Swaney es una norteamericana cuyo sueño siempre fue ser olímpica. Es una más de tantos deportistas con recursos que cada cuatro años se cuelan en esta cita invernal. La mayoria busca un pariente lejano de algún país remoto donde no haya Federación de algún tipo de deporte de invierno, o aprovecha que sencillamente no hay deportistas para esa disciplina. Es el caso de la decena de participantes norteamericanos y europeos que cada año aparecen representando principalmente a algún país africano.
Elizaberh Swaney lo intentó primero con el remo y el patinaje, y finalmente vio una brecha en los Juegos Olímpicos de Invierno. Llegó a tratar de representar a Venezuela en Skeleton, hasta que se dio cuenta que en el Freestyle estaba chupado colarse. A los 25 años aprendió a esquiar, y aprovechando que su madre es húngara, se nacionalizó en ese país pese a haber nacido en Estados Unidos. Acto seguido se fue a una escuela de freestyle en Pak City (Utah) y allí aprendió sus primeros trucos en una de esas rampas que acaban en una piscina. Fue complementando con otros ejercicios en el gimnasio y una instalación indoor de freestyle. Pero una cosa es cae sobre espuma o agua, y otra hacerlo sobre la dura nieve de un half-pipe.
Sin aprender un solo truco, se clasifició para PyeongChang 2018. ¿Cómo lo logró? Pues muy sencillo. Según comenta su entrenador en Park City, gracias a su perseverancia y a saber elegir aquellas competiciones con menos de 30 participantes. En la mayoría de pruebas de Copa del Mundo de Frestyle femenina, lo normal es que acudan entre 20 a 25 participantes Como los 30 primeros puntuan, todas se van a casa con unos puntos bajo el brazo. Swaney también. Así logro la cantidad necesaria para ir a Corea del Sur. En alguna prueba había más de 30 chicas, pero algunas caían, lo habitual en estas competiciones. Ella entonces bajaba con más precaución, lo justo para puntuar. Necesitó 13 pruebas este año para clasificarse. Es raro que las freestylers vayan a tantas. Swaney se desplazó incluso a China.
Philippe Belanger, el juez principal de las competiciones de freeski en los Juegos Olímpicos de PyeongChang, dijo que si Swaney se hubiera caído en tres o cuatro pruebas de Copa del Mundo, no habría ganado suficientes puntos para cumplir con los requisitos de la clasificación olímpica y la cuota del país, "pero Swaney es coherente y rara vez cae." añadió el juez.
Ahora muchos vuelven a plantearse si hay que endurecer de alguna manera los requisitos para poder participar en las disciplinas olimpicas. El COI ya se ha apresurado a decir que ya tiene el asunto sobre la mesa para las calificaciones de la próxima edición en Pekín 2022.
No es la primera vez que alguien hace el ridículo de esta manera. Solo hay que recordar a famoso nadador Eric Moussambani, o al venezolano Adrián Solano en los Mundiales de esquí de fondo del año pasado, cuando apareció sin apenas saber esquiar, y tuvieron que ayudarle a continuar la carrera y a colocarse correctamente el material.
Swaney no se cayó, pero gracias a que trató de ser conservadora y no saltar más de la cuenta. En la primera ronda los jueces le otorgaron 30 puntos, en la segunda 31,4 y en la última que ya debíeron olerse la tostada, le dejaron tan solo con 24 puntos. La esquiadora no dudó en decir que se sentía muy fustrada... por no llegar a la final!!. Que habia trabajado mucho durante años para llegar a los juegos de los cinco aros. Añadió que quería conocer lo que es una experiencia olímpica, pero que siempre trató de saltar lo más alto posible para intentar hacer algún giro.
En fin, aquí está su actuación.....