Troy Caldwell se ha convertido en todo un lince de los negocios, al menos en lo que al esquí se refiere. Este ex-campeón de esquí de baches norteamericano, compró en 1990 a la Pacific Rail Road 190 hectáreas de terreno entre las estaciones de Alpine Meadows y Squaw Valley. Pagó poco mas de 300.000 dólares por unas tierras por las que nadie daba un centavo. La empresa propietaria, que en su día había apostado por el esquí creando y ayudando a construir complejos invernales, ya había abandonado el negocio. Y las dos estaciones vecinas, pertenecían a dos dueños distintos.
Su objetivo era invertir el dinero que había ganado compitiendo creando una estación de esquí, pero el estado de California se lo prohibió. Con empeño y perseverancia logró que le dieran un permiso para montar un telesilla, aunque aún así, tenía limitado el número a 25 personas que podían acceder cada dia. Prácticamente tenía una estación para sus colegas... y los colegas de sus colegas. Suyas eran las tierras de Mountain Wolf, asi como el lugar donde Squaw Valley construyó un aparcamiento, y la mítica pista K-22.
Caldwell se enzarzó en litigios con el por entonces propietario de Squaw Valley, Alex Cushing, otro perseverante y testarudo hombre de negocios del sector del esquí, que logró que le concedieran para 1960, los Juegos Olímpicos de Invierno cuando tan solo contaba con un pequeño edificio de servicios, cuatro camas de alojamiento, y un telecuerda.
Cushing falleció en 2006, su familia se hizo cargo de la estación temporalmente, hasta que la vendió a KSL Capital Partners, LLC., quien poco después se hizo con Alpine Meadows. La nueva empresa en lugar de seguir enzarzándose en litigios, le hizo la rosca a Caldwell, hasta que se hicieron colegas. Al año siguiente pagó a Caldwell un estudio sobre grandes estaciones de Norteamérica, así que nuestro buen amigo se pasó toda una temporada visitando Jackson Hole, Vail, Aspen, Snowmass, Buttermilk, Aspen Highlands, Beaver Creek, Steamboat, Grand Targhee, y Big Sky. KSL pagó todos los gastos, y Caldwell reconoció que le habían tratado a 'cuerpo de rey'.
Hay que decir que el sueño de Caldwell siempre fue que su estación para colegas fuera el centro de una megaestación, formada por la propia Mountain Wolf, Squaw Valley y Alpine Meadows. Pero el caracter de Cushing nunca ayudó a llegar a ningún acuerdo. KSL es una empresa de negocios, de las que sabe que se llega antes llegando a un acuerdo amistoso que con litigios. La misma filosofía que aplicó el año pasado Vail Resorts cuando compró Park City Mountain Resort, evitando mantener las disputas judiciales que esta estación mantenía con Canyons por unos terrenos.
Todo el mundo daba por hecho que un día u otro, mas pronto que tarde, Squaw Valley Ski Holdings, LLC, la empresa que se creó para controlar Squaw Valley y Alpine Meadows, llegaría a un acuerdo con Caldwell para que le dejara pasar un cable por Mountain Wolf, el del telecabina que permitiese conectar las dos estaciones creando la tercera más grande de Norteamérica, por detrás de Canyons-Park City (Utah) y Big Sky (Montana).
Calwell repetía hasta la saciedad, a todo aquel que le entrevistaba o le quería escuchar, que su sueño era el siguiente:
- Convertir Mt. Wolf Ski Area en una pequeña estación de esquí de alto standing
- Instalar un telecabina y tres telesillas
- Un hotel a media montaña
- Un pequeño pueblo a pie de pista con una pista de patinaje sobre hielo
Bien, de momento va a tener que esperar. Ganas de incorporar Mountain Wolf al area esquiable no les faltan a los de Squaw Valley Ski Holdings, LLC, ya que lograrían casi con toda seguridad, la estación mas grande de Estados Unidos, algo que cada vez parece que cobra mayor importancia por aquellos lares.
Pero antes hay que lidiar con el de departamento de medioambiente, y suelen ser plazos largos. Claro que Vail Resorts consiguió resolver en unos meses la conexion de Park City con Canyons, cuando habían terrenos intermedios afectados, pero poderoso caballero es don dinero, que todo lo mueve. Por el momento se van a tener que contentar con instalar un telecabina para llevar pasajeros de ida y vuelta entre Squaw Valley y Alpine Meadows, que no es poco. Crearán un complejo invernal de unas 2.500 hectáreas. El plazo de instalación dependerá de la rapidez en dar su aprobación las autoridades del Condado de Placer, y las del Servicio Forestal de los Estados Unidos.
Los estudios para la instalación ya han empezado. Pretenden colocar una estación del telecabina en la base de Squaw Valley, y la otra en la base de Alpine Meadows sobrepasando via aérea el KT-22 Peak. De momento no hay planes para crear pistas en mitad del recorrido o en White Wolf, que seguirá operando la próxima temporada, aunque dando servicio a los colegas de Caldwell.
Ambas partes se han mostrado encantadas. Para nuestro ex-campeón de baches se cumple un viejo sueño, al ver conectadas las dos estaciones. Para los de Squaw Valley Ski Holdings, LLC será una manera de elminar el trayecto de coches entre los dos complejos invernales, donde ya se podía esquiar bajo un mismo forfait, pero cada uno debía ir con su propio vehículo, o un bus que conectaba ambas montañas.
Para minimizar el impacto, se trabajará con un sistema que permita instalar el telecabina con el mínimo de pilonas, tal como se hizo con el Peak to Peak de Whistler-Blackcomb, pionera en este tipo de instalaciones. Las obras se harán con helicóptero para no tener que hacer caminos, movimientos de tierras o talar árboles. Toda la infraestructura deberá tener el mínimo impacto visual, y se hará en conjunción con entidades de protección a la vida silvestre.