El schuss es una de las asignaturas pendientes de muchos esquiadores, incluso de nivel alto. La posición parte de unos tobillos flexionados hacia delante con la cadera alta para facilitar la colocación del tronco en una posición horizontal. Los brazos y las manos se adelantan para mejorar el coeficiente aerodinámico.
La separación de los esquís es básica para conseguir una buena estabilidad. Conforme se estreche la posición de schuss se reducirá más la resistencia al viento, pero la posición será más inestable. Los errores más comunes son colocar los palos con las puntas hacia arriba (peligroso), adoptar una posición demasiado erguida, tirar el peso hacia atrás y juntar demasiado las rodillas.
Con la colaboración de Xènia Viadé, directora técnica de Traça (cerdanyayaventura.com).