El nacimiento de Deporte y Montaña y su explotación: 1992-2005
Una vez adquirida la estación de esquí por la Comunidad de Madrid, varios son los puntos que definen la nueva filosofía de la estación.El primero es romper el modelo de monoestacionalidad para pasar al de pluriestacionalidad, entendido como el aprovechamiento de las posibilidades de la estación en todas las estaciones del año y no sólo durante la temporada invernal.
Un servicio no puede plantearse en términos de rentabilidad con una prestación anual de 4 meses. Para ello se acuñó el término de “estación de montaña”.
El segundo concepto es el de “conservación activa de la naturaleza”, no sólo a nivel estético sino con un verdadero sentido de responsabilidad, que se caracteriza por la restauración de los desajustes que se produjeron en el pasado y por el estudio previo de cualquier trabajo que deba hacerse en la estación, de manera que los impactos visuales, sobre el terreno, vegetación o fauna se minimicen.
El último punto, y consecuencia de los anteriores, es el de renovación de la estación, en el doble aspecto de infraestructuras (renovación de remontes mecánicos, servicios de pistas e instalación de sistemas de producción de nieve) y de actividades deportivas (snowboard, mountain-bike).
Publicidad de TAGSA en noviembre de 1992
Una de las primeras acciones que se llevan a cabo al finalizar la temporada 91-92 es la limpieza, demolición y desescombro de antiguos edificios en ruinas, retirándose más de 700 toneladas de residuos o de infraestructuras deportivas inservibles como el trampolín de saltos que estaba situado en El Escaparate, adecuando con tratamiento de revegetación y preparando un primer Half Pipe en la parte inferior de la pista, facilitando una zona específica para los snowboarders.
También se retiraron los restos de la Casa Forestal del ICONA, el trampolín de piedra del Arroyo Seco (del que ya hay referencias en abril de 1951) , intentando mejorar ambientalmente la fisionomía del Puerto y las pilonas de los ya abandonados telesillas de La Mancha y de La Bola.
En cuanto a la preparación de las pistas durante el verano de 1992, se limpiaron algunas de las zonas más transitadas en el invierno para, de esta manera, aumentar la duración de la nieve y la esquiabilidad de las mismas. Así, toda la pista del Pluviómetro, Arroyo Seco, Pala de Montañeros y Stadium de Slalom quedaron en óptimas condiciones para esquiar en el invierno.
La hidrosiembra de las zonas más castigadas por la erosión y la reforestación son dos de las acciones que más importancia tiene en esta primera fase de ordenación. Otra medida fue la sustitución de parte de los paravientos de acumulación de nieve por otros naturales, árboles y arbustos de especies autóctonas con el objetivo de acabar con las pantallas artificiales.
Los remontes también cambian de color. Las pilonas en verde de los telesillas y telesquís grises con las poleas en rojo (excepto los telesquís de El Escaparate y de El Pluviómetro, que eran verdes) pasan a pintarse de marrón oscuro (las poleas de los telesquís siguen en rojo), pasando más desapercibidos e integrados en el paisaje cuando no hay nieve.
Plano de pistas temporada 92-93
Se renueva el plano de pistas acorde con la situación actual en aquel momento. Desaparece el trazo discontínuo del antiguo telesilla a La Bola así como los telesquís de Arroyo Frío y el telesilla de La Mancha. Sin embargo tienen la cara de seguir mostrando como pistas las de Arroyo Frío (puedo subir a pie, claro) y la de La Mancha (tras bajarla no hay remonte de subida), las cuales no se pisaban nunca ya que en la práctica no existían o no tenían nieve suficiente.
También se corrige la pista “O”, marcándola como azul y denominándola “Bosque II” y la de La Estación, pasando definitivamente a ser azul.
Por error repetirán este plano en el folleto de la temporada 98-99.
La temporada 93-94 presenta bastantes novedades: inauguración de nuevos remontes y del sistema de producción de nieve.
Se inauguran el nuevo telesilla cuatriplaza de El Bosque sustituyendo al viejo monoplaza y el nuevo telesilla biplaza de El Escaparate, sustituyendo al antiguo telesquí, siendo el total de capacidad de la estación de 8040 viajeros/hora
Telesilla de El Escaparate
Cota Superior: 1930 m
Cota inferior: 1882 m
Desnivel: 48 m
Longitud: 273 m
Telesilla de El Escapatarte
Telesilla de El Bosque
Cota Superior: 1930 m
Cota inferior: 1760 m
Desnivel: 170 m
Longitud: 711 m
Nuevo telesilla de El Bosque
En cuanto a la nieve artificial, en el Puerto de Navacerrada se vienen realizando estudios para la producción de nieve desde 1969, siendo el último estudio (antes del proyecto definitivo de instalación) de 1988. En un principio, la primera dificultad era la carencia de agua, no sólo para la producción de nieve sino también para las zonas residenciales del Puerto.
El proyecto de nieve artificial se limita a las pistas del Telégrafo, el Escaparate y El Bosque, ampliable, en todo caso, a la pista de La Estación, aunque esto último no se llegó a realizar. Se instalaron 56 cañones de alta presión y 2 de baja presión.
La inversión, sin contar con los gastos de funcionamiento (agua, electricidad) representa una suma cercana a los 800 millones de pesetas.
Pegatina de la temporada 93-94
Plano de pistas temporada 93-94
Se sigue “actualizando” el mapa de pistas. Las pendientes de la zona del Tubo de Arroyo Frío ya se muestran como itinerarios. Se actualiza el icono del remonte de El Escaparate a “telesilla”. Se sigue mostrando la pista “F” de La Mancha y la “O” de El Bosque II cuando realmente ya no existían como tales.
En la temporada 93-94 el precio del forfait diario en sábados, festivos o vacaciones era de 2700 pesetas, el diario de día laboral de 1500 pesetas y el de tarde laborable 1000 pesetas. El de temporada costaba 40000 pesetas y 3500 para federados.
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