John Furlong, presidente y director ejecutivo de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de Vancouver 2010, ha dicho que si volvieran a organizar los Juegos en 2030, se llevarían a cabo principalmente en sedes existentes y solo requerirían fondos privados.
Furlong, asesoró a la Junta de Comercio de Vancouver sobre la perspectiva de presentar una candidatura para los próximos Juegos de Invierno, después de que Milán-Cortina D'Ampezzo se hayan adjudicado los de la edición de 2026. Aseguró que la inversión que se realizó para los de 2010 reduciría los costes en la de 2030 y permitiría un mayor reparto de deportes en la provincia de Columbia Británica
"El plan compacto de 2010, se podría reemplazar por un plan regional más inclusivo, que se enfoque en brindar una experiencia y ventajas a toda la provincia."
De tres sedes que hubo en 2010, ahora se podría pasar a ocho o nueve repartidas por la Columbia Británica. Furlong aseguró que Vancouver y Whistler permanecerían entre las sedes principales ya que las instalaciones deportivas de 2010 aún están operativas, como el óvalo de patinaje de velocidad en Richmond y la pista de competición de esquí y saltos de la estación
"No se pedirá dinero de los contribuyentes para la construcción de instalaciones. La premisa para una candidatura olímpica y paralímpica de 2030 está arraigada en la noción fundamental de que podemos y usaremos las instalaciones y espacios existentes e involucrar a nuevas comunidades. La idea aquí es que los Juegos de 2030 sean financiados en su totalidad por el sector privado".
Furlong sugirió que las comunidades que deseen ser parte de los Juegos podrían obtener fondos para sus proyectos de los programas de infraestructura del gobierno, y que los ingresos de televisión, la venta de entradas, el patrocinio y el marketing del Comité Olímpico Internacional (COI) sumarían un poco más de $ 2 mil millones (1.700 millones de euros), lo que cubriría las operaciones de los Juegos.
El costo de 2010 fue de aproximadamente $ 4 mil millones (3.300 millones de dólares) si se incluye la ampliación de la carretera de Vancouver a Whistler. Aquellos juegos rompieron el techo de gastos estimados, según el Comité Organizador de los Juegos de Vancouver (VANOC), entidad del que John Furlong fue el máximo responsable y quien ha asegurado que una organización en 2030 podría ser más barata y más abierta.
El gobierno de Columbia Británica construyó una línea de tren desde el centro de Vancouver al aeropuerto, y un centro de convenciones en la misma ciudad para los Juegos de Invierno.
El costo de la licitación para 2030 sería una fracción de los $ 36 millones (£ 26 millones / € 30 millones) que costó la licitación para 2010,
"En 2010, comenzamos en la zona cero. Ahora con la experiencia que tenemos, no tenemos que volver a aprender el proceso, y podemos traer personas con experiencia solo cuando se necesiten".
El panorama de las ofertas para unos Juegos ha cambiado mucho desde que Vancouver y Whistler optaron a la suya. Entonces se presentaron otras siete localidades para ese 2010. Ahora son pocas las que se atreven a meterse en semejante gasto. El próximo 4 de noviembre el Ayuntamiento debatirá públicamente si deben presentar su candidatura para los de 2030.
Si lo hacen, se enfrentaran esta vez tan solo a otras dos posibles candidatas: Pirineus-Barcelona, la ciudad japonesa de Sapporo y la norteamericana de Salt Lake City, todas ellas todavía en conversaciones con la Comisión Anfitriona de los Juegos de Invierno del COI, entidad que identifica y recomienda sedes para los Juegos Olímpicos.
La candidatura española pospuso su oferta de 2026 a causa de la pandemia, mientras que Salt Lake City, que fue sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2002, aún no ha decidido si presentará su candidatura para 2030 o 2034.