Según ha informado este lunes la Policía del cantón de Valais, donde se produjo la tragedia, de los seis alpinistas, con edades entre 21 y 58 años, cinco son miembros de la misma familia: tres hermanos, el tío de ellos, un primo y un amigo de ellos, que es el que todavía no ha sido localizado, todos con edades comprendidas entre 21 y 58 años.
Los seis esquiadores realizaban el trayecto entre las localidades de Zermatt y Arolla, cerca de la frontera con Italia, y se perdieron cuando avanzaban en el sector de la Tete Blanche, a 3.500 metros de altura y conocido por las dificultades de orientación cuando hay mal tiempo.
Condiciones meteorológicas adversas
El grupo salió el sábado 9 de marzo por la mañana, partiendo de Zermatt en dirección a Arolla. A las 16.03 horas, un miembro de la familia llamó al Equipo de salvamento del Valais para mostrar su preocupación. A las 17:19 horas, uno de ellos volvió a contactar con los servicios de emergencia a través de su teléfono móvil cuanado estaban en la Tête Blanche, a 3.500 metros sobre el nivel del mar.
Rápidamente se activó el servicio de rescate, pero a las 21.00 horas tuvieron que suspenderse cuando estaban a 3.000 metros de altura debido a las condiciones meteorológicas y riesgo de avalanchas; la falta de visibilidad, el intenso frío y el viento con rachas de hasta 100 km/h que impidieron llegar hasta los esquiadores.
Para encontrarlos no se escatimaron recursos. Se movilizaron tres helicópteros de Air Zermatt, tres de Air Glaciers, tres de Rega, dos Super Puma del ejército y una veintena de socorristas especializados, además de médicos.
La Policía explicó que finalmete durante la noche, aprovechando un parón en los vientos, un helicóptero consiguió dejar cerca de un refugio de montaña, en la zona de Dent Blanche (Diente Blanco), a tres rescatistas y un policía de montaña experimentados. Tras dos horas, pudieron llegar al sector donde los alpinistas habían quedado varados. Allí, descubrieron los cuerpos de cinco de las seis personas desaparecidas.
El domingo, ciberexpertos y técnicos utilizaron todos los datos extraídos de móviles, redes sociales y GPS de los seis esquiadores. Los datos recopilados de las familias permitieron confirmar la probable ubicación de grupo en la montaña.
Según dijo a la prensa suiza Njan Truffer, jefe de rescate de Air Zermatt, que dirigió la operación de rescate,
"la imagen que encontramos era fea. Los esquiadores incluso intentaron construir un refugio en forma de cueva con la nieve para sobrevivir, pero terminaron muriendo de frío.
Los cuerpos fueron encontrados esparcidos por el lugar, lo que sugiere que habían entrado en pánico antes de perder el conocimiento."
Siguiendo esas primeras hipótesis del equipo de rescate, las investigaciones estiman que la causa de la muerte fue por la hipotermia que causó el frío extremo que se registra estos días, sumado al viento que hace que la sensción sea aun más baja.