de carne, veríamos más durante el viaje.
Ya con el estomago lleno, a dar una vueltica por Munich, que aunque estuvimos poco por allí, nos gustó mucho. Una pena que ese día no abriesen los mercadillos y demás, era festivo imagino.

Aunque nos gustaría haber visto algo más de Munich (vimos más de lo que pongo en las fotos), salimos camino a Zillertal, no sea que lleguemos muy tarde al apartamento.
Nos alojaremos en un apartamento, con la familia Kaschmann, que nos trató de maravilla. El apartamento estaba en Zellberg, sobre una ladera arriba de Zell im Ziller. En principio parecía un rollo subir al apartamento cada día, pero nada, allí arriba se estaba muy a gusto, y en 5 minutos estabas al pueblo.
Y tras acoplarnos y deshacer las maletas, a dormir. Tenía ganas de ver desde la terraza todo aquello.
Y así amaneció desde nuestra terraza:

Un día de lujo, y para empezar debutaríamos con Zillertal Arena.