La estación de esquí de Val d Isere, en Francia, anunció la semana pasada que no abrirá los remontes de su glaciar Pisaillas durante estas semana de verano. Tenían programado hacerlo este fin de semana, pero finalmente cancelaron las actividades en la nieve hasta otoño. Molltaler Gletscher, en Austria, también ha informado que se mentienen cerrados.
Se trata en principio de dos parones excepcionales. No han anunciado el abandono definitivo del mercado del turismo de esquí de verano. Pero la realidad es que este es un segmento que cada vez se reduce más. El mayor número de glaciares abiertos para el esquí fue en la década de los '80. Entonces había unos 50 centros de montaña que ponían en marcha los remontes durante los meses de junio a agosto. Actualmente hay menos de 20, principalmente en Austria, pero también en Italia, Suiza, Francia, así como en Noruega y alguna que estira su temporada en Suecia.
Las razones de que se vaya reduciendo el número son varias. Entre ellas el indudable retroceso de la nieve de estos glaciares, pero también lo es que se trata de un mercado de turismo que va a menos.
En la década de los '80 las comunicaciones eran lentas. Ahora, hay más aeropuertos, y sobre todo más rutas aéreas a destinos de playa y con precios de billetes de avión muy bajos.
Además, las carreteras se han modernizado o convertido en autopistas. Hoy, un residente en un pueblo de montaña de Suiza, se planta en Alicante en unas cinco horas. Con miles de estaciones de esquí abiertas durante cinco meses al año, y viviendo con nieve en las calles durante el invierno, lo que busca ese esquiador en cuanto llega la primavera, es tumbarse lo antes posible en la arena de la playa.
El Molltaler ha anunciado que no abrirá, pero sí lo hará en otoño. Esto es una tendencia que se ve cada vez más entre las empresas que gestionan los remontes de los glaciares. Y es que uno de sus principales clientes, por no decir ya casi los únicos, son los integrantes de equipos nacionales o de ski clubs. Muchos de ellos hacen un primer stage en primavera, y luego se van a Sudamérica, donde el invierno está en pleno apogeo y las instalaciones en condiciones perfectas de nieve.
Val d'Isère por su parte, ha culpado a un invierno que le ha dejado menos nevadas, que además se ha juntado con altas temperaturas en mayo.
El esquí de verano en Val d'Isère se remonta a 1958. Se habilitan seis pistas entre las cotas 2.725 y 3300 m, la mitad de ellas abiertas al público y el resto reservadas para entrenamientos de competición.
Informes que maneja el glaciar francés, asegura que los registros de temperatura realizados sobre los 3.100 metros entre el 12 y el 23 de mayo, mostraron que se mantuvo por encima del punto de congelación de día y de noche incluso a esta altitud y que el 20 de mayo las temperaturas alcanzaron los +12 °C. Si se toman los registros del mismo periodo pero del año pasado, el termómetro estaba entre los -10ºC a +2ºC. Aunque el cambio climático está ahí, no va tan rápido como para hacer subir la temperatura 22ºC en un año, así que se toma como algo excepcional y se espera poder abrir el año que viene
Actualmente, los glaciares Hintertux y Kitzsteinhorn están abiertos en Austria. También Les 2 Alpes en Francia, mientras que Tignes abrirá el sector Grande Motte a los esquiadores a partir del 18 de junio. Zermatt también está abierto, al igual que Passo Stelvio en Italia y tres áreas más en Noruega.