Una de las cosas más obvias para practicar bien deportes es tener claro qué hay que hacer. A veces, no aprendemos una habilidad o no “nos sale” algo en las pistas porque no estamos atendiendo al foco adecuado. Esto - la tarea concreta o el elemento relevante al que hay que prestar atención en cada momento - es la clave de todo, y saber señalarlo bien es la mejor habilidad que pueda tener un profesor o un entrenador de esquí.
Como ya hemos hablado mucho sobre este tema seremos breves. El foco resulta más eficaz cuando:
- Tenemos uno solo en cada momento
- Es objetivo y concreto
- Tenemos muy claro el efecto que éste foco persigue
Foco único
Existen multitud de focos de la atención distintos (amplio, reducido, interno, externo...) y la experiencia nos va diciendo cual de ellos emplear en cada momento. Podemos ir cambiando sobre la marcha, pero teniendo en cuenta con claridad qué perseguimos en ese caso. Si usamos aleatoriamente más de un foco sin sentido, nos confundiremos y seremos incapaces de concentrarnos adecuadamente, además de no percibir claramente el resultado. Cuando estamos aprendiendo o la dificultad es grande, ayuda mucho la disciplina mental de trabajar en una sola cosa cada vez.
Foco objetivo
No vale de nada que digamos cosas ambiguas del tipo “voy a bajar bien” o “no me voy a caer”. El foco es más eficaz cuando describe de manera positiva una tarea motora concreta (por ejemplo, doblar el tobillo, clavar más adelante, mirar más lejos, etc.) que produzca un efecto beneficioso clara e inmediatamente.
Tener claro el efecto que perseguimos
Si, por ejemplo, lo que quiero es flexionar el tobillo al inicio del viraje, no es “porque sí” o porque me lo ha dicho el profe, sino porque sé que esto me permite aplicar más presión en la espátula, generar más fricción, combar el esquí y controlar mejor la velocidad durante toda la curva. En este sentido, la ciencia del deporte apunta a que, conocer el efecto de nuestros gestos, nos permite atender a focos externos que facilitan el aprendizaje y mejoran el rendimiento.
Así que ya sabemos; la próxima vez que queramos aprender algo o estemos en una situación difícil, preguntémonos antes de bajar ¿Cuál es tu foco?
¡Buenas huellas!
Carolo © 2015
A continuación, un breve cuadro que publicamos hace un par de años que algunos ejemplos de gestos motores y sus resultados. Éstos son solo unos pocos aunque, naturalmente, hay muchos más.