que había que fijar una indemnización.
De esta manera Pas Grau recibirá finalmente una indemnización de 1,5 millones de euros en concepto de la inversión que había realizado en las pistas. De hecho, la inversión ascendía a 4 millones, pero tal y como recoge la sentencia, hay que descontar las amortizaciones y el dinero que ya habían recuperado gracias a la venta de activos como los telesillas o los grupos electrógenos.
Lo que no ha reconocido la justicia francesa (y que sí reclamó al su día la empresa concesionaria) es el lucro cesante, es decir, los beneficios que la sociedad preveía obtener a lo largo de los años que durara la concesión. "Lo importante es que recuperamos la inversión", ha destacó el consejero delegado de Saetde, Joan Viladomat, que admitir que no tenían plena confianza que la resolución les fuera tan favorable.
Una vez fijada la indemnización, Viladomat indicó que a partir de ahora abrirán una negociación con el ayuntamiento de Porta para determinar cómo se lleva a cabo el pago. De entrada, confían en que una parte la tienen garantizada a través de los seguros, pero será el resto la que deberán discutir con el consistorio fronterizo. De hecho, algunas voces habían apuntado que precisamente el hecho de tener que hacer frente a una inversión tan importante por parte de el ayuntamiento podría volver a abrir la puerta a retomar el proyecto de conexión de Grandvalira con Portè-Puymorens. una opción que, en principio, Viladomat había descartado. Con todo, habrá que ver las opciones que se abren ahora.
La propuesta de ampliación de Grandvalira hacia Francia a través Porte des Neiges comenzó la temporada 2005-2006, con la entrada en funcionamiento de un telesilla que debía ser el primero paso hacia el desarrollo posterior de una estación y un complejo inmobiliario que incluía la edificación de apartamentos y hoteles en una superficie de 80.000 metros cuadrados. El telesilla sólo estuvo en funcionamiento durante cuatro temporadas y en mayo de 2010 se desmanteló.
El prefecto de los Pirineos Orientales frenó el proyecto alegando razones medioambientales que la justicia francesa dejó en nada cuando los remontes ya se habían desmantelado.
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