El pasado mes de marzo, con una temperatura media en Cataluña de 8,7ºC, inferior en 0,3ºC al valor de referencia del periodo 1981-2010, registró la temperatura media máxima más baja y fue el mes de marzo con menos horas de sol desde hace 100 años, además de ser el cuarto con más lluvia del siglo XXI.
Según el balance mensual que ha publicado esta semana la delegación en Cataluña de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la oscilación térmica (diferencia entre la temperatura máxima y la mínima) de marzo fue "excepcionalmente baja", con persistencia de días fríos y de noches cálidas y escasas horas de sol.
La oscilación térmica fue de 8,05ºC, valor inferior en 3,7ºC al de referencia y el más bajo que se ha dado en marzo desde 1940, mientras que la temperatura media de las máximas ha sido la más baja de marzo en lo que va de siglo, aunque la media de las mínimas fue muy alta, la segunda más alta de marzo en lo que va de siglo.
En concordancia con los resultados anteriores, la insolación ha sido excepcionalmente baja ya que a lo largo del mes se dieron prolongados episodios de cielos nubosos que redujeron significativamente el cómputo mensual de horas en las que lució el sol.
- El Observatorio de Fabra de Barcelona batió el récord absoluto de mínimo de horas de sol mensuales en su serie de más de 100 años.
El jefe del Grupo de Predicción y Vigilancia de la AEMET en Cataluña, Ramón Pascual, ha señalado que
"Es importante resaltar la importancia de un récord absoluto de insolación mínima en marzo y no en un mes de invierno como era de esperar, ya que la duración del día y la noche en los meses de invierno es distinta a la de los meses de la primavera"
En Tortosa, en La Molina, en la ciudad de Lleida y en los aeropuertos de Barcelona, Girona y Reus, han registrado un récord histórico de insolación mínima en el mes de marzo.
La serie de datos de insolación más larga corresponde a Tortosa que data desde 1940, un observatorio que el pasado mes sólo computó 99,5 horas de sol, fulminando el récord de marzo anterior (138,4 horas de sol en 1942) y quedando muy próximo al récord absoluto de la serie (86,5 horas de sol en diciembre de 1989).
Esta falta de sol de marzo se hizo muy notoria porque en los meses anteriores la situación fue justo la contraria. En enero, lo normal es que se vea el sol 161 horas, pero este año han sido 224, una anomalía de +39%.
Por comparación, países como Croacia, Dinamarca, Austria, Alemania o Polonia entre otros, disfrutaron de entre 220 y 250 horas de sol de media, mientras que Irlanda del Norte y Escocia también superaron los datos españoles al registrar 182,9 y 155 horas respectivamente y firmar así el mes de marzo más soleado en estas regiones desde que hay registros contemporáneos.
Un marzo lluvioso
Por otra parte, el carácter pluviométrico del mes de marzo fue muy húmedo con una precipitación de 90 litros de agua por metro cuadrado, el 227% del valor de referencia del periodo 1981-2010, lo que ha situado marzo de 2022 como el cuarto mes de marzo más lluvioso en lo que va de siglo.
Tras el tercer invierno mas seco de los últimos 102 años, las lluvias de marzo fueron generosas y hay que remontarse al mes de noviembre para encontrar un mes con superávit de precipitación.
Las precipitaciones oscilaron entre valores próximos a los 300 litros en la Garrotxa y en el Alt Empordà a valores inferiores a 40 litros en el interior de Lleida. Para algunas zonas de Girona y de Tarragona ha sido uno de los meses de marzo más lluviosos de los últimos años.
El mayor superávit se ha producido en Girona seguido de Tarragona, mientras que en Barcelona y especialmente en Lleida el superávit ha sido más moderado.
El cuarto mes de marzo más frío del último siglo
Para completar el cuadro, marzo tuvo, a nivel nacional, un carácter frío, en especial en el centro y sur de la península, con una temperatura media de 9,2º C -0,6º C por debajo de la media del mes en el período de referencia-, lo que lo encuadra como octavo marzo más frío del siglo XXI y vigésimo noveno desde el comienzo de la serie en 1961.
Donde más frío hizo para sus temperaturas habituales fue en el sur y centro, con anomalías de hasta 2° por debajo de los valores normales, mientras que hizo 'calor' en el Cantábrico oriental, donde la anomalía fue de +1°.
Este episodio de temperaturas bajas se prolongó tanto, que afectó también a los primeros días del mes de abril, debido a la entrada de una potente masa de aire ártico.
Las regresiones al invierno en primavera, con nevadas y heladas tardías muy temidas por los agricultores, no son un fenómeno desconocido en España, pero es extraordinario el episodio de frío intenso en abril, sobre todo los días 2 y 3, los más fríos de abril desde 1951.
El 4 también hizo un frío extremo para la época: la estación de Daroca (Zaragoza), con más de 100 años de historia y en pleno triángulo del polo español, batió su récord con -5,7º. Y el día 5 fue la primera vez desde que hay datos, que no se llega a 10ºC de máxima en un día de abril en Murcia y Córdoba.