El esquiador de más edad del mundo y probablemente de la historia

Con toda probabilidad, es la única persona del planeta tierra que haya esquiado durante un siglo. Se calzó sus primeros esquís a los 3 años, y a lo largo de estas décadas ha tenido tiempo para dar clases a las estrellas de hoollywood, crear el primer anorak para esquiar y lanzar otros inventos como un freno para los esquís; botas de esquí de dos piezas con un botín interior y una capa exterior dura; los bastones de aluminio; crema solar especial para las pistas; gafas de sol con espejo; gafas de nieve de doble lente; ropa para niños, etc...

Nacido en la población alemana de Oberstaufen (Baviera), a los tres años se calza sus primeros esquís. Cuenta que por entonces los chavales cogían sus mejores zapatos y los clavaban a tablas de madera para poder deslizarse por la nieve. Apenas podía recorrer unos cientos de metros, y encima recibía la reprimenda de su madre al llegar a casa por estropear el calzado.

Acabada la segunda guerra mundial, ya con el título de ingeniero aeronáutico, respondió a la llamada de los Estados Unidos, que por aquella época reclutaba todo tipo de personal calificado que pudiera aportar sus conocimientos. Así que en 1947 emigró a Norteamérica, aunque prefirió irse a Aspen, donde le recomendó un amigo que ya vivía allí, Friedl Pfeifer. Por entonces ya no era más que una ciudad minera abandonada donde "había más perros que personas" pero con un proyecto para construir una estación de esquí. 

Friedl Pfeifer fue uno de los impulsores del Aspen que hoy conocemos. Aunque el desarrollo de esta estación de esquí comenzó antes de la Segunda Guerra Mundial, acabada la contienda reunió a un buen número de soldados de la Décima División de Montaña y amigos de Europa para hacer crecer el complejo invernal y convertirlo en un destino de primer nivel. Y es asi como llegó Klaus Obermeyer.

Inventó el anorak para esquiar

Su primer trabajo fue el de instructor de esquí. A sus 28 años ya estaba dando clases a estrellas de Hoollywood como Ingrid Bergmann y Gary Cooper y fue así como se fijó en algo que le cambiaría la vida. 

Todos ellos usaban un abrigo para no pasar frío mientras viajaban en el telesilla. Pero luego no podían esquiar con él puesto, así que se lo dejaban al remontero para que alguien lo volviese a bajar.  A Klaus Obermeyer se le ocurrió que tenía que inventar una chaqueta lo suficientemente cálida como para proteger de las bajas temperaturas en el remonte, pero ágil como para poder moverse con ella mientras se desciende por las pistas.

Su madre le envió una cálida manta de plumas, con la que confecciona el primer anorak plumón del mundo!. A Gary Cooper le gustó tanto, que pagó nada menos que 250 dólares de aquella época (a principios de los '50) por aquella chaqueta.

El éxito es inmediato, así que crea la marca Obermeyer y el anorak de plumas empieza a fabricarse en masa. Todavía alterna su nueva vida de empresario con la de instructor, por lo que sigue fijándose en más necesidades. Inventa la bota de esquí de dos piezas, crema solar especial para la nieve (Sportan), los primeros bastones de aluminio y hasta unas gafas con espejo para irradiar  la intensa luz del sol a gran altitud y evitar el lagrimeo de los ojos: las icónicas Rallye.

Con el tiempo se dedicó en cuerpo y alma a su empresa, que aún hoy en día sigue siendo una de las más importantes marcas del mercado de la moda de invierno, el esquí y el snowboard.

Todo esto ocurrió hace décadas, pero poco ha cambiado en su vida cotidiana. La jubilación no es para hombres como Klaus Obermeyer. Todavía esquía cuando tiene oportunidad, casi todos los días. 

El pasado 2 de diciembre cumplió sus 104 años. Este invierno todavía no ha tenido la oportunidad de esquiar en Aspen, pero cuando lo haga, seguramente a partir de Navidad, podrá decir que lleva 101 años esquiando. Algo que es poco probable que nadie en el mundo pueda decir. ¿Su secreto? Una alimentación equilibrada, y seguir nadando cada día.