'Una de las frases que menos me gusta oír es “soy malo esquiando”. No, uno no es bueno ni malo esquiando, sino que está en un determinado nivel de dominio, en un escalón concreto en la escalera de la progresión.'
Sí y no. Sí que es cierto que en general lo que a la mayoría de gente se refiere como "ser malo" se refiere en realidad a su (aún escaso) nivel de dominio en el esquí, pero es innegable que independientemente de la habilidad *adquirida* hay una habilidad innata (o potencial) que determina lo bueno o malo que es alguien.
'También es un poco absurdo compararnos con quienes no estamos en igualdad de condiciones. Comparado con Lindsey Vonn soy malo, claro, pero es que yo no soy ella ni, para bien o para mal, tengo sus mismas circunstancias.'
Evidentemente que compararse con Lindsey Vonn es absurdo, porque ella tiene un potencial muy alto en el esquí y además le ha dedicado incontables horas.
'Tratemos de verlo a partir de ahora con más objetividad - estoy aquí, este es mi potencial - y apartemos esos juicios de valor innecesarios, esas frases hechas tan negativas y contraproducentes del lenguaje del esquí.'
De nuevo, sí y no. Es absolutamente cierto que el autoderrotismo ("qué le voy a hacer, soy muy malo") es pésimo y es una barrera psicológica que influye muy negativamente en el progreso de alguien en cualquier actividad, pero eso no cambia la realidad de que hay gente más y menos dotada y que objetivamente se puede juzgar la calidad de un esquiador no sólo por su dominio actual de la técnica sino por sus dotes, que le permitirán progresar más o menos.
También es nefasto el elitismo y prejuzgar a la gente en función de un análisis superficial de su forma, porque otra vez insisto el ser malo o bueno no se trata de una "foto" de un instante en el tiempo sino del potencial del esquiador en función de sus dotes físicas y psíquicas, e incluso si es malo tu no eres nadie para tratar a la gente de una forma u otra si no hay relación jerárquica alguna entre ambos (y si la hay, la forma de tratar a aquellos por debajo de tu posición determina tu calidad como superior, y el elitismo no ayuda).
En mi opinión, lo importante no es la calidad del esquí sino la calidad del esquí en relación al objetivo deseado. Es decir: tu puedes ser objetivamente malo (progresar lentamente incluso aunque te esfuerces porque eres algo torpe y tus cualidades físicas no son las mejores), pero si eres un turista que disfruta bajando tranquilamente entonces no hay motivo alguno por el que sentirse mal, porque ya eres perfectamente adecuado para lo que necesitas. Otro cantar sería si quisieras competir a alto nivel: no es algo a lo que pueda acceder la mayoría de nosotros y es importante conocer tu potencial para evitar malgastar el tiempo en una causa perdida.