Buena tienen liada estos días en la pequeña aldea de Breuil-Cervnia. Y es que el Presidente de la Región de la Val d'Aosta, Renzo Testolin, ha dictaminado que la población debe cambiar de nombre por estar ligado al pasado fascista de la época de Benito Mussolini.
Hasta los años '40 se llamaba Le Breuil, pero a Mussolini le pareció que ese nombre era muy francés, así que obligó rebautizarlo con el de Cervinia en honor al Cervino, la montaña que se alza sobre este pequeño pueblo de apenas 700 habitantes, que en invierno multiplica su número de personas gracias al turismo ligado al esquí.
La población de Cervinia, o más bien Le Breuil, se ha desarrollado en torno a sus remontes. En 1934 se fundó la Sociedad Anónima Cervino que en 1936 hizo construir el sistema que conecta esta población con Plain Maison.
Cervinia pertenece al Ayuntamiento de Valtournenche, pero los 700 residentes en la pequeña aldea mantienen en sus documentos el nombre fascista. Y aunque están de acuerdo en que recuperar el nombre original es un derecho democrático, aseguran por otra parte que esto les puede acarrear muchos problemas burocráticos y de promoción.
Y es que no solo deberían cambiar sus sus documentos de identidad y certificados registrales, así como los datos catastrales, sino también las señales informativas del pueblo, así como el de la propia estación de esquí. Aún así, la realidad es que desde hace bastantes años, a esta población y el complejo invernal ya se le conocía como Breuil-Cervinia.
La estación de esquí de Cervinia se unió a la de Valtournenche, y juntas luego a la de Zermatt ya en el lado suizo, formando un area esquiable de 322 kilómetros, conocido desde el lado suizo como Matterhorn Paradise y desde la parte italiana como Cervino Ski Paradise. Sus pistas discurren entre las cotas 1.562 a 3.899 metros.
La misma empresa gestiona, también en el lado italiano, dos estaciones de esquí con nombre muy francés: Torgnon y Chamois