La decadencia 1981-1992
Esta época se caracteriza en rasgos generales por las pocas precipitaciones de nieve en todos los macizos montañosos (hecho que, junto con otras causas, trajo la desaparición de La Tuca y Llessui, por ejemplo) y especialmente en el Sistema Central que, junto con la ya habitual presencia masiva de esquiadores, hicieron pasar a la estación por momentos de dificultad.Se analiza a contibuación algunos de los aspectos que contribuyeron a la decadencia de la estación desde el punto de vista de la práctica de los deportes de invierno.
El que se hayan concentrado en el Puerto instalaciones de remonte no quiere decir que sea el lugar ideal para una estación invernal, por las siguientes razones:
1)Mal emplazamiento geográfico
2)Pistas monótonas
3)Pistas cortas
Debido a que el Puerto lo constituyen laderas orientadas E-O, es el paso obligado de los vientos fríos y relativamente húmedos del Norte, procedentes de la meseta norte, y lo que es aún peor, las nieblas pasan, empujadas por estos vientos por esta ventana natural, sin necesidad de remontarse en muchas ocasiones a más de 2000 metros de altura.
Es muy frecuente ver, sobre todo en invierno, desde los pueblos de la vertiente sur, las cumbres del Guadarrama despejadas y una lengua de nieblas bajando.
El motivo por el cual se ha formado el núcleo urbano en estos parajes, a pesar de sus malas condixiones climatológicas es sencillo. Primero la carretera y posteriormente el tren lo convirtieron en el punto de más fácil acceso desde la capital. Los clubes de montaña, y más tarde los hoteles y residencias fueron engrosando lo que hoy día ha llegado a ser.
La calidad de la nieve suele ser mala ya que casi siempre nieva con vientos fuertes, cargados de humedad. Si hay humedad, la nieve se transforma en una pasta antideslizante y peligrosa y si hace viento fuerte cuando nieva se deposita en taludes irregulares, acumulándose en las vaguadas y hoyos, dejando al descubierto los vértices de las laderas.
Además, muchas pistas del Puerto son sobre grandes pedreras con enormes rocas en donde es necesario que nieve un metro o más para poder esquiar.
Otro inconveniente de las pistas de Navacerrada es que son cortas y monótonas. No se puede marcar una carrera de categoría internacional que pueda semejarse a las marcadas en otras cordilleras ya que no hay desnivel suficiente. Casi todas las laderas son homogéneas, sin irregularidades del terreno que las hagan variadas, que es como debe ser un descenso con esquís para tener un mayor aliciente y dificultad.
Los problemas siguen por su infraestructura, destacando tres aspectos: los accesos, el aparcamiento y las instalaciones de hostelería.
La cercanía de la estación a la capital trae consigo grandes atascos en los accesos a primera hora de la mañana y a media tarde. De hecho, existió un proyecto de un telecabina desde Rascafría a la cima de la Bola del Mundo de forma que, creando en la base de la Sierra aparcamientos disuasorios, el ascenso se realizara con telecabinas de gran capacidad.
Una vez superados los atascos, llega la hora de aparcar y nos encontramos con amplias zonas del parking invadidas por puestos de chorizos, bocadillos, churros, botijos, tiestos etc. Incluso la Comunidad de Madrid llegó a gastarse 30 millones de pesetas en unas casetas de madera de aspecto rústico para intentar poner algo de orden en el caos en que se convertía el parking. Respecto a las instalaciones hoteleras, edificios de clubes y albergues, el problema es menor. En los últimos años la principal cadena hotelera de la zona es la propia Comunidad de Madrid, que se hizo con los edificios de la Sociedad Deportiva Excursionista, de Tiempo Libre, del Albergue Juvenil etc, la mayoría cerrados o en obras.
En el aspecto sanitario, sólo se cuenta con un puesto de socorro de la Cruz Roja, que está capacitado únicamente para primeros auxilios, no estando dotado por ejemplo de rayos X. Existía una clínica perteneciente a la Mutualidad General Deportiva que llevaba cerrada desde hacía años y, sin embargo, contaba con unas instalaciones muy adecuadas.
En cuanto al mantenimiento de la estación propiamente dicha, TAGSA intenta hacer algunas cosas, pero claro, para mover un trozo de hierba o una pequeña piedra, o colocar un cartel hay que poner de acuerdo al ICONA de Madrid, al ICONA de la Granja, a la Agencia de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, al Patronato de Áreas de Montaña de la misma comunidad, a la Consejería de Política Territorial etc.
Todos estos inconvenientes hacen que en 1981 se llegue a una situación de práctica quiebra por lo que, ante la alternativa de cierre y, siendo presidente de la sociedad Alfonso de Borbón y Dampierre, se convocó una oferta pública de adquisición de acciones, adquiriendo entonces el 75 por ciento del capital social la Diputación Provincial de Madrid.
Pilonas del antiguo telesilla de La Bola a finales de los años 80, antes de ser retiradas a principios de los 90, dentro del marco de restauración paisajística del Puerto.
En 1983, extinguida la Diputación Provincial, la empresa pasó a formar parte del sector público de la Comunidad de Madrid y diez años después pasó a tener la denominación actual: 'Deporte y Montaña de la Comunidad de Madrid, S.A'. En sucesivas operaciones, la Comunidad de Madrid amplió su participación en el capital social de la empresa hasta llegar al 98,25 por ciento actual.
Anverso del plano de pistas de 1988
Reverso del plano de pistas de 1988
Las pistas de Arroyo Frío se marcan como rojas y la única negra es la del Tubo de Arroyo Seco. Por esta época ya estaba inoperativo el telesilla de La Mancha, así como los telesquís de Arroyo Frío I y II y sin embargo siguen apareciendo como remontes operativos cuando en realidad no era así.
Anverso del plano de pistas 1989
Reverso del plano de pistas de 1989
En la temporada 88-89 el precio del forfait diario en sábados, festivos o vacaciones era de 1800 pesetas, el diario de día laboral de 1000 pesetas y el de tarde laborable 700 pesetas. El de temporada costaba 30000 pesetas.
Durante el verano de 1990 se modernizan el telesilla de La estación y el telesilla de Guarramillas (nuevas sillas) y se sustituye el telesilla de El Telégrafo por uno nuevo, estando en marcha la remodelación del telesilla de El Bosque.
Nuevas sillas del telesilla de La Estación (abatibles para impedir acumulación de nieve en el asiento).
Nuevas sillas del telesilla de Guarramillas (similares a las que también se sustituyeron en el telesilla de Zabala, en Valcotos).
El nuevo telesilla de El Telegrafo
En la temporada 89-90 el precio del forfait diario en sábados, festivos o vacaciones era de 2000 pesetas, el diario de día laboral de 1000 pesetas y el de tarde laborable 700 pesetas. El de temporada costaba 32000 pesetas.
En la temporada 90-91 el precio del forfait diario en sábados, festivos o vacaciones era de 2200 pesetas, el diario de día laboral de 1100 pesetas y el de tarde laborable 800 pesetas. El de temporada costaba 32000 pesetas.
Por otra parte, ya existía el proyecto de un telesilla cuatriplaza desembragable en dos tramos en la ladera de Guarramillas, si bien la Agencia de Medio Ambiente por aquel entonces no estaba de acuerdo con él, argumentando que aumentando la capacidad de los remontes sólo se conseguiría que subiera aún más gente al Puerto.
Otra de las ideas era la de trasladar los remontes de Arroyo Frío, que ya en 1990 llevaban más de 10 años sin funcionar al Arroyo Seco, de forma que los deportistas de competición de la Federación Madrileña de Deportes de Invierno tuvieran un sitio para entrenar y celebrar competiciones, como se ha venido haciendo toda la vida.
En cuanto a las pistas, llevaban tanto tiempo sin un adecuado tratamiento que necesitaban un tratamiento en profundidad mediante la eliminación de piedras, la colocación de paravientos, la siembra de hierba con los métodos adecuados, la limpieza de arbustos que fueron invadiendo progresivamente el terreno etc.
Todo ello pasaría por un estudio adecuado del suelo y de sus necesidades que analizara la remodelación de las pistas como se hace en todas las estaciones del mundo, que además de permitir su utilización con menos cantidades de nieve y en mejores condiciones, ayudaría de manera importante a la conservación del terreno. Aunque la estación llevaba ya tiempo intentando realizar todo esto, vuelven a aparecer los inconvenientes de poner de acuerdo al ICONA de Madrid, Segovia, Agencias de Medio Ambiente, Ayuntamientos etc.
Plano de pistas temporada 91-92
En la temporada 91-92 el precio del forfait diario en sábados, festivos o vacaciones era de 2300 pesetas, el diario de día laboral de 1100 pesetas y el de tarde laborable 800 pesetas. El de temporada costaba 32500 pesetas y 27000 para federados.
Destacar que viene marcada como pista de fondo (en amarillo), por error, la pista de descenso que discurre a la derecha del telesilla de El Bosque. Otro error es dibujar en azul la pista de La Estación y clasificarla como verde
Está marcado en trazo discontinuo el antiguo telesilla a La Bola ¿qué nos quieren decir con esto?
También es curiosa la pista verde justamente pegada paralelamente al telesquí de El Escaparate. Es realmente estrecha para ser una verde y peligrosa por la cercanía a la huella del propio telesquí.
Pese a que hacía más de 10 años que la zona de Arroyo Frío se encontraba totalmente abandonada a su suerte, con los telesquís en un estado de conservación deplorable, todavía se siguen mostrando como operativos en el plano de pistas. Lo mismo sigue ocurriendo con el telesilla de La Mancha, al parecer fuera de servicio en los 80 tras un fuerte temporal y del que por esta época no quedaba nada más que las pilonas en pie, habiendo desaparecido las sillas y el cable como se aprecia en la siguientes fotografías:
Antiguas pilonas del telesilla de La Mancha a finales de los 80, antes de ser retiradas
Base de la antigua salida del telesilla de La Mancha a finales de los 80
Tiquet individual de subida en medios mecánicos
Forfait del 10 de abril de 1988
Forfait del 7 de febrero de 1988
Forfait del 4 de febrero de 1990
Forfait del 14 de enero de 1990
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