Siempre se ha dicho que hay que "echarse" hacia adelante al inicio de las curvas - también se dice "proyectarse" - y es cierto. Hay, de todos modos, un truco que me gusta y que, en vez de lanzarse hacia adelante, consiste en "echar" los pies hacia atrás. En realidad es prácticamente lo mismo, incluso se pueden hacer ambas cosas a la vez pero, la ventaja de pensar que movemos los pies hacia atrás es que, no solo nuestro centro de gravedad se equilibra por encima de los pies sino que, con la intención de retrasar los pies comenzamos a presionar más pronto, cosa que no ocurre necesariamente con la mera intención de adelantarse.
En el vídeo vemos a Raquel comenzando las curvas y, si observamos, al inicio sus pies están por detrás de su cuerpo. Eso significa que está adelantada y ejerciendo presión sobre las espátulas, lo que le permite describir una curva controlada. Veamos también que, en cuanto el centro de gravedad pasa delante de los pies canteamos automáticamente, facilitando el cambio. En el siguiente gráfico vemos que, como hemos comentado en algunas ocasiones ya, en los virajes dinámicos intentamos presionar tempranamente. El movimiento de los pies hacia atrás puede ayudarnos a ello.

El truco de pensar en mover los pies hacia atrás es especialmente útil tras los cambios por flexión, donde nos quedamos agachados y corremos el riesgo de comenzar la nueva curva retrasados. A algunas personas les cuesta trabajo pensar en ese gesto, así que no nos obsesionemos con él si vemos que no nos sirve. Probemos, no obstante, y si nos sale veamos cómo es un movimiento sencillo y natural, del que obtenemos varios beneficios a la vez.
¡Buenas huellas!
Carolo © 2016