El ACG Atomic Iron Rider Contest colmó las expectativas de los cientos de aficionados que acudieron en masa a Andorra para contemplar las evoluciones de los 130 corredores inscritos. La competición comenzó con las pruebas de esquícross y boardercross. El circuito diseñado por especialistas de la estación invernal, de 750 metros de longitud, resultó tremendamente técnico. La velocidad fue endiablada, merced a las bajas temperaturas, que congelaron y endurecieron la pista hasta el extremo.
En este sentido. los participantes tuvieron que destilar toda clase de trucos y destrezas para evitar dar con sus huesos en el suelo. La prueba se disputó por el sistema de eliminatorias y final, lo que premió a los ‘riders’ más rápidos y resistentes. Los ganadores de este primer duelo fueron el catalán Didac Batlló, en esquí, y su compañero Francisco Estocheti, en la modalidad de snowboard.
La segunda de las tres carreras, el descenso chino, tuvo que ser suspendida por razones de seguridad. El cortante hielo acumulado podría haber causado más de un susto a los atletas. No obstante, los organizadores mostraron su disposición a programar una carrera de este tipo en próximas ediciones.
La espectacular prueba consiste en colocar a todos los ‘riders’ en la cima de una ladera fuera de pista para hacerles descender después de forma simultánea por la pronunciada pendiente. Una modalidad radical que proviene de Nueva Zelanda y que gana cada día más adeptos entre los jóvenes aficionados al freeride extremo.
Acrobacias
Por último, la competición de saltos Slope Style estrechó el cerco sobre el esquiador y el ‘rider’ de hierro. «El nivel mostrado por los participantes fue muy alto», aseguran los organizadores. Y es que el público disfrutó de lo lindo con acrobacias de muy bella factura. Los aspirantes a reyes de la velocidad pudieron optar por usar un half pipe (rampa de media tubería), dos barandillas y dos lomas consecutivas con dos salidas cada una para intentar figuras de gran belleza estética.
El resultado fueron maniobras de extrema dificultad y alguna que otra caída aparatosa motivada por el nivel de riesgo que adoptaron los esquiadores, que salieron a por todas en la segunda manga. El Slope Style galardonó a Alex Quinchella en esquí y Merlin Balfour en snowboard. Finalmente, los ganadores en la general, los ‘corredores de hierro’, fueron Robert Lindsay, del Team Atomic, y Matias Radelli, que defenderán en 2005 su corona, probablemente, también en los Pirineos.
Fuente: