Hace unos 15 años se aseguraba que en Australia ya no se podría esquiar a partir de 2020 por que dejaría de nevar. Lo mismo se decía de Escocia. Coincidía con uno de esos ciclos de sequías y altas temperaturas que realmente complicaban las cosas a las estaciones de esquí.
Mientras asistimos estos días a las mismas premoniciones en Europa por también una fuerte sequía y un aumento de las temperaturas, en Australia están registrando su propia espectacular temporada de esquí al tiempo que, todo sea dicho, nosotros les envidiamos.
Curiosamente en Chile y Argentina el inicio de temporada de esquí está siendo bastante complicado, con retrasos en sus aperturas y una oferta limitada en muchos casos a la espera de que llegue esa gran nevada que normalice las cosas. La nieve habla inglés este 2023 al caer en abundancia en los Estados Unidos y ahora en Australia.
Australia a pleno rendimiento
El pistoletazo de salida a la temporada de esquí en Australia lo dio Mt. Buller el día 10 de junio con unas condiciones algo justitas. Apenas un telesilla y una pista para esquiar. Un par de estaciones más le siguieron, con una oferta todavía más exigua.
Hay que decir que tradicionalmente se aprieta para abrir la campaña el segundo fin de semana del mes de junio porque ese lunes es el festivo por el cumpleaños de Rey del Reino Unido y se crea un puente con varias jornadas festivas. Es una fecha algo adelantada y toda una lotería. Hay años que se puede abrir bien, y otros que hay que forzar la maquinaria.
Pasada esa fecha empezaron a llegar las nevadas. El último fin de semana casi todas las estaciones de esquí de Australia anunciaban su apertura de temporada. Hoy, dos semanas después de esa apertura generalizada, muchos complejos invernales están ya casi al 100% abiertos.
En Australia no se registran las nevadas tan importantes de las Rocosas o los Alpes, pero son bastante regulares. Una caída de 22 cm es una fiesta. Y eso es lo que está ocurriendo estos días. 20cm por aquí, 30cm por allá, y hasta 60cm se han llegado a registrar.
En Perisher Blue, la estación de esquí más grande del país, se registran hasta 110 cm de nieve, los mismos que en su vecina Charlotte Pass y la algo más allá Thredbo Ski . El resto están entorno a los 70-80 cm las que informan de sus espesores, ya que hay muchas que simplemente anuncian las pistas y remontes disponibles, que al fin y al cabo es lo que se necesita para decidirte a subir o no.
En Perisher Blue están disfrutando ya con el powder de julio
Incluso en Mt. Baw Baw , la estación más cercana a una gran ciudad, en este caso la de Melbourne, ya está abriendo con ganas, con nevadas regulares que de momento se han convertido en unos 35 cm en pista, pero con más tormentas en camino.
La pequeña estación de Corin Forest, la más a norte del país, y por tanto más alejada del polo sur también está abierta aunque con nieve artificial. Están a pocos kilómetros de Canberra, la capital del país, pero su público está orientado básicamente a escolares y debutantes. Tienen una pista muy corta pero ancha, que complementa a otras actividades como el tobogán alpino, atracciones de aventura o senderismo.
Divirtiéndose en Thredbo Ski
Celebrándolo en Falls Creek Ski
Tasmania también se suma a la fiesta
Finalmente, las dos estaciones de la isla de Tasmania también están operativas. Se trata de pequeñas instalaciones con un par de telesquís o telecuerdas con temporadas bastante irregulares pese a ser las estaciones más al sur del país.
La más austral es Mt. Mawson. Más abajo está el polo sur. La gestionan siete Ski Clubs de la isla, pero su altura de apenas 1.200 metros, hace que los espesores sean menores que en la Australia continental. Tienen tres telecuerdas antiguos, de los que se necesita un asa de cuero para que te transporte.
Ben Lomond por su parte está recibiendo algunas inversiones importantes en los últimos años. A punto estuvo de cerrar, pero organismo locales la rescataron y se le equipó con un sistema de nieve artificial. Abrió a finales del mes de junio. El acceso a esta también pequeña estación se hace a través de la que es considerada como una de las carreteras más peligrosas de Australia. Por eso se aconseja llegar en el Bus lanzadera que pone a disposición el complejo invernal y de montaña.
El acceso a Ben Lomond es uno de los más atrevidos de Australia, aunque algunos llegan a saltos