Tengo que reconocer que soy un nostálgico y un romántico empedernido, nunca lo he podido evitar. Soy de los que en ocasiones mira hacia atrás para valorar el presente, tocando siempre con los dos pies en el suelo. Como la mayoría ya sabe, Riverola es un apellido aragonés de la Litera, Huesca. El tener sangre aragonesa por parte de padre, de algún modo marcó una gran parte de mi infancia y juventud en el Pirineo oscense, descubriendo en familia y con amigos sus cumbres, pueblos, valles y crestas espectaculares, sin olvidar los glaciares y las estaciones de esquí.
Servidor de ustedes aprendió a esquiar en Astún, en 1989 y aunque dos años antes ya se había deslizado con unas tablas en Rasos de Peguera Rasos de Peguera, fue en Jaca y en Astún donde recibí la llamada de mi selva particular, como diría Jack London. Fue en 1989 cuando vi por primera vez la estación internacional de Canfranc.
La antigua estación internacional de Canfranc, convertida en hotel, vista desde drone.
Copyright: Víctor Riverola para Matterfilm
La primera impresión es la que cuenta
En este caso, la primera impresión me impactó de un modo inolvidable, ya sea por la espectacularidad y la elegancia de todo el conjunto o porque adoro el cine, los trenes y la historia. La estación automáticamente me trasladó a los años 20 del pasado siglo XX, una época llena de luz, de diseño, de magia y de optimismo, antes del famoso crack del 29.
Recuerdo subir a esquiar en autocar y cuando dejabas atrás la estación, la carretera giraba a la derecha en una pronunciada curva, pasando justo por encima de la boca sur del túnel de Canfranc, hoy en día cerrado al tráfico ferroviario.
Hace tan solo unos días volvimos a subir por la misma carretera (que ha mejorado muchísimo) y volvimos a pasar por la misma curva, directos a Candanchú, Somport y Astún
Los mapas del editorial Alpina forman parte de mi vida desde que nací
Copyright: Editorial Alpina
Tras muchos años en desuso, acumulando polvo y telarañas, la estación ha resucitado en forma de Hotel de cinco estrellas, con detalles de gran lujo que deslumbran al visitante a la vez que le invitan a dejarse llevar por la historia y por las mil y una aventuras que se han vivido entre sus paredes y raíles durante mucho tiempo.
Propiedad del Gobierno de Aragón, ha sido el grupo Barceló Hotel Group quien se ha hecho cargo del hotel, aspirando a convertir la estación internacional de Canfranc en el gran referente dentro de la hostelería de alto nivel en todo el Pirineo Aragonés, tanto a nivel nacional como internacional, siendo un punto de encuentro de viajeros, esquiadores, montañeros y amantes de la gastronomía de alta montaña.
La recepción del hotel es una maravilla a nivel de diseño y buen gusto
Copyright: Víctor Riverola para Matterfilm
Si habéis visto la versión cinematográfica del musical “El Fantasma de la Ópera”, (Joel Schumacher, 2004) recordareis la mítica escena inicial que pasa del blanco y negro y la decadencia del pasado oscuro a la luz, el brillo y el color, mostrando la opulencia del teatro de la ópera de Paris de antaño. Pues al entrar en la estación, sentí lo mismo. Solo tenemos que cambiar la Ópera de París de 1870 por la estación de Internacional de Canfranc de 1928, declarada Bien de Interés Cultural y catalogada como monumento desde el 6 de marzo de 2002.
Al abrir la puerta y poner los pies en el hall, te das cuenta que el nuevo Hotel Canfranc Estación es mucho más que un hotel de gran lujo. Es “EL HOTEL” en mayúscula. Observando los uniformes del personal, el homenaje al metro de Nueva York, el buen ambiente que se respira en cada rincón y la inmensidad de sus pasillos, con más de 200m de largo, uno se da cuenta que la estación ha conservado su antigua magia inalterable. Cualquier persona con un mínimo de sensibilidad y buen gusto quedará boquiabierta al entrar en el nuevo Hotel Canfranc Estación, Royal Hideaway, cayendo automáticamente en sus redes. Solo el hall bien se merece una atención especial, lleno de detalles y con la escalera del metro newyorkino justo en el centro, homenaje histórico a épocas pasadas.
El espectacular hall del hotel
Copyright: Víctor Riverola para Matterfilm
Al ser un cinéfilo empedernido, no puedo dejar de realizar símiles cinematográficos, es lo que tiene trabajar en radio y televisión durante muchos años…Nuestro viaje cinemático se inicia justo al entrar, gracias en gran parte a la arquitectura, que nos invita a viajar a tiempos pasados, mezclándose en nuestra mente elementos de “El gran Gatsby”, “El Golpe”, “El gran robo del tren”, las novelas de Agatha Christie y el “Gran Hotel Budapest”.
No hay ni un solo rincón que no despierte nuestra imaginación...
Copyright: Víctor Riverola para Matterfilm
Los años veinte del pasado siglo se mezclan con el presente de un modo sublime, destacando el buen gusto a la hora de elegir los materiales y el diseño de las habitaciones y los distintos espacios interiores, pasando por la piscina y la biblioteca-coctelería.
La entrada del hotel desde el aire, llegando a través de la nueva estación de Canfranc
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Imaginemos poder bañarnos en una piscina a 1.200m de altitud, con una climatización perfecta, mientras fuera, el termómetro marca menos diez grados centígrados, y mullidos copos de nieve van cayendo sin cesar, impregnando todo el ambiente de una magia especial…Contando con un espacio exclusivo para masajes corporales y estética. Es el sueño perfecto de una fría tarde de invierno o incluso de otoño o primavera.
La piscina del hotel, ejemplo perfecto de elegancia y buen gusto
Copyright: Víctor Riverola para Matterfilm
El trabajo realizado a nivel de restauración para poder convertir la estación en un gran hotel ha sido realmente impresionante, magnífico. Se ha logrado dar vida a algo que permanecía inerte durante demasiado tiempo. A nivel de materiales, brillan con luz propia la madera, el latón y los tejidos ricos como el terciopelo, con una gama cromática inspirada en los años 20 en tonos beiges, verdes y petróleos. Destaca también la integración de la cultura popular aragonesa en determinados elementos textiles, ofreciendo juegos de colores inspirados en los ricos y variados trajes regionales de la zona.
Un té, un café, una merienda, un aparitivo, siempre sabe mejor si el espacio acompaña
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Todas las habitaciones del hotel y todas las suites mantienen viva la sensación de viajar en un tren de lujo, cuidando al máximo los pequeños detalles. Camas amplias con colchones perfectos, almohadas mullidas, insonorización perfecta, obsequios de bienvenida, tés, cafés y aguas minerales…y un baño perfecto, elegante, sin llegar a ser recargado.
El silencio, la comodidad, la suavidad...son detalles importantes que se agradecen al dormir
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En un gran hotel siempre he creído que es muy importante que las habitaciones tengan el espacio necesario para poder movernos cómodamente, con un espacio para poder trabajar, buena señal de WIFI y un buen baño, con todos los productos necesarios y de calidad.
El servicio y el personal del hotel cuida al máximo los pequeños detalles de bienvenida
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Una vez nos dejamos caer en brazos de Morfeo, por la mañana el sol baña las ventanas, mostrándonos la belleza natural que rodea Canfranc. El buffet del desayuno es excelente, contando con TODOS los detalles y platos necesarios para saciar la sed gastronómica del gourmet más exigente. Junto a las distintas barras con productos de altísimo nivel, el servicio, amable y atento, nos ofreció la posibilidad de pedir diferentes platós calientes, donde encontramos las clásicas migas aragonesas, con su chorizo y su huevo.
Los desayunos son realmente espectaculares, ya seas vegano o omnívoro
Copyright: Víctor Riverola para Matterfilm
El surtido de quesos es impresionante, así como el de embutidos y el de pasteles y pastas. Los yogures, cereales y las leches de varios tipos ayudan a completar la oferta para veganos, imprescindible hoy en día.
Los pequeños detalles son los más importantes
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El Canfranc Estación, Royal Hideaway pone a disposición de los viajeros 104 habitaciones, de las cuales 4 son suites de lujo, distribuidas entre la primera y la segunda planta. A nivel de restauración, el hotel cuenta dos directores gastronómicos que se han convertido en grandes embajadores de la cocina aragonesa a nivel mundial: Eduardo Salanova y Ana Acín, propietarios de los restaurantes La Venta de Sotón, todo un referente gastronómico fundado en 1967 a pocos kilómetros de Huesca, subiendo por la A-132 y el Espacio N, ubicado en el interior de La Venta, un espacio moderno que en 2021 fue galardonado con una estrella Michelin.
Los vagones-restaurante en el exterior del hotel, sobre las antiguas vías de ferrocarril
Copyright: Víctor Riverola para Matterfilm
Actualmente en el hotel encontramos tres restaurantes, dos bares y una biblioteca coctelería. Es importante destacar que hay dos restaurantes gastronómicos alojados en dos vagones de época impecablemente restaurados, siguiendo el estilo del hotel.
La cefeteria nos invita a reunirnos con amigos o en pareja,
viajando al pasado cómodamente
Copyright: Víctor Riverola para Matterfilm
El proyecto ha buscado conservar el valioso patrimonio cultural de un edificio emblemático con más de 90 años de historia, a la vez que pretende apostar por el talento local, incluyendo en este caso la moda, gracias a la colaboración con el joven diseñador zaragozano Nacho Lamar, con quien hemos podido hablar recientemente (seguirnos en Instagram tiene sus ventajas). Aprovecho para decir que en breve publicaré dos interesantísimas entrevistas, una con Nacho y otra con María Bellosta, directora general del Hotel Estación de Canfranc.
La luz en la piscina, elemento clave que potencia el lujo y la sofisticación
Copyright: Víctor Riverola para Matterfilm
El estudio de interiorismo ILMIODESIGN (Madrid), fundado por Andrea Spada y Michele Corbani en el año 2009, ha sido el encargado del diseño interior del hotel que se ha inspirado en el estilo de las antiguas estaciones y de los trenes de lujo de largo recorrido de los años 20-30 del pasado siglo XX. Los vagones y los elementos representativos nos trasladan al pasado, disfrutando del lujo y las comodidades del presente.
Las habitaciones y las suites nos recuerdan a los grandes vagones de tren de los años 20
Copyright: Víctor Riverola para Matterfilm
Se ha buscado proyectar espacios cálidos y elegantes que se fusionan con sutiles elementos art-déco para crear ambientes contemporáneos sin esconder sutiles toques de nostalgia y romanticismo que seducen al visitantes desde el primer momento que este pone los pies en el hall del hotel.
El homenaje al metro de Nueva York, en el hall del hotel
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Como podemos comprobar, la impecable restauración y la evolución que acaba de experimentar la antigua estación de Canfranc, ha devuelto a la vida un monumento espectacular enclavado en el valle del Aragón, a muy pocos kilómetros de dos estaciones de esquí tan míticas como son Candanchú y Astún. Mil gracias a Alejandro Enériz (El Rincón de la Catedral de Jaca), a Saúl González, jefe de recepción, por su magnífica atención y como no, a María Bellosta por su tiempo y amabilidad para con nosotros.
El hotel a vista de drone, con la Raca (Astún) al fondo.
Copyright: Víctor Riverola para Matterfilm
Bienvenidos al nuevo gran hotel del Pirineo, una joya espectacular que brilla con luz propia.
Nota del autor: Todas las fotos son propiedad de Victor Riverola i Morera (Para Matterfilm).