Llegan las nevadas y con ellas esos mantos de nieve sin pisar - tan sugerentes - pegados a las pistas. Nos salimos para probarlos y nada de nuestra técnica parece funcionar ¿Es que se esquía distinto en esa nieve? Sabemos por otros muchos artículos que no, que lo que ocurre en esa nieve es que nos hundimos y la fricción, por tanto, es mucho mayor. No hay que cambiar la técnica, sino aceptar que la sensación de rozamiento será grande bajo nuestros pies.
Un truco que funciona muy bien en todo tipo de nieves fuera de pista – sean polvo fresca o pesada, incluso costra – es imaginar que cortamos en la nieve con los cantos, al igual que haríamos si cortásemos un bollo de pan con un cuchillo. Si golpeamos el bollo con el filo o hacemos cualquier movimiento brusco no conseguimos cortarlo, pero si llevamos a cabo un movimiento progresivo y hacia adelante, hendemos mucho mejor, con mayor eficacia y apenas gasto de energía.
Obsevemos como iniciamos el viraje muy pacientemente, intentando que no haya movimiento lateral, sino continuo y hacia adelante, con la intención de cortar la nieve con los cantos
Los esquís apenas se han atravesado a la pendiente durante toda la curva, pues con tanta fricción no es necesario... Nuestro único foco ha sido hender en esa nieve a medida que avanzamos, y dejar que los cantos la corten desde la espátula hasta la cola
Lo mismo que con el bollo ocurre con los cantos del esquí y la nieve. Cualquier movimiento brusco o lateral no conseguirá hender con eficacia, dándonos la impresión subjetiva de que no sabemos esquiar. Por el contrario, si imaginamos que vamos cortando la nieve con los cantos, descenderemos fluidamente venciendo mucho mejor la fricción de ese terreno sin pisar.
¡Buenas huellas!
Carolo © 2015
Fotos © Jan Vokaty