Finalmente no ha habido milagro. La empresa necesitaba 100.000 euros para poder volver a abrir esta temporada de esquí, después de que el el Tribunal de Comercio de Perpiñán le concediese una oportunidad más para poder ponerse en marcha.
A mediados del mes de octubre la empresa que gestiona Puigmal 2900 desde 2021, anunció que entraba en liquidación y ponían a la venta los activos para saldar deudas y tratas de recuperar la inversión. Antes de esto habían estado en conversaciones para tratar de incorporarse a Trio Pyrénées con resultados infructuosos.
Pocos días después el Tribunal de Comercio de Perpiñán les concedió una prórroga de tres meses en el pago de las deudas. Eso les permitía poder abrir la estación como mínimo hasta finales del mes de enero. Para eso no obstante necesitaban encontrar 100.000 euros. Un dinero que finalmente no ha llegado.
La realidad es que la reapertura de la estación ha tenido mala suerte desde que la empresa tomara las riendas en 2021. Antes de comenzar, ya les intentaron robar una de las sillas del TS4 Les Rameaux. Tras varios problemas para poner en marcha el aparato, finalmente anunciaron la reapertura para el día 25 de diciembre de ese año.
Lamentablemente el telesilla, que llevaba parado ocho años antes de su puesta en marcha de nuevo, se detuvo al cabo de unas horas. No fue hasta pasadas todas las navidades que se pudo poner en marcha de nuevo. Pero la sequía de estos dos inviernos en que ha estado en marcha, ha impedido que se pudiera tener muchos días efectivos en funcionamiento.
Tampoco hay alojamientos a pie de pista, lo que impide especialmente acoger a grupos o familias en vacaciones escolares.
Costó nada menos que ocho años para que alguien quisiese volver a ponerla en marcha, y la realidad es que la experiencia ha sido tan negativa, que es muy improbable que alguien quiera arriesgar de nuevo.
La única y remota posibilidad que le queda a Puigmal 2900 es la promesa verbal de Eric Charré, Presidente de Trio Pyrénées de iniciar conversaciones para poder incorporarla a este pequeño grupo de los Pirineos Orientales, que actúa también asesorado por la Compagnie des Pyrénés (N'PY).
que pena.
