Les adventures du Megabyte au Neige
Las aventuras y desventuras de un gay en la nieve. Una divertida narración para no dejar de reirse.
Hola a todos, amigos y amigas junteiros y aledañños. Espero que el puente os haya ido pui bien a tos y toas. Aqui la mega y su marío estamos todavía recuperándonos de la cantidá de aventura y desventura pasadas en el quinto coño ar que nos hemos ido estos dias. Sus cuento.
Pos arresulta que mi cuñao y mi cuñá, usease el hermano de mi marío y su mujén, son fanásticos de la nieve y del eskiss, y estaban empeñados en introdusirnos en el besho arte de escurrirse sin caerse, asín que se empeñaron en invitarnnos a la nieve en el puente. Ibamos a í a los pirineios, pero en resulta que dos dias antes llaman de la agensia disiendo que una leshe pa nosotros, que en los pirineos no hay nieve ni en los congeladores, asín que o nos vamos a los alpes o a joerse. Y estos dos como estaban empesinao, pos a los alpes franseses que nos hemos ido.
Y como la mega y su marío nunca habían ido a esos sitios, pos nada, había que encontrá la vestimentas adescuada, y pol supuesto, na de cuatro plasticos repegao. Nusotros nus fuimos ar cortinglé y nos compramo dó monos de cuerpontero que paresiamo astronautas, pero estabamos molones cantidá. Polque la mega, como sabía que se iba a ostiar en la nieve de múltiples yartísticas formas, tenía que haserlo con un toque de elegansia y no con un
impermeable del rastros. También nos compramo unos gorros, la mega uno de lana, y su marío una gorra con orejeras que paresía los muñequishos de SousPark. Los demás asminisculos nos los prestaron, y yastabamos dispuestos. Trese horas de coshe, te cagas en las bragas, y cuando shegamos a Nisa, luego había que cogé una carretera de montaña de estas que tienen palitroques pa pararte si el coshe se va patrás. Y nusotros con un mosqueo
porque no ponía ningún carté por ningún lao. Venga a subí montaña, las cabras nos miraban como disiendo "y estos donde coño van", pero en fransé, y nada, venga parriba y ni un puto carté. Y ensima un peaso de camión delante que nos hasía í a 20 por hora. Asín que no vea tu el plan. Y de pronto, el camión, mu atento é, se apartó en un huequillo pa que pasaramo los coshes, y seguimos palante. Y ya desesperaos, mi cuñá paró el coshe en una ardeilla de montaña pa preguntá si ibamos bien, polque seguía sin habé carteles. Y en efesto íbamos bien, según nos dijo una aldeana que encontramo. Pero justo ar cojé er coshe de nuevo, adivinais quien pasó? Er puto camíón otra vé. Y otra vé detrá. Y na mas salí de la aldea, un peaso de carté de siete metro
poniendo "Isola 2000, 10km". Pa llorá.
Y una ves llegados arriba, descubrimos un nuevo consepto de la esspresión "estamos en el quinto coño", aunque disha expresión se vió nuevamente desbordada varias veses en esos dias. Hubo un dia que hasta divisamos er sexto y sértimo coño. Pol lo meno nos dieron un apaltamento que estaba al ladito al ladito de las pistas, tanto es asín que bajabas por el assensó y estabas en un sentro comersiá, que eran todos los bajos de todos los edifisios, y abrías una puerta y allí estaban los telesillas, los remontes
esos coñasos que te pones el disco en el culo y se suben, y hasta una pista ashí mimmo pa escoñarse na má salí. Todo un lujo, según me contaban mis cuñados, polque eshos siempre que habían ido a un sitio había que pasallas canuta pa shegá a la nieve prospiamente disha. Totá, que fuimo a arquilá las bostas y los esquis. Te cagas en las braga otra vé. Cuando sho me puso aquello en los mimmo pies, se me calleron tré lagrimone como tré palanganas.
Qué cosa má ortopédica y antinaturás, pordió, que tortura, y sho iba a tené que está tré dia con eso puesto, mequeriademorí ashimimmo.
Pos esa mimma noshe ashin en las pistas, toscuro, nos bajamo como cuatro animatrónico (que doló de pié por dió) a aprendé las cosas básicas pal dia siguiente no da musho er cante. E disí, ponerse los esquís sin escoñarse, avansá un poquito sin escoñarse, frená sin escoñarse, y torsé sin escoñarse. Y luego aprendimo también como escoñarse, porque claro, é inevitable. Esas cosas endiabladas en los pies tienen una tendensia naturá a cojé la línea de márrsima pendiente y enfilá pal barranco má proseloso en désima de segundo, y uno tiene que aprendé a tirarse a tiempo. Totá que despué de siete caida y de tené a tol mundo de los aparstamentos sercanos en los barcone aplaudiendo a rabiá cada ostión de la mega y de su marío, nos fuimo a dormí pa preparalnos pal dia siguiente.
(continuará, que me duelen los deos....)
dionnns
