
La estación de esquí de Port Ainé se sitúa en el Pallars Sobirà, en la vertiente norte del pico de la Torreta de l’Orri (2.439 m) (hoy se lo conoce más con la abreviación de Pic de l'Orri, 'a secas'). Destaca por la orientación de sus pistas a norte, por la forma de olla en la que se encuentra el dominio esquiable, y por qué el microclima de la montaña garantiza buena nieve y una temporada larga.
Port Ainé, una estación hija de la suerte
Port Ainé es una estación de esquí que nació con suerte. Y no, no es ninguna broma. La estación fue inaugurada el 11 de enero de 1987 y fue impulsada gracias a un segundo premio de la Lotería del Niño.
Su fundador y máximo impulsor de la estación, Josep Mesegué, había comprado 110 décimos del sorteo del Niño en Barcelona. Fue enero de 1985 y el premio dejó 880 millones de pesetas entre varios vecinos de la zona que compraron algunos de esos décimos.

Algunos de esos millones de pesetas se invirtieron en la creación de la estación de esquí dos años después de la compra de los afortunados décimos.
Desde sus inicios fue el mismo Josep Mesegué quien asumió y lideró el proyecto. Y el proyecto prometía convertirse en una aventura empresarial, y así ha sido desde sus inicios, con sus altibajos en lo empresarial, pero siempre acompañando a la historia de la estación su pacto "secreto" con la buena nieve. Y así hasta nuestros días.
Hoy toca un repaso a los seis TIPS de Port Ainé, siguiendo los mismos criterios que ya aplicamos con las estaciones hermanas marca FGC de La Molina y Vall de Núria.

1 - La pista imprescindible
Port Ainé es una estación de tamaño medio. En total suma 27 quilómetros de pistas de todos los niveles. Sobre el terreno es una estación ideal para el esquiador debutante en progresión y el de nivel medio, y en ese sentido una de las pistas que mejor identifica Port Ainé con esas dos tipologías de esquiadores es la pista azul La Rabasta.
Es un trazado que recorre uno de los lomos inclinados de la olla de Port Ainé, en concreto la loma del oeste, lo que la hace particularmente bella por estar trazada en una zona alta, con buenas panorámicas sobre todo el dominio esquiable.
En su parte baja, el bosque de pino negro la protege del viento y del sol, así que conserva bien la nieve. Tiene una pendiente continuada, sin curvas cerradas, todo lo contrario, lo que la hace ideal para carvear con giros medios y anchos.

2 - El rincón mágico
Una de las particularidades de Port Ainé es, como explicamos al inicio del artículo, que gracias a su forma geográfica en forma de olla orientada al norte, y por encontrarse a la sombra de la cara norte del pico de la Torreta del Orri, se beneficia de una buena innivación con las borrascas del norte, que encuentran en el Orri un segundo muro de retención después de haber superado la divisoria entre la vertiente norte y sur. Es el efecto imán del pico con las nubes cargadas de precipitación. ¿Imán? ¿O ya mejor le llamamos efecto mágico?
Así pues, está bastante claro lo que hay que visitar en Port Ainé. El pico de la Torreta l’Orri (2.438 m) y sus características torres de telecomunicaciones, que son un símbolo identificativo de la estación, una de las cuales de 72 metros. Precisamente, esta torre, permite afirmar irónicamente que Port Ainé supera la cota 2.500.

Desde el retorno del telesilla Jet Cim podemos acercarnos a la cima que dista a apenas 50 metros. Una vez arriba, hay un pequeño mirador con información y señalización del entorno. Las panorámicas son impresionantes.
A saber: en el pico de la Torreta de l'Orri, por su vertiente sur-este, hubo en el periodo pleniglaciar, hace unos 18 o 19.000 años, un glaciar que tenía el título de ser el más al sur de los Pirineos. Bautizado como el glaciar de las Comes de Rubió, de su presencia ya solo queda el pequeño lago de Davall.
Y finalmente, sobre el pico Torreta de l’Orri, explicar que algunas antenas anteriores a las actuales ya estuvieron presentes durante la Guerra Civil, y fueron en varias ocasiones un objetivo prioritario militar. En definitiva, pues, un lugar mágico y especialmente cargado de interés histórico.

3 - La identidad histórica de la estación
Port Ainé es una estación de esquí relativamente nueva en comparación al resto de estaciones de los Pirineos. Pero, si nos ceñimos a los orígenes de la estación, parece claro que hay un nombre clave, el de su impulsor Josep Mesegué Utgé.
Así pues, nada más identificativo e histórico, a la vez, que la pista que lleva su nombre, de cualificación negra y de 1,7 km de largo. En sus inicios esta pista fue bautizada como L’Obaga, hasta que en 2016 se le cambió el nombre en homenaje al fundador de la estación. Prácticamente, toda la pista discurre entre bosque de pino negro.

4 - La mejor nieve
La pista Barranc de Comalforn, está ubicada en el extremo de levante de la Olla de Port Ainé y está orientada a nor-oeste. No es una pista negra de las más difíciles que hay en los Pirineos, todo lo contrario, pero posiblemente sea una de las más fotogénicas a la vista.
La pista es larga, ya que mide 2.800 m. Su peculiaridad es que la parte de más pendiente está trazada entre bosque, es estrecha y buena parte de su recorrido tiene forma de medio tubo. Esto la hace muy especial y bonita.
Será una de las pistas negras más peculiares de todos los Pirineos, tanto por su largo como por su orografía. Protegida del sol por el bosque, por altura, y por orientación, aquí encontraremos la mejor nieve de Port Ainé.

5 - Gastronomía
La gastronomía del Pallars Sobirà se basa principalmente en comida de montaña y productos de temporada. En tierras con predominio de la ganadería parece lógico que entre los productos locales esté la carne y el queso. Entre los imprescindibles está la girella, un embutido muy laborioso propio del Pallars, el queso Tupí (de leche de oveja y aguardiente), el Arroz con 'carreretes' (setas), la Vianda (escudella típica del Pallars) y el palpís, guiso típico pallarés a la cazuela con muslo de cordero, tocino, cebolla, puerro y zanahoria.
Al listado de estos platos propios de la comarca estaría bien no olvidarse de la trucha de Río y los 'cargols' (caracoles), tan propios de las 'terres' de Lleida.
Propongo maridarlos con algún vino de la DO Costers del Segre, variedad Pallars.

6 - Après-ski en la zona de Port Ainé
En la misma Port Ainé el hotel programa actividades en los alrededores de la estación (nos encontramos en pleno Parque Natural del Alto Pirineo) o en la sala de fiestas de que dispone el establecimiento.
Para más ambiente hay que trasladarse a Rialp o Sort. Para copas, en Rialp está el bar Xarel·lo, que ofrece tapas por la tarde y copas por la noche, la cafetería Bolera la Vall es un sitio emblemático lugar ideal de desayunos y por las tardes meriendas y copas dispone de sala de juegos y bolera (2 pistas). En Sort está los pubs La Llar y Cherokee, o la discoteca RockDur.
Para cenar, son buenas opciones en Les Brases, El Fogony y Café Pessets en Sort. En Rialp el Hotel Víctor: casero y económico. Existen otras muchas opciones de restaurantes en la zona, de diferente tipología y por supuesto precios.
A partir de abril, el après-ski más interesante se traslada al río Noguera Pallaresa, cuando empieza la temporada de actividades de río como el ráfting o el kayac.

Y hasta aquí mi propuesta de seis TIPS para Port Ainé, seis imprescindibles para cada una de las seis estaciones de FGC. Próxima parada: Vallter.

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