Detrás de Goulier Neige tiene que haber algún genio. O quizás gente que sabe hacerse ver bien. Y es que si tenemos en cuenta sus datos técnicos y su situación en el mapa, no debería tener el éxito que está registrando en los últimos años.
Goulier Neige cuenta con un área esquiable de apenas 8 kilómetros. Para llegar a sus pistas se hace a través de tres telesquís. Su cliente potencial llega desde Tolousse, que si bien es una de las ciudades de más rápido crecimiento de Francia a base de empleos de calidad atraídos por Airbus y varias farmacéuticas, también es verdad que sus habitantes tienen complejos invernales mucho más grandes para pasar sus vacaciones.
A hora y media de Tolousse está Ax-les-Thermes. A dos horas otras dos grandes como Saint Lary y Peyragudes. Goulier Neige está en mitad de todas estas estaciones de esquí, a poco más de hora y media de Tolousse. , el mismo tiempo de carretera para llegar a Mont d'Olmes. ¿Qué es lo que ha impulsado a más de 12.000 personas a no hacer 20 minutos más de carretera y plantarse en un dominio de 100 km de pistas?
Pues quizás la seguridad que da una estación enfocada totalmente a las clases de esquí, donde las familias con niños es el principal cliente, y la cercanía que genera un complejo invernal tan pequeño. Por supuesto, los 19 euros de forfait, también debe pesar. Por 47 euros pasa una jornada una familia con su hijo, y por 63€ si son dos.
La estación de esquí de Goulier Neige abre lo justito. Hasta que no llega el primer día de Navidad no se pone en marcha, y luego en cuanto acaban las vacaciones escolares da por concluida la campaña. Y es que lo que más se vende son los cursos de esquí. Además del alquiler de material.
Prácticamente todo el que llega a Goulier Neige lo hace contratando clases, material y forfait. El negocio que toda estación querría. Aquí los números son más bajos por que la afluencia es mucho más baja que las grandes estaciones de esquí del Pirineo. Este año sus responsables aseguran que han incrementado la facturación en un 21% más que la de 2017-2018, que ya fue de récord.
En cuanto a la venta de forfaits, han vendido 13.000 jornadas de esquí en comparación con los 9.700 de la temporada 2017-2018. Aseguran que también es un récord, aunque en este caso superando por poco los 12.500 de la campaña de 2013-2014.
Números excelentes, que demuestran que los responsables de Goulier Neige están sabiendo sacar más provecho económico de cada esquiador que llega hasta sus instalaciones. A esto se añade la renovación de la cafetería, lo que a animado a consumir más.
Son números pequeños. 13.000 esquiadores lo hace alguna gran estación de esquí del Pirineo en un solo día, y también un buen puñado de complejos invernales en un fin de semana.
El éxito de este año se debe principalmente a la meteorología. Como ha pasado en el resto del Pirineo, se ha registrado un combo: mucha nieve a principio de temporada, frío intenso durante el invierno, y anticiclón durante las semanas de vacaciones navideñas y escolares.
Goulier Neige cuenta con una decena de empleados durante la temporada. Los apenas 250.000 euros de facturación no dan para mantener las instalaciones, pero permite crear una economía de montaña gracias a los visitantes. Las aportaciones económicas son de los ocho pueblos que conforman la empresa pública que gestiona las instalaciones, y los habitantes del valle no tienen problema con que parte de sus impuestos vayan a cubrir las necesidades de Goulier Neige mientras se mantenga abierta y siga atrayendo turistas.
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Goulier Neige es prácticamente lo que se ve
