Durante el año pasado, el
turismo francés en la Vall d'Aran creció un 15% y, juzgando por las estimaciones de
Baqueira, esta temporada seguirá en aumento. Para la estación aranesa, este colectivo supone un 17% del total de esquiadores. Al respecto, el director comercial de Baqueira, Roberto Buil, indica que
"Parece que en Francia la crisis no ha sido tan fuerte. De hecho, las reservas de clientes franceses han subido respecto a la temporada anterior".
Pese a que el turismo francés se concentra básicamente en la Vall d'Aran, ha comenzado a salir del valle y en
Boí Taüll también notan su presencia, tal como señala David Rey, director comercial de la estación ribagorzana:
"Todavía no podemos hablar de cientos de esquiadores a la semana, pero cada vez tenemos más grupos de franceses".
El complejo tiene
acuerdos con los comités de empresa de Airbus y Air France, que en Francia actúan como agencias de viaje para los empleados y que ya ha organizado varias salidas a Boí.
Sin embargo, el esquiador
catalán, vasco, valenciano y madrileño sigue siendo mayoritario en las pistas de Lleida. A pesar de la crisis, Rey afirma que
"la tipología de cliente no ha cambiado. En cambio, sí ha modificado sus hábitos: controla más los gastos, acorta las vacaciones y utiliza más las segundas residencias".
Y, por encima de todo, busca
nuevas experiencias. En esto coinciden tanto hosteleros como responsables de pistas: el esquiador no se conforma con bajar un día tras otro por las pistas, sino que se divierte con otros deportes vinculados a la nieve y con el
après-ski.
Este hecho obliga al sector a
adaptarse para fidelizar y captar nuevos clientes.