Era un secreto a voces, pero el 'chico rebelde' de la Copa del Mundo de esquí acaba de hacerlo oficial: a partir de la próxima temporada correrá bajo la bandera de Brasil de donde es su madre. El campeón de la Copa del Mundo de Slalom en 2023, mantenía la doble nacionalidad.
El anuncio lo ha hecho hoy en una esperadísima rueda de prensa convocada para hoy en Kitzbuehel. Tiene la bendición de la FIS, el permiso de la Federación noruega, y el apoyo económico del imperio Red Bull. Eso sí, seguirá (salvo sorpresa mayúscula) corriendo con Atomic.
Hijo de madre brasileña y padre noruego, Pinheiro Braathen siempre se ha sentido profundamente conectado con su herencia brasileña y, a menudo, vestía una prenda con los colores verde, azul y amarillo de la bandera del país, incluso cuando representaba a Noruega.
Lucas Braathen dio un portazo a la Copa del Mundo de esquí alpino pocas horas antes del Gigante de apertura de Solden. Estaba disconforme con las reglas de la Federación noruega, que según afirmó ese día, apenas le daba margen para gestionar sus propios patrocinadores. El posado para una marca de ropa desencadenó una monumental pelea entre ambas partes que acabó con el noruego-brasileño fuera de la competición.
Durante estos meses se ha mantenido cerca de la Copa del Mundo. Ha ido haciendo apariciones en las gradas de algunas de las pruebas como en Kitzbuehel, y ha ido entrenando con el griego AJ Ginnis, medalla de plata en Méribel-Courchevel 2023; y con el francés Victor Muffat-Jeandet.
Lucas Braathen representa aquello que necesita la FIS para enganchar a los jóvenes. Es un gran amante de la moda que diseña su propia ropa y hace algunos pases de modelo para marcas extrovertidas muy cercana a los gustos de la juventud.
Para Brasil, Braathen significará la oportunidad para promocionarse entre los turistas del arco alpino y los aficionados a la Copa del Mundo de esquí alpino. Además podría ayudar a impulsar los deportes de nieve en el país sudamericano.
Pese a ser el más grande de Sudamérica, es el único que curiosamente no tiene montañas con nieve con cierta regularidad. Aunque se produce alguna pequeña nevada en alguna región, apenas suele aguantar unas horas. Sin embargo hay muchos brasileños aficionados al esquí y de hecho son el principsal cliente extranjero de las estaciones de Argentina y Chile.
Su bagaje en la competición de los deportes de nieve es prácticamente nulo. Su mayor éxito fue precisamente hace unas semanas, cuando Zion Bethonico se colgó un bronce en el Snowboard Cross de los Juegos Olímpicos de Invierno de la Juventud Gangwon 2024.
Sin el apoyo de la federación noruega
La federación de Noruega no ha puesto problemas para que cambie de bandera. Podría haberlo hecho y Lucas Braathen tener complicado su retorno ya que para empezar debería empezar de cero. Ahora podrá transferir sus puntos FIS a la licencia brasileña y se ahorra tener que empezar con carreras locales y luego la Copa de Europa. Pero no podrá entrenar con los 'vikings'. De todas maneras, dio
"gracias a la Federación Noruega por habernos separado en términos amistosos: en última instancia, lo que soy depende de lo que hice cuando estaba con ellos".
Lo tiene claro la Federación y sus ya ex-compañeros. Cuando se les preguntó si Braathen podría entrenar con la selección noruega, Atle Lie McGrath y Timon Haugan fueron claros. El primero de ellos confirmó que ya no entrenará con la selección escandinava y subrayó la importancia de la separación en el ámbito deportivo. Haugan añadió que Braathen respeta los límites y es consciente de que no puede volver al equipo como si no hubiera pasado nada.
De todas maneras no parece haber resentimiento entre sus ex-compañeros, y todos han celebrado que Lucas Braatten vuelva a la competición.
Lucas Braathen se ha montado su propio equipo que será gestionad por su padre Bjorn. Durante lo que queda de temporada de esquí, realizará un intenso entrenamiento de Slalom y Slalom Gigante para después pasar un tiempo en Nueva Zelanda. Luego volverá a Europa para entrenar en glaciares de los Alpes o Noruega. El objetivo es hacer un regreso triunfal en Soelden a finales del mes de octubre, y dar a Brasil su primera victoria en la Copa del Mundo de esquí alpino, o al menos el podio.
Emulará así a otros corredores que han esquiado con otras federaciones por alguna causa. El más conocido fue el austriaco Marc Girardelli, quién en 1976 abandonó a su federación y se pasó a la de Luxemburgo con quién logró 2 medallas olímpicas, 11 en los Mundiales, así como cinco Copas del Mundo, además de otros 10 globos de cristal repartidos en Slalom, Gigante, Descenso y Combinada.