Denominación: Estación de esquí del Puerto de Navacerrada
Situación: En el puerto de Navacerrada, termino municipal de Cercedilla (Madrid), aunque tras su expansión también ocupa terrenos de la provincia de Segovia (La Granja).Logotipos: La estación contó con un primer logotipo que duró muchos años, cuando pertenecía a la empresa TAGSA (Transportes Aéreos del Guadarrama S.A.) consistente en un esquiador en telesilla y unas montañas bajo los esquís.
Logotipo hasta la temporada 91-92
Posteriormente, con la adquisición por parte de la Comunidad de Madrid, se diseñaron varios logotipos. En un principio se mantuvo el antiguo logotipo incluyendo la bandera de la Comunidad Autónoma y más tarde una mariposa en la que predomina el color verde.
Logotipo tras la adquisición por la Comunidad de Madrid (temporada 92-93). La empresa aún se denominaba TAGSA
Logotipo desde la temporada 93-94 a la 97-98. La empresa pasa a denominarse Deporte y Montaña
Logotipo desde la temporada 98-99 hasta la temporada 01-02.
Logotipo de Deporte y Montaña a partir de la temporada 02-03.
Los orígenes del esquí en la Sierra y en el Puerto de Navacerrada
El Puerto de Navacerrada ha sido siempre punto de paso obligado hacia Segovia y La Granja. Tiempo atrás, era el Puerto de la Fuenfría, algo más bajo y abrigado, el que se utilizaba como paso natural entre Segovia y Madrid. Debido a su importancia, su cercanía de la ciudad de Madrid y las frecuentes precipitaciones de nieve que mantenían la Sierra cubierta 4 ó 5 meses al año, el Puerto de Navacerrada fue uno de los primeros lugares donde se esquió en España.
Su nombre proviene de la contracción de “nava”, lugar abierto y con escasa vegetación y “cerrada”, por ser intransitable a causa de las nieves que se acumulaban en las navas de Valsaín y La Granja.
Manuel González de Amezúa, a quien puede considerarse como el introductor del esquí en España (años después sería fundador del Club Alpino Español) señala que en 1903 repara en las extraordinarias condiciones que las inmediaciones del Puerto de Navacerrada reúnen para ejercitar los deportes de nieve, especialmente el esquí, al estilo de lo que ya se venía haciendo en las estaciones alpinas de la Engardina (Suiza) como Davos o Saint Moritz.
Obsesionado con la lectura de numerosas publicaciones deportivas que le llegaban de Suiza a través de un amigo y gracias a la amistad mantenida aquellos días con los directores de la Compañía de Maderas, noruegos de nacimiento, les hizo construir tres pares de esquís.
Las primeras huellas de unas tablas de madera sobre una pendiente de la Sierra de Guadarrama, conducidas por estas tres personas, se hicieron en 1903. Por primera vez, no sólo en la Sierra sino seguramente también en España, se puso un esquí sobre la nieve por el simple hecho de disfrutar de ella.
El ejemplo cundió rápidamente y muy pronto amigos suyos le acompañaron en sus escapadas. Sus progresos no pasaron en aquel invierno de 1903 de sostenerse malamente en ellos. Hasta el siguiente invierno de 1904 y en 1905 y 1906 no empezó la afición a desarrollarse de un modo acompasado.
Ya en estos dos últimos años pudo contar con un núcleo incondicional de aficionados y gracias a la amistad de algunos de ellos con los ingenieros de caminos, se logró que temporalmente les cedieran en usufructo parte de la casilla de peones camineros situada en El Ventorrillo, que ya por esa época se encontraba abandonada y en lamentable estado. Allí nació el futuro Club Alpino Español.
En estos principios de siglo, vecinos de Cercedilla subían a los visitantes a lomos de caballerías hasta El Ventorrillo y el Puerto para que practicaran el incipiente deporte.
Subiendo a lomos de un burro desde Cercedilla
Había un burro, por 1904, que se llamaba “vinagre” que fue uno de los más fieles amigos y guía de los primeros montañeros. Él, con otras caballerías, subía desde Cercedilla hasta El Ventorrillo, hasta el puerto, al paso sereno y alegre de su amo: Eleuterio Arias, dueño de una taberna en Cercedilla y uno de los primeros en disfrutar de las nieves de Guadarrama
Fue en 1907 cuando se fundó el primer club. Se llamó “Twenty Club” y nació del vigor y la alegría de unos jóvenes llamados Amezua, Posado, Aguinaga, Armiñán, Dupui, Marqués de Quintanar, Kindelan, Arche, Martín Camero y otros muchos a los que siempre recuerda el azul del Guadarrama.
El 18 de mayo de 1908 nace el Club Alpino Español, que era el antiguo “Twenty Club” , en 1912 surge, tras una escisión en el Alpino llamada “Los Doce Amigos”, la “Real Sociedad Española de Alpinismo Peñalara” y en 1913 la Sociedad Deportiva Excursionista.
Estos clubes, en un principio, arraigaron sus cimientos en El Ventorrillo.
En Ventorrillo con el chalet del Club Alpino Español a principios de siglo
Los contados jóvenes que acudían a este lugar comenzaban subiéndose en el tren tranvía de Segovia, que salía de Madrid a las ocho menos cinco para llegar a Cercedilla dos horas después, por el precio de dos pesetas y cinco céntimos. A continuación subían a pie por el llamado camino del Calvario, a través del cual y tras una hora de camino cargados con mochila y esquís, llegaban al Ventorrillo.
El Ventorrillo en 1926. Chalet del Club Alpino Español, ampliado con respecto a la fotografía anterior, desaparecido tras un incendio durante la Guerra Civil.
Años después, en las inmediaciones de este lugar se construyó la que fue Residencia del Banco Hispanoamericano, actualmente en venta. En esta curva hay hoy en día un centro de vialidad invernal para conservación de la carretera ante las inclemencias meteorológicas.
Aunque en un principio se esquiaba en la zona de El Ventorrillo, (en aquellos años las nevadas eran copiosas y frecuentes, por lo que la nieve empezaba enseguida de tomar la carretera hacia el Puerto y se calzaban los esquís a poco de salir de la curva del kilómetro 17, incluso llegando a esquiar en la pradera de La Vaqueriza que está por debajo de la carretera), más tarde se pasó a la ladera sur de Las Guarramas, en la parte denominada La Mancha, hasta la misma estación del ferrocarril y por último se buscó la ladera norte, que fue donde se instaló el primer telesquí.
Fue en 1924 y en 1927 cuando el Club Alpino Español y la RSEA Peñalara subieron al alto del Puerto, gracias a las listas sociales con donativos de diez pesetas que aportaban los entusiastas para hacer una edificación (chalet) en el Puerto.
El Puerto de Navacerrada, virgen, en los años 20. En el centro de la imagen, al fondo, la actual pista de La Estación.
Imagen del Puerto de Navacerrada de 1920, en donde sólo existía una edificación para pastores y el mojón de separación de las provincias de Madrid y Segovia.
En el Puerto se construye en enero de 1927 el albergue de la Sociedad Peñalara, cuya conserjería se concedió al vecino de Cercedilla Eleuterio Arias, hombre a quien tanto debe el desarrollo del deporte invernal en España, no sólo por él sino también por su descendencia: Miguel, Pepe y Luis han sido esquiadores de competición, los dos últimos olímpicos, y que impulsaron el desarrollo de otros centros invernales, sobre todo el malogrado Luis en relación a Baqueira Beret.
Eleuterio Arias esquiando en el Puerto de Navacerrada
El 12 de julio de 1923 se inaugura oficialmente el ferrocarril que habría de subir desde la estación de Cercedilla al Puerto de Navacerrada.
El tren en la estación del Puerto de Navacerrada en 1941, junto al antiguo Hotel Victoria. Al fondo, a la derecha, el albergue de la RSEA Peñalara.
Una de las escasas unidades del auto-oruga Citröen subiendo al Puerto en 1927
Durante el año 1934 se establece oficialmente en España la prueba combinada de descenso y habilidad. El 3 de marzo de este año, sábado, con nieve muy variable, viento y espesa niebla en las alturas se corre el descenso Guarramas-Alto de la Mancha-Barranca, pasando por delante del hotel Victoria, meta en la primera pradera. El ganador fue Alberto Pereda en 3 minutos y 4 segundos.
Esquiadores en el Puerto de Navacerrada en los años 50
El 1 de enero de 1953 llega por fin la maquina quitanieves al Puerto, mejorando los accesos y evitando las numerosas subidas a pie, para aquellos que no acudían en tren, de los esquiadores desde El Ventorrillo. Quince días después se incorpora una segunda unidad, de forma que cada una limpia las vertientes segoviana y madrileña del Puerto.
Según la Ley del 30 de marzo de 1954 de la Jefatura del Estado, se encargó al entonces Ministro de Obras Públicas la ejecución por cuenta del Estado de la prolongación de la línea de tren hasta el Puerto de Cotos, con ramales a Valdemartin y la Laguna de Peñalara, y los teleféricos a Cabezas de Hierro y Peñalara, todo ello con arreglo al proyecto técnicamente aprobado por Orden Ministerial de 21 de septiembre de 1953.
Finalmente del proyecto sólo se realizó el trayecto ferroviario hasta Cotos, del cual se realizó la inauguración el 29 de octubre de 1964, tras solventar graves problemas de filtraciones en el túnel bajo el Puerto de Navacerrada.
Curioso proyecto presentado en 1953 de prolongación del ferrocarril hasta el Puerto de los Cotos. Desde allí surgirían dos ramales: uno de 1561 metros para conectar con un teleférico a Valdemartin y otro de 2389 metros para conectar con la estación de “Laguna”, base de otro teleférico a Peñalara.
Esquiadores subiendo a pistas desde la estación en los años 60