Uno de los argumentos repetidos durante años, es que el desarrollo del turismo de invierno en la montaña ayuda a fijar población en zonas que tradicionalmente han sufrido problemas de despoblación. Aunque en un principio fue así, la aparición de plataformas para el alquiler de apartamentos a turistas, ha provocado que los vecinos de estos pueblos tengan que irse a otras zonas sin turismo para encontrar un sitio para vivir. Y cada vez hay que ir más lejos.
Es algo que Ayuntamientos como el de la Vall de Boí se ha dado cuenta. El turismo está expulsando a sus vecinos, especialmente aquellos jóvenes que quieren emanciparse y ya no encuentran una vivienda porque la gran mayoría se ha destinado al turismo. Donde antes vivían familias todo el año, ahora se alojan personas durante unas cuantas semanas a lo largo de ciertos meses.
La alcaldesa de la Vall de Boí, Sònia Bruguera, explicaba la semana pasada a las cámaras de TV3, que se da el caso de personas con casi una década viviendo en algunos de los pueblos del valle, a los que les han comunicado que no se les renovaba el contrato de alquiler para destinar el apartamento al uso turístico.
"Hemos de analizar esto para que no nos convirtamos en un municipio donde venga la gente en determinadas épocas y que solo entonces tengamos el pueblo lleno. Hemos de dimensionar esto."
Por eso, el Ayuntamiento de la Vall de Boí que representa los intereses y necesidades de los pueblos de Barruera, Taüll, Boí, Durro, Erill la Vall, Pla de l’Ermita, además de Saraís, Cardet y Cóll, ha decidido suspender toda concesión de nuevas licencias turísticas con caracter inmediato. Y es que ya hay 400 apartamentos para uso de turistas para una población censada de 1.000 habitantes.
El objetivo es que no se tenga que marchar más gente fuera de la Vall de Boí porque son desalojados de sus viviendas para ponerlas en el mercado del turismo.
La decisión del Ayuntamiento es una tendencia que se está comenzando a ver en otras partes del mundo, algunas mucho más radicales. En Nueva York han suspendido directamente todas las licencias para apartamentos turísticos enteros. La única opción es alojarse en la habitación de un 'anfitrión' que resida en esa vivienda. Asimismo, los dueños no podrán tener más de dos huéspedes que paguen por su estancia al mismo tiempo, una condición que restringe el alquiler de habitaciones.
Para alquilar un apartamento entero en Nueva York se ha de hacer por más de 30 días, pero mucha gente no respetaba esta normativa. Desde el pasado 2 de septiembre se han puesto mas firmes. Se respetarán las rerservas ya hechas hasta el día 1 de diciembre y a partir de ese día se deberán seguir las nuevas normativas.
Airbnb empezó porque gente compartía una habitación y eso acabó en el alquiler de apartamentos enteros. Lo que dice Nueva York a Airbnb es 'vuelve a tus orígenes'.
Otras ciudades como San Francisco o Los Angeles también han regulado la normativa para el alquiler de apartamentos de uso turístico.
Y es que desalojar familias para colocar turistas no solo incrementa el precio del alquiler de la vivienda, sino que además provoca muchos problemas a los vecinos del inmueble. Poner un aparthotel 'en el 3ª 2ª', en mitad de una comunidad de vecinos es un sinsentido por los ruidos de los viajeros que llegan a altas horas de la noche con sus maletas de ruedas o los que alargan sus charlas hasta altas horas de la jornada, haciendo que sus voces resuenen aún más en el silencio de la noche.
La situación en España
En nuestro país la regulación de los apartamentos turísticos es competencia de las Comunidades Autónomas, por lo que cada una ha ido aplicando una Ley distinta. En Andalucía por ejemplo, se ha limitado la explotación de pisos turísticos, de manera que un solo propietario puede alquilar un máximo de dos inmuebles por provincia. Si quieren hacerlo con más tienen que darse de alta como autónomos, o bien constituirse como empresa gestora o ceder su uso a una empresa gestora.
En Cataluña la Generalitat prepara una Ley para regular el alquiler de apartamentos turísticos, y de momento ha prohibido la concesión de nuevas licencias en 140 municipios muy tensionados, es decir, donde los precios se han puesto por las nubes. De todas maneras resulta que pueblos muy turísticos como Viella y Alt Aneu (Val d'Aran), Cadaqués, Platja d’Aro o Begur no están incluidos, como tampoco estaba el de la Vall de Boí, por lo que deberá ser los propios ayuntamientos quien tome cartas en el asunto si creen que deben hacerlo. Otros de montaña que han anunciado que estudian hacerlo también son los de Viella y Bellver de Cerdanya.
Vielha ya puso coto
En Viella (5.600 habitantes y 2.075 residencias principales y 2.288 secundarias, según los últimos datos oficiales, de 2021), el teniente de alcalde de Administración pública y Economía, Alberto López ve
“sorprendente que un destino turístico como Viella no aparezca. La vivienda de alquiler es un problema, aunque de temporada, para que familias que se quieren afincar en el territorio encuentren alquileres asequibles y dignos. La especulación no solo viene por la estacionalidad, sino porque no hay alquileres de 12 meses. El parque de viviendas es muy grande, pero en gran parte está dedicado al turismo o a segundas residencias, que no se adaptan a las necesidades de una familia, porque son pequeñas y pensadas para estancias cortas”.
“El problema del precio de la vivienda en España son las viviendas turísticas. En Viella pusimos coto con una norma que fija que solo pueden ubicarse en casas unifamiliares. Hemos puesto solares a disposición del Govern para hacer vivienda pública, pero no construyen nada desde hace 20 o 25 años”.
El Pirineo de Aragón construye vivienda social
En Aragón parece que la situación no está tan tensionada. Esta comunidad autónoma se encuentra de momento, entre las que tienen menos viviendas de uso turístico de España. Las otras dos son Extremadura y La Rioja. Aunque su número no para de crecer, especialmente en el Pirineo de Huesca y con ello los precios, que ya están imposibles para la larga estancia o trabajadores temporales.
En Aragón han pasado de 763 apartamentos turísticos censados en 2017, a más de 3.000 este año. El 62% de estas viviendas temporales se encuentran en el Pirineo de Huesca, principalmente en Benasque y Jaca con casi el 10% del total de todo Aragón. En Cerler, Panticosa y Sallent tienen otro 10% entre los tres municipios, mientras que Biescas cuenta con 75.
De momento parece que hay cierto equilibrio y que los hoteles en estas zonas turísticas acaparan la mayor demanda turística y de paso sí se crea más empleo y se fija población.
Pero los trabajadores temporales o incluso profesionales como médicos o profesores, tienen verdaderos problemas para encontrar alojamiento para todo el año. Por eso, ayuntamientos como Panticosa, Aínsa, Biescas, Canfranc o Sallent de Gállego se han puesto manos a la obra para crear vivienda pública. El alcalde de Panticosa, Jesús María Úriz, explicaba hace unos meses a El Heraldo que