El personal de Sierra de Béjar-La Covatilla trabaja codo con codo con ingenieros que se han ofrecido voluntarios para estudiar la situación de la pilona afectada y del resto del sistema de perchas y facilitar que esté operativo de cara a la próxima apertura de las pistas una vez lleguen las precipitaciones de nieve.
Varias han sido ya las pruebas que están realizando para reubicar la pilona fuera de los terrenos que los propietarios de la finca consideran propios, pero en una zona donde el remonte pueda funcionar teniendo en cuenta las características del terreno y las bajas temperaturas.
Uno de los escollos es adaptar el remonte a su nueva longitud sin que se pierda el acceso a las pistas alta de la estación de esquí. Para ello será necesario cortar el cable del que se sujetan las perchas que transportan a los esquiadores en un tramo cableado que será adaptado a la nueva ubicación de la pilona. El corte del cable será realizado por una empresa especializada cuyo personal, si no hay retrasos, se desplazará hasta La Covatilla a finales de la próxima semana o principios de la siguiente para realizar esa intervención y probar el remonte.
En este sentido, el alcalde de Béjar, Alejo Riñones, explicó este jueves que