No madrugaron. Escoltas, un día despejado y un nutrido grupo de periodistas les esperaban en el bosque de la cota 1.800 a las nueve de la mañana, pero ellos se hicieron esperar. Aparecieron pasadas las once y cuarto, casi una hora después de que Iñaki Urdangarín llegara acompañado por sus tres hijos y un sobrino, a los que dejó en la guardería mientras él esquiaba.
En su vuelta a la estación, el Heredero repitió el mismo traje negro que llevaba el año pasado y lo conjuntó con un curioso gorro en tonos verdes y naranjas que, a la hora de localizarlo, servía de referencia a los muchos curiosos que se amontonaron junto al telesilla en el que se puso los esquís. Letizia, por su parte, se calzó un conjunto blanco.
A dos grados de temperatura, los Príncipes saludaron a algunos de los trabajadores de la estación invernal, aunque ahorraron palabras para los centenares de curiosos que se amontonaron en el telesilla en cuanto apareció la pareja. Nada que ver con el comportamiento del jueves pasado en su visita oficial a Vallbona de les Monges, donde se esforzaron por saludar en catalán y rompieron el protocolo para acercase a decenas de personas que no quisieron perderse la visita de los Príncipes.
Miradas cómplices y sonrisas entre ambos sirvieron de preámbulo a un día de descensos en medio de un fuerte dispositivo de seguridad. Pese a la vigilancia, los Príncipes compartieron telesilla con varios esquiadores sorprendidos por ascender con tan ilustre compañía.
Los más ilusionados, o los que menos ocultaban su expectación, fueron los niños. "Son más guapos de verdad que en la tele", decían mientras intentaban no perderles de vista.
Los futuros reyes de España llegaron al valle el viernes por la noche y se alojaron en el chalet que la familia real tiene en Beret con el plan de seguir hoy esquiando.
EMBARAZO DE CRISTINA
Felipe y Letizia no habían vuelto desde el año pasado. En los últimos tiempos, el Príncipe suele esquiar en fechas próximas a su cumpleaños, el 30 de enero, y no en Navidad, cuando la familia real solía trasladarse a Vaquèira para disfrutar de la nieve.
En las últimas fiestas navideñas sólo estuvieron las infantas Elena y Cristina, que suele ser quien más frecuenta el valle junto con su familia. Sin embargo, esta temporada, el embarazo la ha alejado de las pistas. El Rey, por su parte, lleva varios años sin esquiar en la estación aranesa.
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