Reichelt protestó ante la Federación Internacional después de que el italiano Matteo Marsaglia fuera trasladado en ambulancia por carretera hasta el hospital tras la caída en el Super-G de Jeongseon (Corea del Sur). Una vez llegado al centro médico tuvo que esperar una hora en urgencias a que fuera atendido de sus quemaduras en la ingle y fracturas, y además por un médico que no sabía inglés. "La FIS tiene que preocuparse" ha afirmado.
Marsaglia es compañero de equipo de Dominik Paris, quien trasladó la queja a Hannes Reichelt como actual portavoz de los corredores ante la FIS,
"soy responsable de llevar a la federación aquellas cosas que no funcionan. Y esta es una advertencia que no será olvidada".
Para el corredor el accidente de Marsaglia es la gota que colma el vaso de una serie de situaciones que suceden sobretodo en países fuera de Europa. Pone de ejemplo la caída de su compañero de equipo Markus Dürager en Lake Louise (Canadá) el pasado mes de Noviembre. Al parecer se pasó horas dando vueltas hasta que decidieron el centro médico donde debían atenderle. Al final acabó en Calgary, donde su fractura de pierna fue finalmente atendida.Este fin de semana en Hinderdoter (Austria) donde se han disputado tres pruebas de Copa del Mundo, los equipos una "guía médica" integral en donde se indica el protocolo que se va a seguir en caso de que la lesión de un corredor durante la carrera precise de traslado, y se precisa a que hospital se va a trasladar. Al parecer este protocolo ya se entrega a los organizadores de las pruebas, pero nadie se preocupa luego porque realmente se vaya a seguir en caso de accidente.
Para Reichelt, que actualmente cuenta con 35 años, un ejemplo de ejecución perfecta es la que se da en Kitzbuehel (Austria), aunque reconoce que en general en los Alpes se suele actuar con diligencia. No es así por ejemplo en países tan avanzados como Noruega, "Kvitfjell siempre es un signo de interrogación". El 2 de Marzo de 2008 el austriaco Matthias Lanzinger sufrió la amputación de una pierna. Se dijo en su momento que una mejor actuación médica de los noruegos podría haber salvado la pierna. Reichelt también critica el nulo caso al protocolo que se hace en Beaver Creek.
me sorprende.