La infraestructura se situaría en los terrenos de la Concordia, en Grau Roig, junto a la zona que este año Saetde está trabajando para ampliar el telesilla de Les Pedres para conectarlo con el snowpark de El Peretol.
La pista sería de unos 2.000 metros de longitud, capaz para que puedan despegar y aterrizar aviones de hasta 220 pasajeros, es decir, de medio y largo trayecto de un radio de unos 5.000 kilómetros de distancia con modelos como por ejemplo el Airbus 320 o el Boeing 737, los más utilizados por las compañías low cost y los más efectivos en consumo reducido y con menos impacto acústico. Los informes encargados por la Cámara avalan la viabilidad técnica del proyecto con una llegada estimada de entre 100.000 y 225.000 pasajeros por año.
Hasta ahora se han elaborado dos estudios de viabilidad: uno de reglamentos operacionales y el segundo de viabilidad de la infraestructura. Se ha redactado dos informes, a cargo de NavBlue, filial de Airbus, y el otro de CGX, para evaluar la orografía, las condiciones de vuelo y la ubicación idónea de la pista de aterrizaje y del conjunto de la infraestructura.
El coste final del proyecto cuantificado por los especialistas se situaría en las previsiones que había hecho la Cámara de Comercio, según Miquel Armengol, quie asegura que
El aeropuerto planteado sería compatible con el de Andorra-La Seu, dado que en este se concentrarían los vuelos deportivos o las escuelas de vuelo, mientras que el del Principado se centraría en vuelos comerciales.
También según la Cámara podría acoger el futuro helipuerto nacional. Para conseguir los permisos internacionales, aunque se ha de elaborar un tercer informe, de impacto medioambiental y acústico.
Con todo, hay varias situaciones fuera de la normalidad que se debería tener en cuenta:
- La pista tendría una inclinación media de un 5'5% aproximadamente y por tanto debería ser validada por las compañías aéreas que quisiesen usarla.
- El piloto debería tener una formación especial para aterrizar en el aeropuerto de Andorra, tal como pasa en el de las Islas Feroe o Madeira por ejemplo.
- Se debería usar tecnología especial para solventar problemas como los meteorológicos, teniendo en cuenta que en invierno nieva bastante, o las rachas de viento.
- Se debería modificar el perfil natural de la orografía del terreno para acoger todos los edificios.