Cuantos más datos empiezan a conocerse sobre el trágico suceso que llevó al fallecimiento de cinco miembros de una misma familia y a la desaparición de una sexta persona que iba con el grupo, más dramática se hacen las circunstancias de cómo murieron.
En una entrevista publicada hoy en el Neue Zürcher Zeitung, el Director de Zermatt Mountain Rescue (Air Zermatt), Anjan Truffer, explica que cuando los encontraron iban vestidos con ropa muy ligera. Se especula con que estarían entrenando para la Patrouille des Glaciers, una competición de esquí de montaña que se disputa dentro de unas semanas en esta región de Suiza.
Son especulaciones que tendrán que confirmarse cuando la policía acabe de entrevistar a familiares y amigos. Pero puede ser quizás por esto que llevaban un material muy justo para las condiciones que se iban a encontrar.
Según relata Anjan Truffer en la entrevista, tuvieron que abortar el servicio de rescate a las 21h porque las rachas de viento eran tan fuertes que ponían en peligro la vida del propio personal de rescatistas, lo que da una imagen de las condiciones extremas que se daban allí arriba a más de 3.500 metros de altura. El responsable de Air Zermatt destaca que se llevaba alertando de una mala previsión del tiempo todo el fin de semana. Luego tuvieron que esperar casi 24 horas antes de poder realizar un nuevo intento de rescate.
"Es una situación muy desagradable cuando estás en casa esperando a poder despegar de nuevo mientras sabes que hay gente de allí arriba que necesita ayuda. Pero poner en riesgo a más personas no es una opción. En tales situaciones hay que ser sensato."
Solo hasta las 18.30h del lunes la situación mejoró como para acercar a alguien hasta el cercano refugio Dent Blanche. Un helicóptero llevó allí a un grupo de rescatistas formado por dos socorristas, un médico y un especialista en montaña de la policía que, sujetos con cuerdas, pudieron acercarse a los desaparecidos tras recorrer cuatro kilómetros en condiciones muy peligrosas hasta la zona que marcaban sus teléfonos móviles. A esa hora del día ya estaba oscuro, y además hacía mucho viento.
Primero encontraron a dos de los esquiadores tumbados en la nieve, con claros signos de una grave hipotermia. Gracias a los varas de sondeo y a los localizadores de aludes, encontraron más tarde a otros dos más enterrados bajo la capa de nieve que tuvieron que sacarlos con pala.
A unos 30 metros de distancia yacía la quinta persona encontrada, pero pasó algún tiempo hasta que la encontraron. La búsqueda se detuvo alrededor de la una de la madrugada porque se volvió demasiado peligrosa. Hacía mucho viento. Lamentablemente, la sexta persona sigue desaparecida.
Al parecer, el grupo trató de hacer una cueva para protegerse del frío, pero la nieve era muy pesada y se movía mucho por el viento. Además llevaban palas, pero muy ligeras para cavar en esas condiciones meteorológicas. Así que llegó un momento que cuando vieron que las cosas se ponían muy complicadas, el grupo se rompió y se dispersó. Algunos presos del pánico, y otros desorientados.
Cuando por fin los encontraron, al ser una zona abierta sin que aparentemente se hubiese desencadenado una avalancha, rápidamente pensaron que podrían haber fallecido por congelación, pero al no haber signos de lesiones lo primero que hicieron al llegar es tratar de reanimarlos por si había alguna posibilidad remota.
"No nos corresponde a nosotros determinar si alguien está muerto. Se intentó reanimar a las personas allí mismo y luego fueron trasladadas en helicóptero a varios hospitales."
En otras declaraciones, el alpinista y guía de montaña Klaus Aufdenblatten explica en el Blick que el grupo iba muy poco preparado para soportar temperaturas tan extremas, "subestimaron completamente las condiciones meteorológicas. El viento en particular puede desarrollar una enorme potencia".
Truffer dice que nunca se ha encontrado en una situación comparable, pero como guía de montaña siempre lleva consigo material y equipo para poder protegerse en condiciones tan extremas. No culpa a nadie, pero siempre hay que tener en cuenta que en las altas montañas las cosas pueden volverse peligrosas rápidamente.
¿Cómo se siente un rescatista y montañista profesional al día siguiente del drama? “Te levantas y te pones a trabajar”, dice Anjan Truffer.