En menos de diez años, ha destinado cerca de 130 millones de euros a infraestructuras y equipamientos de las cinco estaciones que dependen del grupo. Además, la empresa ha destinado otros 30 millones a hacer frente al mantenimiento de las instalaciones y a la adquisición de equipamientos técnicos e informáticos, además de al posicionamiento en el mercado con la implantación del telepago, entre otras medidas.
La presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, forzó ayer la
suspensión del consejo de administración de Aramón convocado para hoy, en el que debía salir adelante una ampliación de capital de
8,6 millones para salvar la delicada situación económica del grupo de la nieve. El retraso viene impuesto desde el Pignatelli por sus problemas presupuestarios para hacer frente a la aportación, que debía afrontar a parte iguales con el otro socio del holding, Ibercaja. La oposición tildó de
«irresponsable» la actitud mantenida por el Gobierno PP-PAR y advirtió de que está poniendo
«en riesgo» un sector estratégico.
Sin mediar la más mínima explicación, los consejeros de Aramón fueron ayer informados del aplazamiento sin fijar nuevo calendario, del consejo mediante un escueto correo electrónico.
«Siguiendo instrucciones del señor presidente, se deja sin efecto la convocatoria de la sesión del consejo de administración de Aramón SA, aplazándose a una próxima fecha»
El Ejecutivo de coalición insistió ayer en que no tiene
ninguna obligación de acudir a dicha ampliación, ya que el acuerdo del Consejo de Gobierno de finales del año pasado establecía un desembolso total de 9,45 millones (al que se une otro de Ibercaja por la misma cantidad) en un plazo de tres años,
«sin fijar las anualidades». De hecho, no habilitaron una partida en los presupuestos de 2012 para cubrir un desembolso. Esta ampliación de capital de
19 millones de euros fue imprescindible para lograr refinanciar la deuda, de
94,9 millones de euros, al igual que los avales que se tuvieron que firmar.
Las fuertes pérdidas registradas en la pasada temporada, en torno a los
20 millones, unidas a la imposibilidad de vender sus activos inmobiliarios
«a buen precio» son las causas que obligan a acometer la urgente ampliación de capital. De hecho, en dos meses vence el plazo de devolución de uno de los créditos millonarios suscritos por Aramón y no hay fondos para asumir este pago. Fuentes implicadas en la negociación reconocieron que
otra posibilidad, ya apuntada por la DGA, es suscribir la ampliación, desembolsar solo el 25% (es decir, unos dos millones entre los socios) e intentar cubrir el resto mediante un nuevo crédito.
Plan de eficiencia
El consejo de administración de Aramón también debía tratar hoy el
plan de eficiencia encargado a la consultora Price Waterhouse Coopers, en el que se proponían drásticas medidas para ajustar las cuentas de la sociedad mixta. Entre ellas, modificar el modelo de
contratación de la plantilla para hacerlo más flexible y ahorrar, renegociar los pagos a los municipios de las estaciones por el uso del monte público, recortar de forma drástica los
forfaits gratuitos que tienen garantizados los habitantes de los valles (en Sallent los empadronados mas de dos años lo obtienen gratuitamente) de las estaciones y renegociar las condiciones con las escuelas de esquí.
Dicho plan, que no se ha facilitado a todos los miembros del consejo de administración, propone también que
Panticosa y
Javalambre solo abran
los fines de semana, salvo en las puntas de temporada, y sirvan como instalaciones de reserva de
Formigal y
Valdelinares. De esta forma, si ambos complejos se llenaran, automáticamente se abrirían.
La decisión provocó duras críticas de la oposición. El portavoz parlamentario del PSOE, Javier Sada, subrayó ayer que la negativa del Gobierno de Aragón a desembolsar la ampliación de capital es una
«irresponsabilidad», ya que Aramón es una empresa que sostiene
«un sector estratégico para el desarrollo de una zonas de montaña que no tiene muchas alternativas. Un gobierno serio no puede acordar acudir a una ampliación de capital a finales del año pasado y luego decir que no puede desembolsar el dinero porque no ha habilitado una partida presupuestaria. Rudi debe asumir que gobernar es decidir y priorizar, y tienen que ser conscientes de que con esta actitud ya han provocado daños a una sociedad que lidera el sector de la nieve en España, porque afecta a su credibilidad»
Comparecencia solicitada
Los grupos de CHA e IU también cuestionaron la situación, hasta el punto de solicitar la comparecencia parlamentaria del consejero de Economía y responsable de la Corporación,
Francisco Bono, para que explique la situación económica y las perspectivas económicas y financieras de Aramón. Eso sí, reconocieron que Bono está sujeto a
incompatibilidad por haber presidido la empresa. El diputado nacionalista José Luis Soro incidió en que la actual situación de la sociedad demuestra la insostenibilidad ambiental y económica del modelo de la nieve, que consideró
«estratégico». El portavoz de Economía de IU, Luis Ángel Romero, coincidió en que la nieve es un sector estratégico
«de gran importancia, que vertebra el territorio y genera empleo y economía, por lo que es esencial que la empresa tenga un proyecto viable, sostenible y creíble».
Por su parte, el diputado del PAR Antonio Ruspira instó a los socios de Aramón a ponerse de acuerdo porque está en juego
«el interés general de Aragón. La apuesta de la nieve es estratégica y hay que mantenerla, para lo que será preciso que tomar las decisiones necesarias».
Incertidumbre financiera tras una mala temporada
Las dudas que está generando la actitud del Gobierno aragonés
amenazan el futuro de Aramón tras una temporada de nieve escasa con pérdidas de 20 millones de euros.
Rudi desmintió en plena campaña electoral las declaraciones que le atribuyeron sobre su supuesta intención de
privatizar Aramón (ahora participada al 50 % por DGA e Ibercaja). Ensalzó acto seguido el papel estratégico que esa empresa en particular, y el sector de la nieve en general, representan para la Comunidad aragonesa. Ahora, un año después, la actitud del Gobierno que preside es de bloqueo a unas aportaciones comprometidas y muy comprometedoras. No es solo Aramón. Cualquier actitud dubitativa en este terreno obstaculiza el desarrollo de una parte del territorio aragonés que obtiene la mayor parte de sus recursos del
sector turístico. Evidentemente, hay muchos otros frentes que atender desde el Gobierno aragonés, pero tras una temporada con poca nieve y muchas pérdidas se echa de menos un ejercicio más responsable de la política.
El holding afrontó sus inversiones millonarias con deuda
El holding de la nieve Aramón, constituido a partes iguales por el Gobierno de Aragón e Ibercaja, afrontó sus inversiones millonarias recurriendo al
endeudamiento, lo que complica ahora su situación tras una ruinosa temporada. En menos de diez años, ha destinado cerca de
130 millones de euros a infraestructuras y equipamientos de las cinco estaciones que dependen del grupo (Formigal, Panticosa, Cerler, Javalambre y Valdelinares). Con este dinero se han montado remontes y sistemas de innivación artificial y se han acometido edificios de servicios y distintas obras civiles.
Además, la empresa ha destinado otros
30 millones a hacer frente al mantenimiento de las instalaciones y a la adquisición de equipamientos técnicos e informáticos, además de al posicionamiento en el mercado con la implantación del telepago, entre otras medidas.
En la misma tesitura se encuentra
Plaza, que solicitó 111 millones a los bancos para hacer frente a la urbanización y ahora atraviesa también una delicada situación financiera porque no logra vender parcelas para hacer frente a las amortizaciones. Una situación muy distinta ha tenido otras empresas públicas, como el caso de la
Ciudad del Motorland. Este proyecto impulsado por el PAR no tiene semejante carga financiera porque el grueso de la inversión, que suma más de 95,8 millones de euros, se acometió a través del Fondo de Inversiones de Teruel, que aportan a medias las arcas estatales y autonómicas. Este año prevé recibir catorce millones de este mismo fondo para pagar la anualidad de las obras del circuito y sufragar parte de la explotación.
Una mala temporada
El mal tiempo y la crisis se han combinado para que Aramón haya tenido una temporada muy mala, con unas
pérdidas de 20 millones de euros. Esta circunstancia se une a los problemas de un modelo
vinculado al negocio inmobiliario, lo que obliga a su revisión, así como al control de unos gastos de explotación que remitían a la época de bonanza. Además de afrontar la urgencia económica, hay que pensar a medio plazo en el futuro de la nieve y adaptarse a los tiempos.