Y es que el teleférico que conectó las estaciones de esquí de Pal y Arinsal desde el Coll de la Botella al pic Negre, se convirtió en toda una proeza de ingeniería en su momento. No solo por la altura que debía salvar a mitad de su recorrido, sino porque tan solo necesita tres pilonas para hacer su viaje por cable. Un hecho que le valió el vistobueno de los ecologistas, al entender que de esta manera se sufría menos impacto ambiental.
Se inauguró un 13 de enero de 2001 tras varias semanas realizando unas últimas pruebas. El por entonces Cònsol major de la Massana, Antoni Garrallà, recordaba al Diari d'Andorra que
De esta manera, dos estaciones de esquí que por si solas eran pequeñas para salir a vender al mercado internacional, se convirtieron en un dominio esquiable de gran tamaño, con unos 65 km de pistas y que ahora es capaz de vender más de medio millón de días de esquí al año.
La inversión total fue de 6 millones de euros, una cantidad complicada de abarcar para la Parróquia. Garrallá destaca al Diari d'Andorra, que pese a ser una cifra astronómica, no recibieron ayuda del Gobierno del país,
El remonte también atrajo la atención en el extranjero. Dos meses después de la inauguración una cuarentena de políticos españoles, con sus familiares, se desplazaron hasta Pal Arinsal para celebrar durante un fin de semana el XIV Encuentro de políticos de diferentes partidos, que fue la primera en hacerse fuera de las fronteras del país vecino. El acto reunió a más de un centenar de personalidades, entre las que se encontraba el actual alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, así como diputados y senadores. "Borrell nos ayudó para convencer al Pallars de hacer una estación conjunta en Tor, pero para pesar de todos no prosperó", concluye Garrallà.
El próximo objetivo es conectar ambas estaciones por pistas. De manera que los esquiadores no tengan que sacarse el material para pasar de un complejo invernal a otro. Es un proyecto que se lleva hablando casi desde que se inauguró el teleférico, pero que en los últimos años ha tomado más impulso. Según un último estudio, costaría unos 25 millones de euros, más de 4 veces lo que costó el teleférico. Un dineral para la parróquia, por lo que se trataría de un objetivo a 10 años vista.