

También hay aspectos negativos. Y no me refiero a la falta de tradición, que también suele ser un activo pero aquí queda compensada por la vecindad de la estación de San Isidro, así que la zona y sus habitantes ya tienen pedigrí esquiador. Lo malo es que Fuentes ya se ha diseñado con leyes actuales y al modo actual. Es decir, con leyes ecológicas muy restrictivas y pactadas con grupos muy críticos con el esquí. Así que Fuentes de Invierno encuentra difícil cada nuevo paso. Tiene que ser sometido a procedimientos muy duros antes de ser aprobado.


La falta de cañones es sorprendente, sobre todo en una estación nueva. Pese a ello, su director, Jorge Fernández, nos ofrece datos muy positivos. Salvo la primera temporada, donde la nieve fue remisa, se han promediado más de 100 días de esquí por campaña. De todos modos, los cañones llegarán, pero hay que entender la situación de Fuentes de Invierno: nació en el 2007 como una gran inversión del Principado de Asturias y poco después llegó la crisis… Se acabaron las inversiones en esquí, lógicamente. Y pese a ello, Fuentes se mantiene, pequeñita (7 kms) pero matona, y muestra sus encantos: una zona de debutantes atractiva y un “piso superior” muy técnico, con pistas rojas de dificultad y pistas negras atrevidas. Y un fuera de pista muy cercano y que puede llegar a ser muy extremo.

“Una de las cosas buenas de nuestra estación es que no mezclas a los niveles de esquiadores. Los de menos nivel tienen toda la parte de abajo con pistas verdes y azules. Y los que buscan retos más complejos tienen toda la parte de arriba”, nos explica Jorge Fernández.

Lo de que Fuentes no tenga línea de luz eléctrica y funcione con la energía de generadores de gasoil nos ha dejado boquiabiertos. Pero tiene una explicación: estamos en valles difíciles (la carretera que sube por el lado asturiano aún está cortada en muchas ocasiones por aludes) y “el cable de la luz” no ha llegado hasta arriba. La energía que sube hasta la colindante San Isidro era en principio justa y ahora se ha ampliado y parece ser que en un futuro cercano todo va a solucionarse. Asturias le pagará a León y se enganchará a su línea. Suena difícil y desde luego se entremezcla la ilógica de la política, pero al final parece que la solución será la más sensata y no la “reglamentaria”: subir el cable desde el lado asturiano obligaría a mucho más gasto y mucha más agresión medioambiental (colocar postes).

Son los problemas de “La Raya”, que es como se llama a la zona donde está la frontera entre Castilla León y Asturias, entre medias de las estaciones de San Isidro y Fuentes de Invierno, tan próximas que hay esquiadores que pasan de una a otra a veces conscientemente y otras veces por error. El futuro pasa por unir ambos dominios. San Isidro es más grande, pero podría beneficiarse del “sector técnico” de Fuentes de Invierno. Y para Fuentes sería una ampliación de dominio muy interesante. Juntas se acercarían a los 40 kilómetros esquiables con cinco valles y todos los niveles de esquí posibles, y además la inversión para la “boda” es relativamente asequible. El problema principal es alcanzar un acuerdo entre organismos públicos. Entre el Principado de Asturias (Fuentes) y la Diputación de León (San Isidro).

“Somos una estación compacta, con pistas muy bien orientadas, un aparcamiento muy cómodo donde nadie está lejos de la entrada, tenemos pocos días de niebla…”. Jorge Fernández nos enumera los puntos fuertes de Fuentes. Nosotros añadimos el muy apetecible fuera de pista (y que, al no tener cañones, ofrece la misma nieve prácticamente que la pista). Y los paisajes de la zona. Esquiar en Fuentes entre los cañoncitos y desniveles que muestras sus riscos, y con sus paisajes cercanos y lejanos, es un espectáculo. Ojalá pronto puedan unirse San Isidro y Fuentes y “La Raya” sea sólo una línea en el mapa y no en la vida real.

El día que la hemos visitado en nuestro Reto 33 Estaciones no pudimos disfrutar plenamente de la estación porque la parte de arriba no estaba operativa. Es por eso que las fotos “de paisaje” esta vez no son nuestras y se las hemos pedido a la estación. Tenemos que volver, porque tanto Fuente como la vecina “Sani” nos han dejado con ganas de más. Y cuando estén unidas, realmente tendrá de todo.
