Hace casi un año escribí un artículo en el que daba mi opinión sobre el nivel actual de los profesores de esquí en España. Defendía en él que quizá demasiadas veces clasificamos y categorizamos a los profesores y entrenadores de esquí por su nivel de esquí en lugar de valorarlos por su experiencia, conocimientos, empatía, paciencia o habilidades comunicativas.
En esta línea hoy me gustaría hablar sobre aquellas que creo que son las características que desde mi punto de vista definen a un buen profesor o entrenador de esquí:
- Pasión por el esquí y la enseñanza
- Formación y experiencia
- Habilidades de comunicación
- Paciencia
- Nivel de esquí
He colocado en primer lugar la pasión por el esquí y la enseñanza porqué para mí es fundamental que un profesor sea capaz de transmitir al alumno el amor por este deporte y esto difícilmente será posible si él mismo no siente esa pasión por todo este mundo.
En segundo lugar creo que debemos valorar la tupla formada por la formación (indispensable para ser un buen profesor), la experiencia (que es la que aportará valor y profundidad a los conocimientos), las habilidades comunicativas (que permitirán transmitir tanto los conocimientos como la experiencia al alumno) y la paciencia (que permitirá que el profesor sea capaz de seguir manteniendo su nivel de comunicación, empatía y profesionalidad pese a enfrentarse a una clase difícil).
Por último, y siempre según mi punto de vista, vendría el nivel de esquí. ¿Y por qué lo pongo lo último os preguntaréis? Pues porque creo que, si bien es necesario tener un mínimo nivel de esquí (y para eso se idearon las pruebas de acceso a los cursos de técnico deportivo), no es necesario ser un súper esquiador para ser un buen profesor. Más aún si tenemos en cuenta que la aplastante mayoría de clases que se dan en una escuela son desde nivel ‘debutante’ hasta ‘viraje fundamental’...
Para intentar ilustrar esto y si me lo permitís, me voy a poner a mi mismo como 'caso de ejemplo' ya que la verdad es que no me considero un grandísimo esquiador. Los que me conocen de hace tiempo saben que cuando empecé a trabajar de profesor (hará ya 15 años) mi nivel de esquí no era comparable al de mucha gente de mi escuela, no venía del mundo de los clubs o de la competición y, pese a haber demostrado ciertas habilidades y facilidad para este deporte, nunca había recibido la adecuada formación.
En la actualidad y después de muchos años de trabajo y formación, mi nivel de esquí ha mejorado mucho pero, si lo pienso bien, aún sigo siendo un esquiador bastante 'limitado' en algunos aspectos: no soy un gran freerider, ni freestyler, bajo baches con más pena que gloria y en un trazado de competición no quedaré último pero ni mucho menos estaré en los puestos de cabeza.
¿Me limita o me ha limitado esto para poder ser un buen profesor? Dejando de lado la hipotética situación en que alguien me pidiese, por ejemplo, una clase de baches (que obviamente no aceptaría), sinceramente creo que no. Seguro que hay mil cosas que puedo mejorar y aprender, pero en general no me considero en absoluto un mal profesor ni entrenador.
A mi modo de ver, todas las características de las que he hablado anteriormente son importantes para ser un buen profesor y lo ideal sería que todos los profesores tuviéramos un adecuado equilibrio de todas ellas pero, si pienso en los profesores que he conocido a lo largo de todos estos años, lo habitual es que todos tengamos puntos más fuertes y más flojos. Los hay que tienen mucha pasión y nivel de esquí pero carecen de la formación, empatía o habilidades de comunicación necesarias, otros son grandes comunicadores y saben muchísimo de técnica pero no son grandes esquiadores, los hay que serían grandísimos profesores si tuvieran la paciencia necesaria para lidiar con ciertos alumnos o situaciones…
Como decía, todos somos diferentes y todos tenemos nuestras características pero, si tuviera que escoger una pequeña plantilla de profesores para montar una escuela, probablemente usaría una lista y prioridad de cualidades similar a la que he expuesto más arriba para hacer la selección ya que, como un buen profesor mío me dijo una vez, ‘es más fácil hacer de un buen profesor un buen esquiador que de un buen esquiador un buen profesor’.
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Sam Suarez,
Técnico deportivo superior