Este valle va muy retrasado respecto a estos:
El telecabina de Benasque a Cerler ya tiene fecha de estreno: diciembre de 2025
Plazos justos pero posibles para el nuevo telecabina que debera conectar el pueblo de Benasque con las pistas de esquí de Cerler. Si todo va bien, este verano ya estará adjudicado el fabricante, y en otoño se pondrán a trabajar para el diciembre de 2025 poder estrenarlo.
El telecabina de Benasque parece que va a acabar salvado por la campana. Los plazos se ajustan cada vez más, pero el Ayuntamiento asegura que se cumplirán los términos. Para no perder la subvención de la Unión Europea, unos 10 millones de euros, antes de que acabe este 2024 deberá haberse gastado como mínimo el 50% de ese dinero. Y tienen hasta marzo de 2026 para completar el resto.
Estamos por tanto en una cuenta atrás para cumplir ese primer plazo que se acaba el 31 de diciembre y al que le quedan algo más de siete meses. En este plazo de tiempo se debe licitar el telecabina, es decir, escoger la empresa que lo va a construir. Esto será antes de verano, pero por lo general, para encargar un aparato así se debe hacer no mucho más allá del mes de febrero para poder tener tiempo a fabricarlo.
Por tanto este año es casi imposible ver ni siquiera una cabina. Pero para cumplir ese primer plazo en el que debe haberse gastado el 50% de los fondos antes del 31 de diciembre, se empezará por la obra civil, es decir, edificio de salida, preparar bases para las pilonas, cableado eléctrico, etc...
Si esas obras no cubriesen el 50% de los fondos, siempre se puede adelantar dinero al fabricante a cuenta del telecabina.
Es algo bastante habitual que algunos remontes se construyan en dos fases, en que la segunda es cuando llega el personal del fabricante o distribuidor a colocar pilonas, cableado, colocar el motor que hará mover este aparato, y en este caso colgar las cabinas. Todo esto lo veremos a partir del verano de 2025.
Si todo va bien, según el Ayuntamiento de Benasque, antes de este verano (para el que le queda algo más de un mes para llegar) se habrá licitado el telecabina. Y se pondrán a trabajar rápidamente en otoño. Dada la cota de la terminal de salida, es donde se concentrará el grueso de la obra civil, no habrá problema meteorológico para trabajar hasta el último día de plazo de esta primera fase, que expira el 31 de diciembre.
Al mismo tiempo se trabajará en la nueva defensa contra las crecidas del río Ésera, que según el INAGA supone una amenaza para la zona baja del casco urbano donde se instalará la terminal de salida. De esto se enarga la DGA con fondos propios a través del Instituto Aragonés del Agua.
Aún así, estamos hablando de un proyecto que siempre estuvo mucho más adelantado que el telecabina de Candanchú a Astún (y viceversa), y que de hecho en más de una ocasión parecía que iba a ejecutarse. Pero siempre faltó financiación suficiente. Con el dinero aportado por los Fondos Next Generation 21 de Bruselas, más los que se rascaron del proyecto de construcción de una carretera hasta el nuevo sector de Castanesa (que ese ayuntamiento no tenía capacidad económica de llevar adelante) se lograron los poco más de 16 millones de euros que finalmente ha costado el proyecto.
