Ahora los aficionados que acceden a Baqueira por el Pallars deben de superar con el coche buena parte del puerto de la Bonaigua, ya que el telesilla más cercano (La Peülla) está encima de la Verge de Ares. El principal problema con el que se encuentran es que ese acceso por carretera presenta muchas dificultades y suele cortarse muy a menudo, cuando hay temporales de nieve o por riesgo de aludes.
La fórmula ideada por el Govern para facilitar que el Pallars Sobirà pueda entrar de lleno en el negocio de la nieve se conoció ayer durante una visita del conseller de Política Territorial, Joaquim Nadal, a la estación de esquí nórdico de Aransa (Cerdanya). Nadal mantuvo un encuentro con los responsables de los siete complejos de esquí de fondo que hay en el Pirineo catalán, a los que prometió una ayuda de 700.000 euros (que repartir entre todas esas estaciones) para mejorar las instalaciones.
La ampliación de Baqueira hacia el Pallars es una vieja aspiración de la estación aranesa que ha encontrado mucha oposición entre los grupos conservacionistas.
El Govern, insistió ayer Joaquim Nadal, está convencido de que es posible compatibilizar la protección de la Vall d´Àrreu (que es donde está la media docena de pistas que completarían esa ampliación) con el uso de esas mismas montañas para la práctica del esquí. Por ello, en la propuesta para la red europea de espacios protegidos Natura 2000 que se enviará a Bruselas se mantienen los derechos adquiridos en el 2001 por el Ayuntamiento de Alt Àneu en el plan sobre la ampliación de Baqueira hacia el Pallars, al entender que la práctica del esquí en esa zona (sin espacios urbanizados) es compatible con el hecho de que esas montañas queden como espacios protegidos en la Red Natura 2000.
Pero la ampliación aprobada en el 2001 de Baqueira hacia el Pallars, ahora bendecida por el actual Govern, beneficia poco a esta última comarca sin un acceso fácil y rápido a esas pistas. Esa futura zona esquiable sigue quedando muy lejos de València y Esterri d´Àneu (la primera propuesta de Baqueira, denegada en el 2001, fue que las pistas llegaran hasta la población de Sorpe), por lo que la unión de València d´Àneu con la Bonaigua a través de un remonte es considerada por el Govern como la mejor fórmula para que el Pallars pueda entrar de lleno en el negocio del esquí.
Fuentes de Política Territorial aseguran que ese corredor previsto para un telesilla o un telecabina (obra que tendría que asumir Baqueira) tiene una anchura de medio kilómetro y discurre por el lado de la carretera de la Bonaigua para causar el menor impacto posible en el territorio.
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